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Por sus frutos los conoceréis
Nuestra afirmación de la visita del Padre y del Hijo, así como de otros mensajeros celestiales para restablecer todas las cosas, incluso la restauración del Santo Sacerdocio, lo cual nos permite tener una filosofía mejor de la vida y un entendimiento más amplio de las Escrituras, sería de poco valor y consecuencia si los frutos de la Iglesia no testificaran de la verdad de estas afirmaciones. Jesús dijo:
Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.
Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?
Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.
No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos.
Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis. (Mateo 7:15–20.)
Toda iglesia y pueblo deben estar dispuestos a someterse a esta prueba.
Ideales y fines de la Iglesia
En los siguientes pasajes se hallan expresados algunos de los altos ideales y fines que persigue La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días:
…existen los hombres para que tengan gozo. (2 Nefi 2:25.) La gloria de Dios es la inteligencia. (D. y C. 98:86.)
Como Dios es, el hombre puede llegar a ser. (Eliza R. Snow, Biography and Family Record of Lorenzo Snow, pág. 46.)
Cualquier principio de inteligencia que logremos en esta vida se levantará con nosotros en la resurrección; y si en esta vida una persona logra más conocimiento e inteligencia que otra, por medio de su diligencia y obediencia, hasta ese grado le llevará la ventaja en el mundo venidero. (D. y C. 130:18–19.)
Es imposible que el hombre se salve en la ignorancia. (D. y C. 131:6.)
buscad diligentemente y enseñaos el uno al otro palabras de sabiduría; sí, buscad palabras de sabiduría de los mejores libros; buscad conocimiento, tanto por el estudio como por la fe. (D. y C. 88:118.)
La Iglesia y la educación
Guiada e inspirada por estos preceptos divinos, no es sino natural que la Iglesia realice muchas cosas en cuanto al establecimiento de escuelas y la búsqueda de la educación. Los ya difuntos John A. Widtsoe, y Richard L. Evans, ambos del Consejo de los Doce, escribieron algo sobre las enseñanzas y realizaciones de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días:
En 1831, antes que cumpliera un año la organización de la Iglesia, se tomaron las disposiciones para adquirirse escuelas, maestros y libros de texto. Poco más tarde, en 1833, se impartió instrucción a los hombres ya maduros en lo que era conocida como la Escuela de los Profetas. Esto fue antes que comenzara el actual movimiento mundial en apoyo de la educación de los adultos. En 1842, cuando los refugiados de Misurí estaban fundando la ciudad de Nauvoo, se estableció una universidad.
Durante el viaje hacia el oeste, después de la expulsión de Nauvoo, se daban clases en los campamentos ambulantes. Pocas semanas despué8 de haber llegado al Valle del Lago Salado, se dio principio a la instrucción escolástica en las cabañas de troncos de los pioneros. Uno de los primeros actos legislativos, después de haber dispuesto lo necesario para construir caminos en el desierto, fue la autorización, en 1850, de una universidad, la primera al oeste del río Misurí.
Desde esa época, no obstante la afanosa tarea de vencer un desierto rebelde para que sirviera al hombre civilizado, la gente ha fomentado la educación de la mente, con todas las consiguientes artes y culturas.
Los Santos de los Ultimos Días nunca se han olvidado de la nece8idad y el valor de la educación, pese al costo material.
¿Cuáles son los resultados de este siglo de apoyo que se ha dado a la educación?
Los Santos de los Ultimos Días siempre han sido un pueblo instruido. El séptimo censo de los Estados Unidos se llevó a cabo en 1850. En ese año el promedio de analfabetismo en los Estados Unidos era 4.92 por ciento. En Utah el porcentaje era únicamente .025 por ciento, el más bajo de los Estados y territorios citados.
Tras un detenido estudio educacional de las estacas de Sión, hecho en 1923, quedó indicado que el noventa y siete por ciento de los miembros de la Iglesia sabían leer y escribir. Se descubrió que de cada mil Santos de los Ultimos Días, sesenta de ellos asistían a la escuela preparatoria (más de tres veces el promedio estadounidense en esa época); y que nueve de cada mil estaban matriculados en universidades casi el doble del promedio de los Estados Unidos. El estudio también mostró un número muy superior de graduados de universidades, personas que habían recibido títulos postgraduados o su doctorado, al de cualquier otro grupo de igual número en América o el mundo…
En Utah se graduaron más estudiantes de los colegios y universidades en proporción a la población del estado, que en cualquier otro. (John A. Widtsoe y Richard L. Evans, The Improvement Era, julio de 1947, págs. 444,445.)
Hoy la Iglesia opera la Universidad Brigham Young en Provo, Utah, la institución universitaria privada más grande de los Estados Unidos, con sucursales en Lale, Hawai (The Church College of Hawaii) y en Rexburg, Idaho (Ricks College). La Iglesia también tiene universidades menores y colegios secundarios y primarios en Nueva Zelanda, en algunas islas del Pacifico, en México y en América del Sur. Además, cientos de miles de estudiantes están matriculados en los seminarios e institutos de religión de la Iglesia por todo el mundo, donde se estudian las Escrituras, cursos de historia de la Iglesia y otros temas religiosos como equilibrio a su educación secular.
Aunque no están disponibles los resultados estadísticos del énfasis que la Iglesia pone en la educación a nivel mundial, se han realizado estudios en los que se comparan los logros académicos de la población del estado de Utah, predominantemente mormona, con la de otros estados de los Estados Unidos. El Dr. Clark Kerr, Director de la Mesa Directiva del Concilio de Carnegie de Estudios Avanzados, hizo las siguientes observaciones durante la ceremonia de graduación de la Universidad de Utah en junio de 1974:
Utah es primero en el porcentaje de la población total de 8 a 84 años de edad que esta matriculada en escuelas, colegios y universidades…
Utah es primero en el promedio de años de educación completados por todos sus ciudadano8 de 25 años o más.
Utah es uno de los primeros estados en porcentaje de alumnos que reciben más títulos universitarios.
Utah es primero en gastos de programas para escuelas médicas en toda la nación.
La Comisión Carnegie de Instituciones Universitarias llevó a cabo una investigación de estas instituciones en los 50 estados de la nación. Su veredicto: Utah, a diferencia de otros estados, no tenía deficiencias de importancia.
¿Por qué se distingue Utah tan bien? No es el estado más rico ni el más antiguo, ni esta situado en el mejor lugar del país. Si hay algún secreto, quizás se lo pueda exportar. Pero no es posible, porque, en mi opinión, su secreto yace en su historia. Sus primeros líderes pusieron gran hincapié en la educación.
Brigham Young dijo: “La educación es algo bueno, y bendito es el hombre que la posee y puede utilizarla… La educación es el poder de pensar claramente, de actuar bien en el mundo del trabajo, y el poder de apreciar la vida.”
Apenas los pioneros llegaron a Utah, establecieron escuelas en tiendas y aun al aire libre. Una de las primeras leyes que se aprobaron en 1847 proveyó el establecimiento de una universidad, y la Universidad de Utah fue fundada en 1850. Fue la primera universidad coeducativa al oeste del río Misisipi. Comenzó el primer programa de entrenamiento de maestros del Oeste de los Estados Unidos. Esta gran tradición histórica ha ayudado a Utah a ocupar el primer puesto en esta categoría. Se la puede envidiar, pero no duplicar. Utah puede ahora esperar que otros estados lo alcancen, o puede continuar siendo el primero.
Salubridad y otras estadísticas vitales
La importancia que la Iglesia pone en el cumplimiento de la Palabra de Sabiduría (capítulo 25) ha resultado en datos estadísticos de sabiduría impresionantes. A continuación se da información con datos indicativos que se dan en el Cancer Bulletin, publicación de la división médica de la Universidad de California en Los Angeles, con fecha de mayo de 1974:
Los mormones son de interés desde el punto de vista epidemiológico debido a que su ‘Palabra de Sabiduría’ les prohibe el uso del tabaco, alcohol, café, té y drogas nocivas. Su religión también recalca dietas equilibradas, especialmente el uso de granos y frutas y la moderación en comer carne. Se puede razonablemente esperar que el nivel de muertes causadas por toda clase de cánceres entre los mormones sea tan bajo como el de los Adventistas del Séptimo Día.
Cierta indicación de su nivel de cáncer puede obtenerse estudiando el estado de Utah, con su preponderante población mormona caucásica. Los datos necrológicos más recientes, compilados en 1970, muestran que el promedio de mortalidad debido al cáncer en Utah es el más bajo de los Estados Unidos. Asimismo, el consumo promedio de cigarrillos, licor, vino y cerveza por persona en Utah es aproximadamente el 50% del correspondiente consumo en el resto de los Estados Unidos, o sea el más bajo en todo el país. Puede que este hecho explique la baja mortalidad que existe en Utah.
Hay disponibles datos más precisos sobre la mortalidad y costumbres de los mormones. Se ha calculado la lasa de mortalidad para las poblaciones mormonas y para las que no son miembros de la Iglesia. Los datos se basan en registros de defunciones, la población de los estados, e información sobre la mortalidad.
La tasa de defunción de 1970 para cuatro estados con extensas poblaciones mormonas demuestra que la proporción de mortalidad para mormones es 62 por ciento menos en Utah, 61 por ciento menos en Idaho, 52 por ciento menos en California, y 47 por ciento menos en Nevada.
La diferencia en la distribución de edades entre mormones y los que no son miembros de la Iglesia podría influir algo en los resultados, mas difícilmente alcanzaría un factor de 2.
Otros datos sobre los mormones provienen de los resultados
de una investigación concerniente a ‘La salud y manera de vivir’ de 6,928 residentes adultos del condado de Alameda, California, llevada a cabo en 1965 por el Departamento de Salubridad del Estado de California. En este grupo estaban incluidos 111 miembros de la Iglesia a quienes se les comparó con quienes no eran miembros. Los resultados muestran que en el Condado de Alameda, los miembros de la Iglesia tuvieron un nivel de mortalidad equivalente al 55% del grupo de quienes no eran mormones durante los 6 años y medio que duró el estudio.
La diferencia más grande en los hábitos de los mormones y del grupo total ocurrió entre los que asisten a la Iglesia regularmente, donde esencialmente 100% de los mormones no fuman ni toman. Resultados adicionales de este estudio muestran que los miembros de la Iglesia son similares al grupo de quienes no lo son en muchos otros aspectos, incluyendo nivel socio económico y atención médica.
El programa de bienestar de la Iglesia
Una de las empresas más importantes que ha desarrollado la Iglesia es su programa de bienestar, un plan que tiene por meta sacar a los miembros de la Iglesia de las listas de los servicios de bienestar del gobierno. Los periódicos y otras formas de propaganda han hecho comentarios muy favorables con respecto a este programa. El Herald–Tribune de Nueva York publicó un artículo bajo el título “Los mormones salen adelante”, y sugirió que otras iglesias siguieran su ejemplo.
El señor J. Beherrell, periodista de Londres, Inglaterra, visitó Salt Lake City, Utah, e hizo un estudio del programa de bienestar. Más tarde escribió:
“La asunción de esta responsabilidad, por parte del programa de la Iglesia Mormona es una lección que todo país del mundo puede emular benéficamente.”
Los que visitan la Manzana de Bienestar en Salt Lake City (un conjunto de talleres y bodegas que es similar a otros proyectos y actividades de bienestar de la Iglesia en otras partes) han comentado: “Es un ejemplo que nuestro gobierno federal haría bien en emular.” “Es la cosa más maravillosa que jamás he visto, y espero volver.” “Esto, a mi modo de pensar, es la verdadera religión.” “Creemos que su iglesia y sus miembros están efectuando las grandes obras que en algún día futuro puedan lograr la verdadera hermandad entre los hombres.”
Un famoso discursante que estaba en Salt Lake City para dar una conferencia en un club declaró, después de haber visto algunas de las actividades de bienestar de la Iglesia: “Su plan de bienestar debería esparcirse por todo el mundo; y después de haberlo visto funcionar, no me cabe ninguna duda de que un día será el plan magistral para toda la vida cristiana.”
Por medio del programa de bienestar, la Iglesia no sólo satisface las necesidades de sus miembros que residen en los Estados Unidos y Canadá, sino que ha mandado por avión, y en camión, tren y barco, muchos miles de toneladas de comida y ropa a los miembros en todo el mundo que se encuentren en circunstancias de peligro o necesidad. La Iglesia ha prestado ayuda a miles de personas, víctimas de guerras, diluvios, terremotos y otros desastres en todas partes del mundo. Los que reciben esta ayuda no son siempre los Santos de los Ultimos Días: pueden ser de cualquier fe. Es, en verdad, un programa de hermandad.
Los miembros de la Iglesia, han contribuido millones de dólares así como muchos millones de horas de trabajo, para socorrer a los necesitados y desafortunados a través del mundo. Los miembros también contribuyen directamente, en forma financiera, al programa de bienestar. Además, un día de cada mes es día de ayuno; en él, los miembros se abstienen de dos comidas, y contribuyen el dinero así ahorrado a la Iglesia en forma de ofrendas de ayuno. De esta manera, se extiende a toda familia mormona la oportunidad de participar en la obra de ayudar a los que se encuentran en apuros.
Comentarios sobre la Iglesia y sus logros
Muchas personas distinguidas han visitado y observado las actividades de la Iglesia en Salt Lake City y en otras partes del mundo. Siguen algunos de sus comentarios:
El estado de Utah sobrepuja en el número de Boy Scouts en proporción al número de habitantes. Allí el escultismo se ha desarrollado y avanzado más que en cualquier otra sección de los Estados Unidos. Utah da el ejemplo a todo el país. La Iglesia Mormona ha sido el elemento principal en esta notable realización. (Dr. George J. Fisher, Administrador General de los Boy Scouts.)
Deseo manifestar mis impresiones de Utah como sociólogo. En primer lugar me dejó muy favorablemente impresionado la Iglesia Mormona. No conozco ningún otro lugar donde se provea tanta facilidad a los jóvenes como en el estado de Utah. No entiendo cómo a la gente “mormona” le vino la idea de proveer y satisfacer las necesidades recreativas y sociales de la gente mucho antes de que esta idea se nos ocurriera a nosotros los sociólogos. La Iglesia se adelantó muchísimo en lo que respecta a este descubrimiento.
Nunca había visto a tantos jóvenes tan espléndidos como los que he conocido aquí en Utah. No cabe duda que la gente “mormona” ha sido muy mal entendida en el Este. (Dr. E. A. Ross, sociólogo, Universidad de Wisconsin.)
Hace dos años, una congregación en el Este del país me pidió que les relatara mis observaciones durante mis viajes por el país, cuál era el grupo de ciudadanos que estaban contribuyendo más al progreso de la civilización. Les contesté que era una pregunta algo difícil de contestar.
Declaré que si veintiún años antes, cuando todavía no empezaba a viajar y mi mente estaba muy cerrada y llena de prejuicios, me hubiesen preguntado ¿qué clase de gente es la más indeseable?, yo habría dicho sin titubear, “los mormones”.
Pero habiendo viajado durante dieciséis años, casi anualmente, y habiendo aprendido a conocer a esta gente, me he formado la opinión de que el pueblo más deseable, con las normas más elevadas de moralidad y virtud, es la gente “mormona”. (Doctor Charles E. Barker, representante de jóvenes, Club Rotarios Internacionales.)
Muy poco se sabe acerca de la admirable civilización surgida en el estado de Utah.
Gracias al uso de un sistema de irrigación, el primero en los Estados Unidos, los mormones han convertido el desierto en un paraíso agrícola.
Se planeó inteligentemente el trazado de las ciudades en una época en que el resto de las comunidades del país se establecían más o menos “al azar”. Actualmente se evidencian los frutos de tal sistema en la belleza y prosperidad de las ciudades de Utah.
Los mormones establecieron ¿a primera universidad y el primer periódico en aquel territorio al oeste del río Misuri.
Su sistema educacional, establecido en los comienzos de la historia de Utah, abarca escuelas de gran reputación, sociedades literarias, teatros y bibliotecas.
Los niveles de cultura y prosperidad sobrepasan a algunos de los otros estados del país; además es inherente al mormonismo, ya que tal religión está entrelazada íntimamente con la vida del estado.
Si hemos de aceptar el fallo de Jesús: “Por sus frutos los conoceréis”, tenemos que tener en gran estima a los mormones. (Charles Francis Potter, The Story of Religion, pág. 527.)
Un rector de universidad quien hace algunos años enseñé en la Universidad Brigham Young, declaró en su discurso de despedida: “No me extrañaría que el pueblo mormón tenga la clave para salvar a este país en el futuro”.
A continuación citamos algunos comentarios hechos por algunos visitantes a la Feria Mundial de Nueva York realizada en 1964-65: “Con gente como este pueblo el mundo aún tiene esperanzas.” “Sin ninguna duda, esto es lo que puede salvar el mundo.” “En cuanto a religión se refiere, hasta el momento no he visto algo que se iguale.” “Estoy leyendo el Libro de Mormón, y sé que es revelación. Sé que es la verdad.”
Como resumen a este análisis de los frutos del mormonismo, leamos ahora un discurso presentado en una conferencia general de la Iglesia por el élder Mark E. Petersen del Consejo de los Doce, en el cual se repasan algunos de los logros de la Iglesia:
Nosotros, los Santos de los Ultimos Días, tenemos un mensaje para el mundo. Es un mensaje divino y declara a toda la humanidad que Dios ha hablado nuevamente desde los cielos en estos tiempos modernos. El punto esencial de nuestro mensaje es que Jesús de Nazaret es Cristo el Señor, el Redentor de toda la humanidad, el Salvador de los cristianos y el Mesías de los judíos.
Somos un pueblo dedicado a la moderación y el buen carácter, a la honradez y la vida recta; enseñamos la virtud y la castidad como principios cardinales, básicos de nuestra fe; abogamos por la estabilidad y la preservación del hogar. Para nosotros la familia es la piedra angular de la civilización y así debe continuar por siempre; es el fundamento de las debidas relaciones humanas.
Enseñamos a nuestros hombres y mujeres la fidelidad en su significado más elevado. Creemos que cada uno de nosotros es un hijo espiritual de Dios y que el Señor tiene el propósito de que vivamos de tal manera que finalmente podamos llegar a ser perfectos como nuestro Padre que está en los cielos es perfecto. (Véase Mateo 5:48.)
Creemos que la familia se estableció con el propósito de que fuese una unidad eterna que se proyectaría más allá de la muerte y la resurrección, en una vida sempiterna e inmortal. Es con el fin de prepararnos dignamente para tal destino que enseñamos que esta elevada norma de fidelidad debe ser practicada por los cónyuges. Sólo “una” norma de moralidad tenemos para ambos; nuestra constante amonestación es: “Sed limpios, los que lleváis los vasos del Señor” (D. y C. 38:42).
Generalmente somos un pueblo saludable. El Dr. James E. Enstrom de la facultad de Salud Pública de la Universidad de California en Los Angeles informó en el periódico de Pasadena, Star News, el pasado 9 de abril (1975), que el promedio de cáncer entre los mormones, es de un 50% menor que el promedio nacional. En Utah, el porcentaje de muerte por cáncer es el más bajo de todos los Estados Unidos.
Con respecto al cáncer del pulmón, las mujeres mormonas ocupan únicamente el 81% del promedio nacional y los hombres únicamente el 88%. El cáncer del esófago ocasionado por el uso del alcohol ocupa únicamente el 11% del promedio nacional para mujeres y el 84% para los hombres entre los Santos de los Ultimos Días. Estas cifras las proporcionó el Dr. Joseph F. Lyon, director del Registro del Cáncer en el Estado de Utah.
El Registro de Estadísticas de los Estados Unidos en 1971, presenta ciertas cifras interesantes, donde se comparó al Estado de Utah con el resto de la nación.
Todos los cincuenta estados de la Unión se encuentran enumerados por los casos de enfermedades que mencionaré, siendo los estados que se encuentran al final de la lista tos que tienen el más bajo porcentaje.
En enfermedades del corazón, Utah ocupa el 46° lugar; en influenza (gripe) y pulmonía, el 49° lugar; en enfermedades cerebrovasculares, el 46° lugar; en arteriosclerosis, el 49° lugar; cirrosis del hígado, el 45° lugar; bronquitis, enfisema y asma, el 30° lugar; tuberculosis, el 50° lugar; enfermedades cardiovasculares, el 50° lugar; lesiones vasculares afectando el sistema nervioso, el 50° lugar; enfermedades del corazón, el 48° lugar; enfermedades infecciosas, el 50° lugar; complicaciones de embarazo, el 46° lugar; mortalidad infantil, el 50° lugar.
Cuando se habla de estas cifras para el estado de Utah, deberá tenerse presente que aproximadamente el 80% del total de la población no pertenece a nuestra Iglesia, pero está incluida en las estadísticas del estado.
Nuestra Iglesia ha encabezado la promoción del desarrollo juvenil a través del programa de escultismo, el cual consideramos de lo más eficaz para capacitar a los niños de todas las naciones, credos y razas. En los Estados Unidos únicamente el 28% de los niños disponibles en edad de escultismo están inscritos como Boy Scouts. Pero entre los Santos de los Ultimos Días, el porcentaje es de 85%. En 1974, nuestra Iglesia obtuvo el segundo lugar en número de unidades de Scouts que auspicia, habiendo sido la Sociedad de Padres y Maestros la que obtuvo el primer lugar. Esta sociedad auspició 20.800 unidades, nosotros 14.784 unidades.
En esta época de delincuencia juvenil, es muy reconfortante saber que de los 256.000 varones adolescentes de nuestra Iglesia, el 70° participa activamente; y de las 288.000 señoritas de la misma edad, el 73° son activas. ¿Creéis que alguna otra institución podría igualar estas cifras? Pensadlo. Medio millón de adolescentes consagrados a una Iglesia que prohibe el licor, el tabaco y las relaciones sexuales premaritales. Tratad si podéis, de encontrar algo similar en cualquier otro lado.
Os interesará conocer la asistencia que tenemos en la Escuela Dominical. Cincuenta y nueve por ciento de todos nuestros pequeños se encuentran en nuestras Escuelas Dominicales cada domingo, y el 60% de nuestros jóvenes se encuentran presentes en sus clases.
Estos antecedentes educacionales se reflejan en el número de personas de nuestra Iglesia que han alcanzado lugares prominentes en los Estados Unidos, Canadá y el mundo entero. Mark W. Cannon, en una discusión titulada “Los mormones en cargos ejecutivos”, dijo que un estudio reciente demuestra que entre las 471 principales instituciones de negocios de los Estados Unidos, había un mayor número de presidentes nacidos en Utah, en proporción a su población, que en cualquier otro estado de la Unión. Utah produjo uno de estos presidentes por cada 62.000 personas de población, comparado con uno por cada 205.000 en la nación. Actualmente, cincuenta y cinco hombres Santos de los Ultimos Días ocupan cargos, ya sea como presidentes, administradores o vice presidentes en compañías norteamericanas con un capital mayor de 75 millones de dólares.
Los Santos de los Ultimos Días han desempeñado cargos en las secretarías de gobierno de los Estados Unidos, así como en otros nombramientos prominentes en Canadá. Contamos con generales y almirantes en las fuerzas militares. Nuestra gente ha servido regularmente en el Senado, así como en cuerpos gubernamentales en Canadá. Por ejemplo, en 1952 había quince miembros de la Iglesia en el Senado de los Estados Unidos.
Ahora hay veintiocho.
Los Santos de los Ultimos Días han servido igualmente en cargos importantes en la Reserva Federal, el Tribunal de Derechos de Aduana, la Comisión de Impuestos y Vivienda Federal.
El Dr. Harvey Fletcher, un sumo sacerdote mormón, fue quien desarrolló el sonido estereofónico; otro mormón, Philo Farnsworth, desarrolló el principio de la televisión.
Los mormones han sido presidentes internacionales del Club de Rotarios y el Club de Leones. Han encabezado la Asociación Médica Americana y varias sociedades científicas. Han desempeñado también muchos otros cargos de importancia en la investigación científica, el mundo de los negocios y las finanzas.
Nuestro mensaje es solemne y verdadero. Nuestro pueblo esta integrado por ciudadanos honorables, obedientes de la ley, inteligentes y progresistas, como lo podrán testificar aquellos que nos conocen. Nuestro patrón de vida, como podréis ver, es evidencia adecuada y amplia del crédito que merece la divinidad de nuestra misión y mensaje. Por medio de antecedentes como los que he descrito, es que proclamamos nuestro gran mensaje religioso al mundo. (“A El Oíd”, Liahona de febrero de 1976, págs. 51–58.)
Con las palabras de Jesús, decimos al mundo de hoy, lo que El declaró cuando procuraba establecer su Iglesia en el meridiano de los tiempos:
“Si no hago las cosas de mi Padre, no me creáis.
Mas si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras…” (Juan 10:37-38).
























