Conferencia General Octubre 1978
Digno de toda aceptación
Elder Ezra Taft Benson
Presidente del Consejo de los Doce
«Si todavía no lo habéis hecho, os exhorto a que organicéis vuestras familias en grupos de familiares directos y de abuelos, y que preparéis biografías individuales y familiares.»
En la Conferencia General de abril de este año, el presidente Spencer W. Kimball dijo, comparando la obra genealógica con los esfuerzos misionales:
»Siento que existe la misma urgencia acerca de la obra vicaria que se lleva a cabo en los templos, considerando que ambos esfuerzos son similares.
La primera Presidencia y el Consejo de los Doce han prestado cuidadosa consideración a la forma en que podemos alargar nuestro paso en esta tremendamente importante responsabilidad.
. . .queremos recalcar nuevamente y poner sobre los hombros del individuo y las familias, la obligación de completar el programa genealógico hasta la cuarta generación. No obstante, si así lo desean, podrán extender su genealogía mas allá de la cuarta generación.
«…vamos a presentar un programa en la Iglesia, para la extracción de nombres de los registros genealógicos. . . Los miembros podrán ahora rendir un servicio extraordinario mediante La participación en este programa de extracción de registros supervisado por los líderes locales del Sacerdocio . . .» (Liahona, ag. de 197B, pág. 2.)
Este anuncio traerá cambios drásticos en los procedimientos de investigación genealógica y envío de nombres al templo para la obra vicaria. Para determinar el efecto que hará en nosotros, individualmente y en los grupos familiares, consideremos lo que ha cambiado y lo que permanece igual.
Mencionare primero aquello que no ha cambiado:
- El mandato del Señor que esta en la sección 128 de Doctrinas y Convenios no ha cambiado:
»Hermanos, ¿no hemos de seguir adelante en una causa tan grande?
Ofrezcamos, pues, al Señor, como Iglesia y como pueblo, y como Santos de los Ultimos Días, una ofrenda en justicia; y presentemos en su santo templo, un libro, digno de toda aceptación, que contenga el registro de nuestros muertos. (D. y C. 128:22, 24.)
- Tampoco ha cambiado nuestra responsabilidad de mantener un registro y de escribir nuestra propia historia y la de nuestros antepasados, particularmente de los que forman las primeras cuatro generaciones de nuestro linaje.
- Del mismo modo, no ha cambiado la responsabilidad que tenemos de asegurarnos de que todos los miembros de nuestra familia tengan la oportunidad de recibir las ordenanzas del templo.
- Ni ha cambiado nuestra responsabilidad de preparar libros de recuerdos, incluyendo el envío de nombres de nuestros antepasados hasta por lo menos la cuarta generación, y el llevar a cabo por ellos las ordenanzas del templo.
- La responsabilidad de organizar nuestra familia en el nivel familiar inmediato comienza cuando una pareja se casa. El grupo familiar de los abuelos se desarrolla cuando sus hijos se casan y tienen hijos. Por medio de estos grupos familiares, cada familia en la Iglesia debe participar activamente en la obra misional, en la preparación familiar, en la genealogía y la obra en el templo, en la enseñanza del evangelio y en actividades culturales y sociales. Estas obligaciones básicas ciertamente no han cambiado.
Ahora consideremos aquello que ha cambiado:
- El programa de las cuatro generaciones ha cambiado de un modo significativo. En el pasado, cada persona era responsable por el envío de formularios de Registro Familiar para Cuatro Generaciones. En diciembre de este año (Dic. 1978) se dará fin a dicho programa. A partir de julio de 1979, la Iglesia aceptara los nuevos cuadros genealógicos y hojas de registro de grupo familiar preparados por los grupos familiares, mas bien que en forma individual. Entretanto, de aquí a julio del año próximo, exhortamos a los miembros de la Iglesia a que se organicen como familias: cada persona con sus hermanos y sus padres para comparar la información que tienen en las hojas de grupo familiar que tengan en común, revisar la exactitud de la información, verificar las fechas y preparar UN SOLO registro para enviar en beneficio de TODOS los miembros de la familia que aparecen en la hoja. Este mismo procedimiento lo repetirán los padres con su familia, hasta que se puedan completar todas las generaciones y se verifique y se corrija lo necesario. Por esto, veréis la importancia de la organización de la familia.
- Otro gran cambio es que la investigación mas allá de la cuarta generación se aceptara, pero no será ya obligatoria para las personas ni para las familias de la Iglesia. En cambio, la Iglesia ha asumido la responsabilidad de comenzar un extenso programa de extracción y de reunión de registros para preparar nombres para la obra del templo.
Aquellos que conocen las Escrituras de los Ultimos Días y el tramite de investigación genealógica, reconocerán que el programa de extracción es sólo un primer paso en el programa total de preparar un Libro de Recuerdos de la Iglesia, que sea «digno de toda aceptación». El programa de extracción tiene como meta principal que la búsqueda y la tramitación de nombres para la obra individual del templo sea mas eficaz. También resuelve la necesidad inmediata de proveer mas nombres para I a obra en los templos.
En el pasado, era corriente que algunas familias emplearan una cantidad excesiva de tiempo, dinero y esfuerzo en la búsqueda de algún antepasado. Ahora, después que se haya hecho un esfuerzo razonable para encontrar a determinado antepasado, si no se encuentra, el grupo familiar puede dar por cumplida su responsabilidad y pasar a la línea o al antepasado siguiente, dejando el tramite del que fue imposible encontrar en manos del programa de extracción e índice.
Ahora quisiera hablar de los grupos de ascendientes directos de una familia. Estos grupos familiares se componen de los descendientes de una determinada pareja. El propósito de organizar y continuar un grupo familiar de ascendientes, es el de coordinar la actividad genealógica de las líneas familiares en común. Cuando estas organizaciones familiares se desvían de dicho objetivo principal y buscan en primer lugar las actividades sociales, culturales o de otro tipo, están haciendo lo que correspondería a los grupos familiares inmediatos y a los de los abuelos. Con el cambio anunciado por el presidente Kimball, tendrá que ocurrir una transición gradual y definida a fin de que la obra genealógica actual pueda completarse. Luego, los grupos familiares inmediatos y los de los abuelos deberían asumir la responsabilidad de hacer reuniones familiares y juntar fondos para costear los gastos de la obra.
Otra función primordial de los grupos de ascendientes directos, es proveer el material del cual los miembros de la familia inmediata s otros puedan servirse a fin de recopilar historias familiares, especialmente hasta la cuarta generación. Así, los grupos de ascendientes directos pueden acumular, archivar, catalogar y preservar historias, fotografías, cartas, manuscritos, diarios, apuntes y libros relacionados con la familia.
Es necesario dar énfasis al hecho de que cada familia en la Iglesia debería pertenecer a un grupo familiar inmediato o a una organización de abuelos, si esta dentro de sus posibilidades. Los grupos de ascendientes directos existen para que haya coordinación de actividad genealógica, la cual incluye historias familiares. Una vez que esto se haya cumplido, el grupo de ascendientes directos podría muy bien disgregarse en favor de los grupos inmediatos y los de los abuelos.
Una vez que las familias de la Iglesia se organicen como el Profeta nos ha aconsejado, y después que hayamos hecho todo lo posible como familias y como miembros de la Iglesia para buscar a nuestros antepasados. quizás seamos dignos de esta profética bendición que pronunció el presidente Brigham Young:
»Entrareis al Templo del Señor y comenzareis a ofrecer ordenanzas al Señor por vuestros muertos . . . Antes de que esta obra termine, muchos de los élderes de Israel en el Monte de Sión se convertirán en pilares del Templo de Dios y no saldrán de el; comerán, beberán y dormirán allí; y a menudo podrán decir: ‘Alguien vino al templo anoche; no sabemos quien era, pero indudablemente era un hermano y nos dijo muchas cosas que hasta ahora no habíamos entendido. Nos dio los nombres de muchos de nuestros antepasados que no están en los registros, y me dio mi verdadero linaje y los nombres de mis antepasados de siglos atrás.
También me dijo: Tu y yo pertenecemos a la misma familia; ahí tienes los nombres de tus antepasados, escríbelos y se bautizado y confirmado por ellos, y sálvalos, en la misma forma en que lo hiciste por ti mismo. »Esto es lo que haremos por los habitantes de la tierra. Cuando pienso en ello, no quiero tener ningún descanso, sino afanarme en esta obra todo el día; porque si lo meditamos bien, veremos que no hay tiempo que perder, puesto que es una obra trabajosa.» (Journal of Discourses, 6:294-295.)
Obedeciendo los principios que os he bosquejado, yo he organizado a mi familia el grupo de la familia de Ezra Taft Benson como una familia de abuelos . Nuestros hijos y nietos casados se han organizado como parte de ese grupo familiar, y como grupos familiares inmediatos.
Bajo mi dirección, estamos tratando de verificar nuestros cuadros genealógicos y completar nuestras hojas de grupo familiar preparándonos para entregarlas a la Iglesia en 1979, como familia organizada.
Además, he pedido a los miembros de la familia inmediata, que preparen historias personales. Mi esposa y yo hemos tratado de dar el ejemplo, preparando y distribuyendo a nuestra posteridad, breves resúmenes de nuestras propias historias personales. Además, estamos preparando o hemos preparado ya historias de cada uno de nuestros antepasados, tanto de los míos como de los de mi esposa, tal como aparecen en nuestro primer cuadro genealógico, hasta la cuarta generación. Para nuestros hijos, estas historias familiares son de cinco generaciones; para nuestros nietos, de seis; y para los bisnietos, de siete.
Al preparar dichas historias, hemos tratado de escribirlas en un estilo común, siguiendo un formato común. Se han escrito a máquina en hojas de tamaño genealógico para que puedan incluirse en el Libro de Recuerdos de la familia. Nos hemos esforzado por hacerlas breves, tratando de que ninguna contenga más de diez páginas. Nos hemos tomado la molestia de hacerlas imprimir, a fin de que la calidad de la letra facilite y aliente su uso y su lectura. También tenemos la intención de agregar a cada biografía la foto del antepasado. Hemos alentado a los miembros de la familia a que usen esas biografías en sus noches de hogar, con su familia inmediata, para enseñar a sus hijos el aprecio, el amor y el respeto por sus antepasados.
Si todavía no lo habéis hecho, os exhorto a que organicéis vuestras familias en grupos de familiares directos y de abuelos, y que preparéis biografías individuales y familiares.
»Tratemos de cumplir con esas ordenanzas; así, cuando vayamos al mundo espiritual y nos encontremos con nuestros padres o hermanos, ellos no podrán acusarnos de haber sido negligentes. Estas ordenanzas del templo nos han sido reveladas; las comprendemos y, a menos que cumplamos con ellas, caeremos en la condenación.» (Comentarios del élder Wilford Woodruff, a la muerte del élder Ezra T. Benson, Journal of Discourses, vol. 13, p. 327.)
»Hermanos», como dijo el profeta José Smith, »¿no hemos de seguir adelante en una causa tan grande? Avanzad, en vez de retroceder. ¡Valor . . . marchad a la victoria! ¡Regocíjense vuestros corazones y llenaos de alegría! ¡Prorrumpa la tierra en canto! ¡Alcen los muertos himnos de alabanza eterna al Rey Emmanuel quien decretó, antes de existir el mundo, lo que nos habilitaría para redimirlos de su prisión; porque los presos quedaran libres ! Ofrezcamos, pues, al Señor, como Iglesia y como pueblo, y como Santos de los Ultimos Días, una ofrenda en justicia; y presentemos en su Santo Templo.. . un libro, digno de toda aceptación, que contenga el registro de nuestros muertos.» (D. y C. 128:22, 24.)
En el nombre de Jesucristo. Amén.
























