Conferencia General Octubre 1985
¿Cuál es la diferencia?
élder Derek A. Cuthbert
del Primer Quórum de los Setenta
Diez preguntas acerca de las características de la Iglesia del Señor.
Hace mas de mil novecientos años, al escribirles a los santos de Efeso, el apóstol Pablo declaró: «Un Señor, una fe, un bautismo» (Efesios 4:5). ¡Cuanto nos hemos apartado desde entonces, pues en la actualidad existen mas de mil iglesias distintas que profesan ser cristianas !
Durante mis primeros veinticuatro años de vida, fui miembro activo de una de esas iglesias cristianas; no obstante, tenia muchas dudas, por lo que escuche a los jóvenes misioneros mormones cuando tocaron a nuestra puerta en Inglaterra. Hay millones de personas que sienten dudas similares a las mías, son miembros de alguna Iglesia, pero no tienen una comprensión clara de las enseñanzas del Salvador .
Por ello, quisiera sugerir diez preguntas que los miembros de cualquier iglesia podrían hacerles a nuestros misioneros o, de hecho, a cualquier Santo de los Ultimos Días. Mi vida y la de mi esposa cambiaron cuando nos reunimos con los misioneros, les hicimos preguntas y oramos para conocer la verdad
Pregunta numero uno: ¿Por que no nos habla Dios en la actualidad ? Mi esposa y yo éramos adolescentes durante la época de la Segunda Guerra Mundial y esta pregunta acudía con frecuencia a nuestra mente. Sentíamos una fuerte necesidad de tener la guía del Señor en aquel entonces, tal como la sentimos en estos tiempos tan difíciles y peligrosos. En los tiempos antiguos, el Señor declaró por boca del profeta Amós: «Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas». (Amós 3:7.) Yo nunca pense que hubieran cesado las revelaciones solamente porque las que ya se habían recibido se habían publicado en un libro, la Santa Biblia.
Cinco años después de terminar la guerra recibí la respuesta. Dios habla de nuevo mediante sus profetas, y otra vez se recibe revelación de los cielos. Mientras nos enseñaban los misioneros, estas y muchas otras verdades maravillosas nos iluminaron la mente y elevaron nuestra alma. Que emocionante es comprender que vivimos en los últimos días, «los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo». (Hechos 3:21.) Que maravilloso es aprender que existe otro tomo de Escrituras, el Libro de Mormón, que fue revelado mediante un profeta de los últimos días como otro testamento de Jesucristo .
Pregunta numero dos: ¿Como es Dios? El Señor mismo, en su hermosa oración intercesora, suplicó: «Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado». (Juan 17:3.) ¡Que contraste con la enseñanza de la mayoría de las iglesias de que Dios es un misterio, que no podemos ni debemos saber cómo es El!
¡Que maravilloso que el Dios Todo poderoso nos haya dado a conocer su personalidad mediante su amado Hijo, Jesucristo! Nos ha revelado que es nuestro Padre Celestial, que desea que nosotros, sus hijos, estemos en comunicación con El mientras estamos alejados de nuestro hogar celestial. Pedidle a un niño pequeño que cierre los ojos y que piense en Dios y lo describa. ¿Describirá un espíritu? ¡No! Hablara de una persona, amorosa, de faz bondadosa y vestida de blanco. En la Epístola a los Hebreos, Pablo dice que Cristo es, comparándolo con Dios el Padre, «el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia». (Hebreos 1:3. ) SI, la Santa Biblia aclara la duda con respecto a la personal i dad de Dios, pero la gente se ha visto desviada por enseñanzas que no son bíblicas y por verdades a medias. Con el fin de corregir las tradiciones erróneas que se habían transmitido durante siglos, Dios mismo se le apareció al profeta José Smith en un pilar de luz, al lado de su amado Hijo, Jesucristo.
Pregunta numero tres: ¿Que enseña vuestra Iglesia acerca de la vida familiar? Las familias son la fortaleza y la fibra moral de la nación, y cualquier iglesia que afirme ser cristiana debe tener en alta estima la vida familiar como un precioso patrimonio de Dios y como la promesa de una inestimable herencia futura. Estaré eternamente agradecido porque nuestros maestros misioneros nos ampliaron grandemente la visión de lo que es una familia; nos animaron a juntar a nuestro alrededor a nuestros hijos, de mañana y de noche, para tener la oración familiar; después nos explicaron el programa de la noche de hogar que se practica en los hogares de los Santos de los Ultimos Días en todo el mundo. Realmente, el reunirnos por lo menos una noche por semana para hablar de la aplicación de los principios del evangelio, tener actividades divertidas y sanas, desarrollar nuestros respectivos talentos dentro del círculo familiar y orar juntos constituye una gran ancla y fuente de fortaleza. A menudo recordamos las noches de hogar que hemos tenido a través de los años, pero hay algo que se valora aun mas: Aunque anteriormente habíamos estado casados «Hasta que la muerte» nos separa, ahora nos hemos sellado en un templo de los Santos de los Ultimos Días por «tiempo y eternidad». ¡Ahora nuestra familia puede ser eterna!
Pregunta numero cuatro: ¿Como podemos pensar que Dios es justo cuando sabemos que el bautismo es esencial y muchos mueren sin saberlo? Cuando era bebe fui bautizado por aspersión, pero después llegue a comprender que el propósito del bautismo es la remisión de mis propios pecados, no los de Adán ni los de nadie mas. Sentí gran alegría al aprender que los niños pequeños no necesitan bautizarse, pues son inocentes hasta que llegan a la edad de responsabilidad. Pero, ¿que ocurriría a los que tuvieran esa edad y no recibieran el bautismo antes de morir?
Recuerdo a un buen ministro religioso de Sudáfrica que visitaba Salt Lake City. Fue a verme a mi oficina y me pregunto:
-¿En que se basa su creencia en el bautismo por los muertos?
-¿Es esencial el bautismo?-le pregunte.
-Si, me respondió.
-¿Cree usted que Dios es justo?
-Claro que si – contestó.
-Entonces, ¿que les pasara a los que murieron sin bautizarse? -inquirí, y me dijo que a menudo se le había presentado esa misma interrogante.
Le pregunte si había pasado por alto la enseñanza de Pablo: «¿Que harán los que se bautizan por los muertos, si en ninguna manera los muertos resucitan? ¿Por que, pues, se bautizan por los muertos’?» (1 Cor. 5:29.) El ministro me miro y me dijo suavemente:
Gracias por aclararme esa enseñanza.
Me dio gusto que comprendiera, pero sentí pena de que el y muchos mas no lo hubieran visto antes. Sí, nuestro Padre Celestial ama a todos sus hijos y ha proporcionado la manera para que todos regresen a su presencia.
Pregunta numero cinco: Puesto que Dios nos ama tanto, ¿por que no nos advierte del peligro del alcohol, el tabaco y otras drogas? Son tantos los hijos de Dios que se degradan mediante su dependencia de substancias nocivas. El se interesa en el bienestar de todos, y en el año 1833 dio una advertencia por medio de José Smith, profeta de los últimos días. Esta ley de salud se llama la Palabra de Sabiduría. ¡Como quisiera que el mundo siguiera los consejos del Señor recibidos mediante el Profeta, pues gran parte del crimen, de la enfermedad y de la infelicidad que hay en el mundo esta relacionada con las drogas.
Pregunta numero seis: ¿Que otros cuidados os brinda vuestra Iglesia y como satisface vuestras necesidades? A lo largo de mis años como miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días he apreciado la oportunidad de rendir servicio, pues no tenemos un clero remunerado. Todo varón mayor de doce años, que sea miembro digno de la Iglesia puede poseer un oficio en el sacerdocio. En forma similar, las jóvenes y mujeres de la Iglesia reciben muchas asignaciones para dirigir, enseñar y servir. Los maestros orientadores del sacerdocio y las maestras visitantes de la Sociedad de Socorro, cuyo lema es «El amor nunca deja de ser», visitan a todas las familias una vez por mes y atienden sus necesidades. También disfrutamos de actividades físicas, espirituales y sociales y recibimos instrucciones en materias como la preparación personal y familiar, incluso en la producción de alimentos y el almacenamiento en el hogar.
Aquellos que pasan por tiempos difíciles por desempleo o enfermedad reciben ayuda para rehabilitarse y volver a establecerse; esa asistencia se recibe de los miembros en general, quienes ayunan dos comidas por mes y donan ese dinero para ayudar a los pobres y a los necesitados. Si, el Señor vela por nosotros, nos aconseja y nos advierte mediante sus ministros, que han sido nombrados y ordenados con ese fin. Estas enseñanzas y programas inspirados se comparten ahora con los hijos de Dios en todo el mundo.
Pregunta numero siete: ¿Por que enviáis misioneros a todo el mundo, cuando la mayoría de las Iglesias se concentran en los países en vías de desarrollo? Debo confesar que yo tenia esa pregunta en mente cuando los dos jóvenes tocaron a mi puerta y anunciaron que eran misioneros. Habiendo estudiado el Nuevo Testamento. debí haber conocido la respuesta, pues el Salvador la dio claramente cuando instruyó a sus Apóstoles poco antes de su ascensión, diciéndoles: «Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo». (Mateo 28:19 ) El hecho de que el Señor diera este mandato es justificación suficiente para llevar el evangelio a todos los confines de la tierra. Los habitantes de todas las naciones necesitan recibir la verdad, el propósito y la felicidad que ofrece la plenitud del evangelio; todos deberían estar interesados en la verdad, así que a los de todos los dogmas les decimos: Conservad la verdad que tenéis y nosotros le añadiremos». Es por esto que decenas de millares de jóvenes y señoritas y mas de mil parejas jubiladas dan voluntariamente entre dieciocho meses y dos años de su vida para predicar el evangelio restaurado de Jesucristo en todo el mundo.
Pregunta numero ocho: Según vosotros, ¿cual es el propósito de la vida? Básicamente, esa pregunta podría expresares de la siguiente manera: «¿Por que estoy aquí?» Todos sienten profundamente la necesidad de conocer la respuesta con el fin de tener un propósito en su vida. Tal como lo hacen todos los padres amorosos, nuestro Padre Celestial trazó un plan para nosotros, sus hijos, antes de la existencia de esta tierra. En ese periodo de tiempo, al que llamamos la existencia premortal, vivimos con Dios como hijos espirituales suyos. Para poder progresar mas, fue necesario que viviéramos en la tierra recibiendo un cuerpo físico que nos darían nuestros padres terrenales. Al estar un tiempo alejados de la presencia de Dios, aprendemos a andar por fe y desarrollamos cualidades que con el tiempo nos permitirán regresar a nuestro hogar celestial siendo ya seres resucitados.
El Dios Todopoderoso, nuestro Padre Celestial, ha declarado su gran propósito y plan para sus hijos: »Porque, he aquí, esta es mi obra y mi gloria: Llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna del hombre». (Moisés 1:39. ) Si no tuviéramos este periodo de vida terrenal, no podríamos alcanzar la inmortalidad ni la vida eterna.
Pregunta numero nueve: ¿Como se sabe que las respuestas que se han dado son verdaderas? Lo se por el testimonio que tengo, el cual viene de muy dentro de mi alma y es de origen divino. Los misioneros me trajeron un don especial que recibí después del bautismo.
«¿Un don’? ¿Quiere decir un regalo’? ¿Que le compraron que le ha hecho tan feliz y tan seguro de que Dios y Cristo viven y que nos hablan en estos días mediante los profetas?»
No, el regalo no se compró, a no ser mediante la sangre expiatoria de Jesucristo. El prometió que enviaría un Consolador, el Espíritu Santo, para guiar, bendecir y consolarnos y testificar de la verdad.
«¿Quiere decir que tiene el don del Espíritu Santo que se prometió y se otorgó en la Iglesia antigua?»
Sí, después de que salí del agua, un varón que poseía la autoridad de Jesucristo me colocó las manos sobre la cabeza y recibí el Espíritu Santo como compañero constante; este testifica de la verdad y da testimonio del Padre y del Hijo.
Pregunta numero diez: ¿Como puedo saber yo mismo si lo que vosotros enseñáis es verdad ? La siguiente promesa, que se encuentra en el Libro de Mormón, es extraordinaria, verdadera y de importancia eterna para todos los que hagan esta pregunta.
«Y cuando recibáis estas cosas, quisiera exhortaros a que preguntéis a Dios el Eterno Padre, en el nombre de Cristo, si no son verdaderas estas cosas; y si pedís con un corazón sincero, con verdadera intención, teniendo fe en Cristo, el os manifestara la verdad de ellas por el poder del Espíritu Santo;
«y por el poder del Espíritu Santo podréis conocer la verdad de todas las cosas. » (Moroni 10:4-5)
Sí, mi querido amigo inquisitivo, aumentaremos la verdad que usted ya conoce, pues Dios habla de nuevo mediante sus profetas, habiéndose revelado al hombre en estos tiempos modernos. Es posible que las familias sean eternas, pues Dios ha restaurado las sagradas ordenanzas del templo tanto para los que viven como para los que han muerto. Es mas, nos ha dado una ley de salud, un programa de bienestar y un sistema misional; ha revelado el propósito de la vida y nos ha dado la compañía del Espíritu Santo para que podamos testificar a otros y saber nosotros mismos que esta es la Iglesia del Cristo viviente, y que El habla mediante un Profeta que tiene en la tierra, nuestro amado presidente Spencer W. Kimball. Lo testfico en el nombre de Jesucristo. Amén.
























