Tirando de la red del evangelio

Conferencia General Octubre 1986logo 4
Tirando de la red del evangelio
élder Joseph B. Wirthlin
del Quórum de los Doce Apóstoles

Joseph B. Wirthlin«La misión que tenemos es poner las manos en la red y ayudar a pescar a miles de buenos hombres y mujeres que están buscando la verdad.»

Mis amados hermanos y hermanas, con toda humildad y gratitud solicito vuestras oraciones y fe en esta importante, humilde y sagrada asignación que se me ha otorgado. A nuestro Señor y Salvador Jesucristo, y al presidente Ezra Taft Benson, nuestro Profeta, Vidente y Revelador, les prometo que haré lo mejor, que haré todo lo que pueda para edificar el reino de Dios sobre la tierra.

El viernes pasado, al salir de la oficina del presidente Benson, estaba profundamente sorprendido y conmovido, y aun lo estoy, y supongo que este sentimiento me acompañará por muchos años; sin embargo, haré lo mejor posible en todas las asignaciones que reciba.

Rindo homenaje a mi querido padre terrenal, quien me enseñó humildad, diligencia, honradez, confianza, amor por la constitución de nuestro querido país, reverencia y honor hacia los siervos escogidos de Dios y especialmente a nuestro profeta.

A mi madre, quien tuvo una visión de la eternidad varias noches antes de fallecer, también le rindo tributo, primero por haberme dado la vida y luego por las importantes lecciones que me enseñó. Ella nunca permitió una realización mediocre y se aseguró de que no tomáramos demasiado tiempo para cumplir con nuestras obligaciones.

También rindo tributo a mi amada esposa, Elisa, quien estoy seguro se parece a Rebeca de la antigüedad. Si ella hubiera sido una pionera, quizá tirando de un carro de mano desde Nueva York, probablemente habría sido una de las primeras en llegar. Me ha apoyado siempre en mi servicio en la Iglesia y ha criado a nuestros hijos en verdad y rectitud.

A nuestros ocho hijos, siete maravillosas hijas y un noble varón, quien se llevó muy bien con sus hermanas, los quiero reconocer también. Cada uno de ellos ha sellado su matrimonio en el templo.

A mis colegas con quienes he servido a través de los años, les agradezco por lo que me han apoyado y ayudado para ser un mejor siervo. Son demasiado numerosos para nombrarlos a todos, pero les agradezco y ruego que el Señor les acompañe siempre.

He amado todas las asignaciones que he tenido en el reino. Y en tal servicio, cada día parecía ser domingo por motivo de que estaba al servicio del Señor.

A continuación, desearía dar un informe breve de nuestra experiencia en Europa. Agradezco a la Primera Presidencia la oportunidad que tuve junto con la hermana Wirthlin de presidir el Area de Europa de la Iglesia. Estos dos últimos años han sido emocionantes y llenos de experiencias hermosas que nunca olvidaremos. La siguientes palabras de un miembro devoto que vive en Europa Oriental demuestra vívidamente lo que deseo comunicar. El dijo:

«¡Si tan sólo pudiera ver la fe y el entusiasmo de nuestros miembros aquí. Créame, nuestra religión es lo único que tenemos, y la amamos profundamente. «

Ya sea que vivamos en Europa Oriental o no, esta verdad, como una imponente montaña, sobresale. Nuestra religión es verdaderamente la única cosa que un día nos quedara y debemos amarla profundamente.

Esta eterna verdad se hizo evidente muchas veces durante nuestra estadía de dos años en el área de Europa, la cual se extiende desde Finlandia, Suecia y Noruega por el norte, hasta la parte mas austral de Africa, y comprende alrededor de 230.000 miembros de la Iglesia. Me gustaría compartir unas cuantas de las experiencias que han mantenido brillante la llama de nuestra fe

En Portugal, en la ciudad de Funchal, de la islas Madera, vivía una señora de nombre Asençao Frango, quien había sido monja por veinte años. De hecho, había sido la madre superiora de un hogar de niños pobres y huérfanos. Hacia el termino de una asignación de enseñanza de cuatro años, al comienzo de su vida como monja, los doctores le diagnosticaron cáncer a la garganta. Su madre había fallecido de lo mismo. A pesar de que sabia que el constante deterioro de su salud la llevaría a una muerte segura, tenia la fuerte impresión de que su obra en la tierra no había terminado. Oro fervientemente por la restitución de su salud y fue sanada, sin ningún problema o necesidad de atención medica.

Cuando su iglesia decidió cerrar el hogar de niños, al cual estaba asignada, ella lo mantuvo por su propia cuenta por cuatro años, usando una herencia que había recibido de sus padres fallecidos, hasta que los niños que vivían allí fueron adoptados o pudieron valerse por si mismos.

Al escuchar de una nueva religión, por curiosidad asistió a su primera reunión de nuestra Iglesia con una amiga. La reunión se efectuó en el garaje con piso de tierra de un miembro; sin embargo, el espíritu de la reunión le impresiono. Los élderes comenzaron a enseñarle las charlas y la invitaron a bautizarse. Ella rehusó diciéndoles que ya había sido bautizada. Los élderes insistieron, invitándole a leer el Libro de Mormón y le dijeron: «Si este libro es la palabra verdadera de Dios, entonces José Smith es un verdadero profeta y La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días es verdadera. Si es así, usted necesita ser bautizada en la Iglesia verdadera de Dios».

Ella leyó el Libro de Mormón y obtuvo un fuerte testimonio de su divinidad. Mas adelante, detuvo a los misioneros después de una charla acerca de la Trinidad y les pidió que la bautizaran. Un año mas tarde, se presentaba en el umbral de la casa del presidente de la Misión de Lisboa, Reuben P. Ficklin. Obtuvo su recomendación para el templo, y estaba ansiosa de viajar al Templo de Suiza para hacer convenios sagrados con su Padre Celestial.

En Suecia, el obispo Krister Stendhal de la iglesia Luterana visitó el Templo de Estocolmo unos días antes de su dedicación. La siguiente cita, publicada en un periódico sueco, es una inspirada descripción de su experiencia:

«Imagínense, se ha erguido un templo para la gloria de Dios, revestido en blanco esplendor, con esbeltas torres y agujas. No una capilla ni una parroquia, sino un templo para ordenanzas sagradas efectuadas digna y solemnemente.

«Un templo donde el salón central es llamado ‘El cuarto celestial’. Un templo donde los fieles realizan obra vicaria de acuerdo con la declaración de Pablo con respecto al bautismo por los muertos ( I Corintios 15:29).

«Todo esto a consecuencia de una visión y llamamiento de José Smith. . .

«¿Que podemos decir y pensar al respecto? El pretender que no nos incumbe el hecho de que los mormones, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días, hayan construido un templo entre nosotros seria egoísta o condescendiente .

«Por lo tanto, me regocijare con ellos por este templo que han erigido con tanto sacrificio para la gloria de Dios. El experimentar su gozo y orgullo por la belleza del templo es algo que conmueve el corazón en una manera especial.» (Svenska Syrkans Tidning, 11 de julio de 1985, pág. 1)

El presidente Thomas S. Monson me ha dado permiso para compartir con  vosotros sus impresiones cuando rededicó la República Democrática Alemana para el progreso de la obra de la Iglesia:

«A las 7:30 de la mañana del 27 de abril de I975 viajamos al punto previamente seleccionado para ofrecer la oración especial que me sentí inspirado a ofrecer en esta tierra. . . Caminamos a través del bosque . . . hasta un claro desde el cual se veía el río Elba, con Missen a la derecha y Dresde a la izquierda, siendo Missen el lugar de nacimiento de Karl G. Maeser, el fundador de la Universidad Brigham Young. . . Durante la oración, dije: ‘Hoy es el amanecer de un nuevo comienzo para esta hermosa tierra’. Al pronunciar estas palabras, escuchamos el sonido distintivo del cacareo de un gallo, seguido por el tañido de las campanas de una catedral a la distancia. El día había estado nublado, pero durante la oración el sol brilló radiantemente sobre nosotros, dándonos de su calor y asegurándonos que nuestro Padre Celestial estaba complacido con la oración que se ofrecía. . . Al regresar a nuestros automóviles, el sol desapareció del cielo y este se volvió a nublar» (diario personal de Thomas S. Monson).

En esta oración dedicatoria, el presidente Monson dijo: »Padre Celestial, abre el camino para que a los fieles se les conceda el privilegio de ir a tu santo templo a recibir su santa investidura y ser sellados como familias por este tiempo y la eternidad» (Ibid) .

Esta oración se ofreció el domingo, 27 de abril de 1975, en un momento en que cualquier idea de un templo estaba fuera de cualquier posibilidad. Se cumplió el 29 de junio de 1985 con la dedicación del hermoso Templo de Freiberg.

Como sabéis, en este momento los templos están o muy pronto estarán al alcance de muchos miembros del área Europea, a partir del Templo de Suecia en el norte hasta el Templo de Sudáfrica en el sur, con el Templo de Londres y el Templo de Suiza de intermedio. Muchos países en el área Europea se están convirtiendo en tierras de templos. El Templo de Francfort, ubicado en los suburbios de Friedricisdorf, cuna de los Hugonotes, casi esta terminado. La construcción de estos templos en el área de Europa es un milagro moderno. La obra de los templos esta avanzando a paso acelerado.

Viajamos a Ghana en Africa Occidental. Allí la Iglesia esta creciendo rápidamente y a paso muy seguro. Viajamos a lo largo de la hermosa costa hasta una capilla recientemente construida. Luego de haber tenido una reunión allí, viajamos con el presidente y la hermana Miller a la aldea de Cabo Costa.

Durante la puesta del sol vimos como una gran multitud de aldeanos, jóvenes, ancianos y de mediana edad tiraban juntos de una inmensa red, tratando de sacarla del agua. Nos detuvimos y les preguntamos que estaban haciendo. Estaban sacando la pesca del día y en la red habla peces de diversos tamaños y variedades. Cada aldeano puso sus manos en la red para ayudar a sacar la pesca. Acudió a mi mente el pensamiento del recogimiento de Israel en los últimos días, como se menciona en Jeremías. El Señor dijo: «He aquí que yo envío muchos pescadores . . y los pescaran» (Jeremías 16:16).

Esa, hermanos y hermanas, es la misión que tenemos como miembros de la Iglesia: Poner las manos en la red y ayudar a pescar a miles de buenos hombres y mujeres que están buscando la verdad. Con este tipo de esfuerzo, el área de Europa ha estado sacando estas redes llenas de conversos, con un aumento en dos años de un 33% en la cantidad de bautismos de conversos.

Al reflexionar sobre nuestra experiencia en Europa, me impresionaron estos pensamientos. El evangelio de Jesucristo es mas duradero que la fama, mas precioso que las riquezas, mas deseable que la felicidad. El comprender y vivir el evangelio nos guía a la posesión de un carácter semejante al de Cristo. La meta de cada uno de nosotros es vivir una vida grandiosa y ejemplar. En esta época, cuando la maldad esta en todas partes, se necesita un carácter noble. Y deseo exhortar a nuestra juventud a que viva el evangelio, desarrolle un carácter fuerte y no se deje dominar por aquellas cosas que la desvíe de la rectitud.

Nuestro Padre Celestial nos ha investido con un corazón valeroso, con fe, con una fuerte voluntad, y con la habilidad de comprender y ver claramente la diferencia entre lo bueno y lo malo. Misericordiosamente ha investido a cada miembro de la Iglesia con el don del Espíritu Santo, que nos da visión y poder personal.

De manera que, aunque las tareas de la vida se dificulten, y aunque las tristezas nos agobien con pesadas cargas, la luz que emana de nuestro Salvador nos gula sin cesar. La autodisciplina puede y gobernara nuestra vida.

Hermanos y hermanas, para terminar me gustaría decir que esta es la manera en que tratamos de representar a la Iglesia en Europa. Testifico que Dios vive, que Jesús es el Cristo, que Ezra Taft Benson es nuestro Profeta, Vidente y Revelador, y que posee las llaves del reino. Amo esta Iglesia con todo el corazón y haré lo mejor para servir, en el nombre de Jesucristo. Amen.

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