En la Judea Tierra de Dios
Letra y música: John Menzies Macfarlane, 1833–1892.

| 1. En la Judea, en tierra de Dios, fieles pastores oyeron la voz: ¡Gloria a Dios, gloria a Dios, gloria a Dios en lo alto! ¡Paz y buena voluntad! ¡Paz y buena voluntad! |
3. Y con los ángeles santos de Dios, siempre cantemos con alma y voz: ¡Gloria a Dios, gloria a Dios, gloria a Dios en lo alto! ¡Paz y buena voluntad! ¡Paz y buena voluntad! |
| 2. Dulces los cánticos de Su amor, dulce mensaje de paz y loor: ¡Gloria a Dios, gloria a Dios, gloria a Dios en lo alto! ¡Paz y buena voluntad! Paz y buena voluntad! |
4. Día vendrá que en todo lugar hombres vendrán en unión a cantar: ¡Gloria a Dios, gloria a Dios, gloria a Dios en lo alto! ¡Paz y buena voluntad! ¡Paz y buena voluntad! |
Las palabras y la melodía del himno “en la Judea tierra de Dios” fueron obra de John Menzies Mcfarlane, hijo de John y Annabella Sinclair Mcfarlane nacido el 11 de octubre de 1833, en Sterling, cerca de la Ciudad de Glasgow, Scotland. Su padre era el cochero del Duque y cuando la Reina de Inglaterra visitó Scotland, él fué asignado como cochero de ella. El padre murió cuando John era todavía muy joven. John vino a América con la familia y se estableció en Cedar City Utah en 1851 ó 1852, en donde casó con Ann Chatterley. El organizó un coro y cuando St George fué fundada, llevó su coro allá y dió un concierto para animar al pueblo. Después del concierto Erastus Snow le dijo: “Necesitamos un coro en St George, vaya a su casa y venda todo lo que tenga y vengase a vivir aquí”.
Así lo hizo él. Mientras tanto ayudó a colonizar Torquerville y contruyó la primera casa allí.
Cuando el último Obispo Scanlon de la Iglesia Católica visitó a Silver Reef un campo minero floresciente en aquellos días, él expresó el deseo de celebrar una misa en St George. Las autoridades de los Santos de los Últimos Días, con una liberalidad por la cual se caracterizan, consintieron en ello y el Hno. Macfarlane sometió a su coro a una práctica de seis semanas para aprender la misa latina. Fué celebrada en el Tabernáculo de St George. En éste tiempo él pensó que había necesidad de más cantos de Navidad, así que compuso: “En la Judea Tierra de Dios” cuya popularidad ha traspasado los límites de nuestra propia Iglesia.
























Me gusta la historia de este himno lo cantaremos con mucho amor al señor este próximo Domingo
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