Con santidad de corazón

Mientras crecía en Herriman, Utah, Bonnie Dansie Parkin (n. 1940) aprendió de su abuela, Agnes Kunz Dansie, independencia y devoción a la Sociedad Socorro. La hermana Dansie era activa en la Sociedad de Socorro, y estaba orgullosa de haber contribuido a los fondos para la construcción del Edificio de la Sociedad de Socorro. Ferviente defensora de la educación en general, y de la educación de las mujeres en particular, la hermana Dansie de vez en cuando le enviaba a la hermana Parkin billetes de un dólar para apoyarla mientras estudiaba Magisterio en la Universidad del Estado de Utah, donde obtuvo su licenciatura en 1962. La hermana Dansie ganaba esos dólares escribiendo una columna para el Midvale (Utah) Sentinel y vendiendo los huevos de sus gallinas1.

A lo largo de su vida, la hermana Parkin halló fortaleza en el cumplimiento de los convenios. En Seattle, Washington, ella era una madre primeriza con muy poco dinero y un esposo, James L. Parkin, que se ausentaba a menudo para cumplir con sus responsabilidades como médico residente en la Universidad de Washington y miembro del obispado2. Durante aquella ajetreada época, la hermana Parkin hizo de sus compromisos en la Iglesia su prioridad, sirviendo como presidenta de la Primaria y estudiando el Libro de Mormón y la Biblia con una amiga3. El hermano y la hermana Parkin continuaron también pagando su diezmo, aun cuando sus ingresos eran tan bajos que el obispo les preguntó si estaban pagando lo que debían, ya que se preguntaba cómo podían vivir con tan poco4. Una manera en que el matrimonio Parkin hacía hincapié en los convenios con sus cuatro hijos, era mediante la celebración entusiasta de los bautismos. Ellos se preparaban teniendo lecciones y conversaciones en la noche de hogar, comprando ropa nueva, invitando a los abuelos y los amigos y compartiendo un almuerzo después en su hogar5.

​La hermana Parkin estuvo en la Mesa Directiva General de la Sociedad de Socorro entre 1990 y 1994, cuando se unió a la Presidencia General de las Mujeres Jóvenes6. Solo seis meses después de aceptar este nuevo cargo, ella habló en la conferencia general7. Había escrito su discurso y estaba con unos invitados en casa justo antes de la conferencia cuando se dio cuenta de que había preparado “el discurso equivocado”8. Así que empezó desde el principio, esta vez escribiendo un discurso sobre los convenios, con especial hincapié en los convenios que se describen en Mosíah 18:8–9 de “llevar las cargas los unos de los otros… llorar con los que lloran… consolar a los que necesitan de consuelo, y ser testigos de Dios en todo tiempo”. Ella también describió los convenios desde el punto de vista de las promesas del templo “de ser obedientes, de sacrificarnos, de mantenernos puros y dignos, de ayudar en la propagación de la verdad, de ser castos, de orar, de vivir el Evangelio, de ser siempre fieles”9.

En la mañana del 25 de febrero de 2002, el matrimonio Parkin fue emplazado telefónicamente a reunirse con el Presidente de la Iglesia, Gordon B. Hinckley. Después de hablar con ellos, el presidente Hinckley miró a Bonnie y dijo: “La llamo a ser Presidenta General de la Sociedad de Socorro”10. Como Presidenta, la hermana Parkin tenía prioridades concretas. spa ejemplo, sentía la necesidad de ayudar a las jovencitas a aprender a amar la Sociedad de Socorro11. Durante los primeros años de su servicio en la Mesa Directiva General, ella estuvo en el comité asignado a ayudar a las mujeres jóvenes a hacer una transición agradable de la organización de las Mujeres Jóvenes a la Sociedad de Socorro12. Sus visitas a las sociedades de socorro en Inglaterra cuando su esposo y ella presidían la Misión Londres Sur influyeron también en las prioridades de la hermana Parkin como Presidenta General13. Ella admiraba el modo en que las hermanas de la Sociedad de Socorro habían compartido abiertamente en sus reuniones tanto las cosas difíciles como las cosas buenas de sus vidas. Incluso fuera de las reuniones, ellas se apoyaban diligentemente unas a otras spa medio de las visitas de maestras visitantes y el servicio caritativo, a pesar de las inconveniencias logísticas de vivir en barrios que abarcaban grandes distancias. Muchos de los miembros eran nuevos conversos que frecuentemente describían cómo sus convenios los habían bendecido14.

La hermana Parkin y sus nuevas consejeras hicieron de los convenios una parte de su declaración de objetivos. Ellas querían ayudar a las mujeres a “sentir a diario el amor del Señor en sus vidas, a guardar sus convenios, ejercer la caridad y fortalecer a las familias”15. La hermana Parkin dio el siguiente discurso, también sobre los convenios, en una reunión general de la Sociedad de Socorro seis meses después de ser llamada como Presidenta16.


Notas

  1. “Bonnie D. Parkin, Presidenta General de la Sociedad de Socorro”Liahona, julio de 2002, pág. 124; Bonnie D. Parkin, entrevista con Kate Holbrook, 10 de septiembre de 2015, págs. 1–2, 6, 8, en posesión de los editores.
  2. James L. Parkin estudió Otorrinolaringología. (Parkin, entrevista, págs. 2–4).
  3. Parkin, entrevista, págs. 3–4; Bonnie D. Parkin, “Un festín sin dieta”, Liahona, julio de 1995, pág. 103.
  4. Parkin, entrevista, pág. 3.
  5. Parkin, entrevista, pág. 9.
  6. “Bonnie D. Parkin, Presidenta General de la Sociedad de Socorro”, pág. 124; Gordon B. Hinckley, “La Asamblea Solemne: Sostenimiento de oficiales de la Iglesia”Liahona, enero de 1995, pág. 6.
  7. Bonnie D. Parkin, “Regocijémonos en nuestros convenios”, Liahona, julio de 1995, págs. 88–90.
  8. Parkin, entrevista, pág. 13.
  9. Parkin, “Regocijémonos en nuestros convenios”, pág. 88.
  10. “History of the Relief Society: The Bonnie Parkin Administration, 2002–2007”, 2012, págs. 2–3, Biblioteca de Historia de la Iglesia (CHL, spa sus siglas en inglés).
  11. “History of the Relief Society”, pág. 14; Parkin, entrevista, pág. 15.
  12. Parkin, entrevista, pág. 15.
  13. “Bonnie D. Parkin, Presidenta General de la Sociedad de Socorro”, pág. 124.
  14. Parkin, entrevista, págs. 12–13.
  15. Parkin, entrevista, pág. 17.
  16. Thomas S. Monson, “El sostenimiento de oficiales de la Iglesia”, Liahona, julio de 2002, pág. 24.
  17. Veinte mujeres se reunieron en la primera reunión de la Sociedad de Socorro en Nauvoo, Illinois, el 17 de marzo de 1842. Para la última reunión en Nauvoo, el 16 de marzo de 1844, unas 1.336 mujeres se habían unido a la organización. (Jill Mulvay Derr, Carol Cornwall Madsen, Kate Holbrook y Matthew J. Grow, eds., The First Fifty Years of Relief Society: Key Documents in Latter-day Saint Women’s History [Salt Lake City: Church Historian’s Press, 2016], págs. 24–26).
  18. Citado en el original: “‘Caminando a la luz del Señor’Liahona, enero de 1999, pág. 115”. Gordon B. Hinckley llegó a ser Presidente de la Iglesia en marzo de 1995.
  19. Esta expresión aparece muchas veces en las Escrituras de los Santos de los Últimos Días; véanse, spa ejemplo, Isaías 6:82 Nefi 16:8Moisés 4:1; y Abraham 3:27.
  20. La hermana Staines nació en 1823 y murió en Salt Lake City en 1899. (Edward W. Tullidge, Women of Mormondom [New York: Tullidge and Crandall, 1877], pág. 285; Priscilla M. Staines, 4 de enero de 1899, en “Utah, Salt Lake County Death Records, 1849–1949”. Accedido: 22 de julio de 2015, familysearch.org).
  21. Tullidge, Women of Mormondom, págs. 287–288. Para saber más sobre los inicios de la obra misional en Inglaterra, véase James B. Allen, Ronald K. Esplin y David J. Whittaker, Men with a Mission, 1837–1841: The Quorum of the Twelve Apostles in the British Isles (Salt Lake City: Deseret Book, 1992).
  22. Citado en el original: “Citado en Edward W. Tullidge, The Women of Mormondom, 1877, pág. 287; véanse también las páginas 285–286, 288”.
  23. Véanse Levítico 19:28Deuteronomio 6:5Mateo 22:37–39; y Mosíah 18:8–10.
  24. Véase James E. Talmage, The House of the Lord (Salt Lake City: Deseret News, 1912), pág. 100.
  25. “New Mission Presidents”, Church News, 5 de abril de 1997.
  26. [26]Citado en el original: “3 Nefi 27:21”.
  27. Gordon B. Hinckley, “Los tiempos en los que vivimos”Liahona, enero de 2002, pág. 85.
  28. Citado en el original: “D. y C. 20:77, 79”.
  29. Véanse, spa ejemplo, Edward Leo Lyman, Susan Ward Payne y S. George Ellsworth, eds., No Place to Call Home: The 1807–1857 Life Writings of Caroline Barnes Crosby, Chronicler of Outlying Mormon Communities (Logan: Utah State University Press, 2005), págs. 69–86; Maurine Carr Ward, ed., Winter Quarters: The 1846–1848 Life Writings of Mary Haskin Parker Richards (Logan: Utah State University Press, 1996), págs. 13–15; y Patricia H. Stoker, “‘The Lord Has Been My Guide’: Cordelia Calista Morley Cox”, en Women of Faith in the Latter Days: Volume Two, 1821–1845, ed. Richard E. Turley, hijo, y Brittany A. Chapman (Salt Lake City: Deseret Book, 2012), págs. 45–60.
  30. Citado en el original: “Efesios 4:14”.
  31. Véanse Isaías 5:20; y 2 Nefi 15:20.
  32. Citado en el original: “Véase Liahona, enero de 1999, pág. 117”. El discurso del presidente Hinckley al que se hace referencia aquí se titulaba “Caminando a la luz del Señor”.
  33. Mary Twinberrow Wattis Bennett [Kay]. (Jay Greaves Burrup, “Mary’s Altar”, Pioneer, tomo XLVII, nro. 1 [primavera de 2000], págs. 10–16; “Mary T. Kay”, Ogden Standard, 27 de septiembre de 1896, pág. 7; Tullidge, Women of Mormondom, pág. 291).
  34. Citado en el original: “Véase Tullidge, Women of Mormondom, págs. 289, 291”.
  35. Citado en el original: “D. y C. 46:7”.
  36. Citado en el original: “‘Más santidad dame”Himnos, nro. 71”.
  37. Citado en el original: “Tullidge, Women of Mormondom, pág. 288”.
  38. El presidente Gordon B. Hinckley asistió a esta reunión, aunque no habló. (James E. Faust, “Todas son enviadas del cielo”Liahona, noviembre de 2002, pág. 110).
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