El sermón final del Rey Benjamín (Mosíah 1-3)

Guía de estudio del Libro de Mormón

El sermón final del Rey Benjamín
(Mosíah 1-3)

Haciendo las cosas preciosas simples
Randal S. Chase


Este período de historia nefita está registrado en varios libros diferentes. Tenemos que consultarlos todos para obtener un contexto exacto del tiempo y el lugar del sermón del Rey Benjamín. El siguiente, es un resumen.

•  Omni 1:12-13 El Rey Mosíah (Mosíah I) guía a los nefitas de la tierra de Nefi a Zarahemla. Mosíah «fue advertido por el Señor que huyera de la tierra de Nefi, y que cuantos quisieran escuchar la voz del Señor también deberían partir con él de la tierra de Nefi hacia el desierto» (v. 12) Mosíah y los otros obedecieron y «fueron conducidos por muchas predicaciones y profecías» (v. 13). Supuestamente por Mosíah, a través del desierto hasta que llegaron a la tierra de Zarahemla (v 13).

•  Omni 1: 23-25 Benjamín devino rey después de la muerte de Mosíah I. Amalekí, el último hombre que escribe en el libro de Omni, nació en los días del Rey Mosíah; y yo viví para ver su muerte y la sucesión de su hijo Benjamín al trono (v. 23). Él escribió lo concerniente a las guerras entre los nefitas y los lamanitas, y cómo Benjamín echó a los lamanitas fuera de la tierra de Zarahemla (v. 24). Eventualmente, siendo viejo y sin un heredero, Amalekí puso las planchas menores de Nefi en manos del Rey Benjamín (v. 5).

•  Palabras de Mormón 1:12-18 El Rey Benjamín estableció la paz a través de la tierra.Él defendió a su gente con gran fortaleza y son la espada de Labán (v. 13); y eventualmente tuvo éxito en echar a todos los lamanitas fuera de la tierra de Zarahemla (v. 14). Cuando los falsos Cristos y los falsos profetas emergían, eran castigados de acuerdo a la ley de los lamanitas (v. 16), pero el Rey Benjamín «hombre santo y reinaba sobre su pueblo con justicia» junto con muchos otros hombres santos en la tierra, enseñaba con «mucha severidad a causa de la obstinación del pueblo» (v. 17). De esta manera, ellos eventualmente establecieron la paz en la tierra (v. 18).

•  Mosíah 6:7 El impacto del liderazgo del Rey Benjamín. El Rey Mosíah II hizo que su gente cultivara la tierra para su sustento. Como su rey, y siguiendo el ejemplo de su padre justo el Rey Benjamín, también cultivó la tierra para que él no se volviera una carga para ellos. El efecto de este liderazgo fue paz «y no hubo contiendas entre todo su pueblo por el espacio de tres años.»

•  Mosíah 29:13 Su hijo Mosíah II paga tributo a la grandeza del Rey Benjamín. Al momento de su muerte, su hijo Mosíah II (que fue llamado como su abuelo) pagó tributo al liderazgo de su padre. Él dijo: «Si fuese posible que tuvieseis por reyes a hombres justos que establecieran las leyes de Dios y juzgaran a este pueblo según sus mandamientos, sí, si tuvieseis por reyes a hombres que hicieran lo que mi padre Benjamín hizo por este pueblo, os digo que si tal fuese siempre el caso, entonces convendría que siempre tuvieseis reyes para que os gobernaran.»

EL ESTABLECIMIENTO DEL SERMÓN (Mosíah 1)

El Rey Benjamín encarga a sus Hijos

Al principio del libro de Mosíah, el Rey Benjamín está cerca del fin de su vida. Su sermón final, es uno de los más emotivos y significativos en el Libro de Mormón.

•  Mosíah 1:1-8 El Rey Benjamín le enseña a sus hijos la importancia de las escrituras. El Rey Benjamín tenía tres hijos—Mosíah, Helorum y Helamán—quienes fueron instruidos » en… el idioma de sus padres,» para que ellos fueran capaces de leer y entender los grabados hechos por Nefi, Jacob y otros (versículos 1-2). El Rey Benjamín también los instruyó sobre las planchas de bronce y su gran importancia diciendo: «Si no fuera por estas planchas, que contienen estos registros y estos mandamientos, habríamos padecido en la ignorancia… no conociendo los misterios de Dios» (vv 3-4). La palabra «misterios» en este caso se refiere a las verdades espirituales conocidas sólo por revelación.

Estos versos enseñan que Lehi podía leer las planchas de bronce porque él había sido «instruido en el idioma de los egipcios» (v. 4), lo cual sugiere que estos fueron escritos en egipcio. Lehi le enseñó este idioma y el contenido de las planchas de bronce a sus hijos, y ellos a sus hijos, hasta el tiempo del Rey Benjamín. Si esto no se hubiera hecho, los nefitas hubiesen estado en una situación peor que los lamanitas «que nada saben de estas cosas, y ni siquiera las creen cuando se las enseñan, a causa de las tradiciones de sus padres, las cuales no son correctas» (v. 5). El Rey Benjamín exhortó a sus hijos a recordar que las escrituras en las planchas de bronce son verdaderas, como lo son los escritos de las planchas de Nefi; todas la cuales estaban en posesión de él (v. 60). Él le mandó a ellos a «estudiarlas diligentemente» y prometió que si lo hacían, y si guardaban los mandamientos contenidos en las planchas, «prosperan en la tierra, de acuerdo con las promesas que el Señor hizo a nuestros [sus] padres» (v. 7).

Una Solemne Asamblea

•  Mosíah 1:9-10 El Rey Benjamín convoca una asamblea solemne con toda su gente reunida; para poder conferirle el reino a su hijo Mosíah II. Benjamín ya está viejo y sintió la necesidad de conferirle el reino a unos de sus hijos (v. 9). Él hizo que trajeran a Mosíah ante él, y le dijo que llamaría una solemne asamblea del pueblo. Él le dijo a su hijo: «Mañana proclamaré a este mi pueblo por mi propia boca, que tú eres rey y gobernante de este pueblo que el Señor Dios nos ha dado» (v. 10).

•  Mosíah 1:11-14 El Rey Benjamín también le dará a su pueblo un nombre para distinguirlos—el nombre de Cristo (Mosíah 5). Esto los distinguiría de cualquier otro pueblo que Dios hubiera traído a esta tierra (v. 11). Ellos llevarían este nombre por siempre; a menos que fueran culpables de transgresión, la cual si lo hacían «y se conviertían en una gente perversa y adúltera, el Señor los abandonará, para que así lleguen a ser débiles como sus hermanos [los lamanitas]» (versículos 12-13). Sólo su rectitud había evitado que cayeran en las manos de los lamanitas (v. 14).

•  Mosíah 1:15-16 el Rey Benjamín hace cargo a Mosíah II de los registros. El ser rey implicaba no sólo los «los asuntos del reino» (v. 15); sino también la responsabilidad de los registros sagrados de las planchas de bronce y las planchas de Nefi, además de los objetos sagrados de la historia nefita—la espada de Labán, la Liahona, y probablemente el Urim y Tumim. El Rey Benjamín le encargó a su hijo la protección y el cuidado de todas estas cosas (v. 16).

•  Mosíah 2:5-6 «Levantaron sus tiendas mirando hacia el templo.» La gente se reunió para esta asamblea solemne en el templo aproximadamente en el año 124 A. C. Rodney Turner dijo: No tenemos información de cuándo y por quién fue construido el templo de Zarahemla. Sin embargo, probablemente fue erecto en el siglo tercero A. C. por Mosíah I subsecuente a su llegada a Zarahemla y después de su nombramiento como rey sobre aquellos que vivian en esa tierra (Omni 1:12,19). Fue en este segundo templo nefita que la gente se reunió para oír al Rey Benjamín.»1

Ellos levantaron sus tiendas como familias «cada familia separada la una de la otra» (v. 5). Las puertas de su tiendas estaban orientadas hacia el templo para que las familias pudieran «quedaran [quedarse] en sus tiendas y oyeran las palabras que el rey Benjamín les iba a hablar» (v. 6). La dirección en la cual levantaban las tiendas, revelaba lo que la gente valoraba. Por ejemplo, contraste estas personas con Lot, que «plantó su tienda mirando hacia Sodoma» [Génesis 13:12). Al principio Lot sólo vivió cerca de la inicua ciudad de Sodoma; pero él plantó su tienda hacia la ciudad, y eventualmente su familia y él vivieron en la misma ciudad de Sodoma [Génesis 14:12).

•  Mosíah 2:7-8 el Rey Benjamín le habla a su gente desde una torre. La multitud reunida era tan numerosa, que no cabían todos dentro de las paredes del complejo del templo. Entonces el Rey Benjamín erigió una torre de la cual él podía predicar y aumentar el radio dentro del cual su voz podía ser oída [v. 7).

Las torres eran una carecterística común entre los pueblos del nuevo mundo. Comenzaron aún antes con los jareditas y continuaron a través del período entero de la historia del Libro de Mormón. Estas torres en forma de pirámide, también funcionaron como templos, y muchas torres de piedra de pirámides pueden todavía se pueden ver hoy entre las ruinas de Norte, Centro, y Sudamérica. Jerry L. Ainsworth dijo: En Centroamérica hoy en día, las ruinas de las pirámides son generalmente definidas como templos y santuarios sagrados para la adoración. La evidencia de sacrificios en ellas, hicieron tales sitios abundantes… algo parecido aparece en el Antiguo Testamento, primero, en los lugares altos de Israel; los cuales fueron usados para las ofrendas y sacrificios aceptables para Dios (1 Samuel 9:10-19; 1 Reyes 3:2-4). Más tarde, por la corrupción de la religión de la gente, los lugares altos se volvieron sitios para prácticas idólatras (1 Reyes 12:28-33) los estudiosos de la cultura Maya Linda Schele y David Freidel consideran los templos de pirámides encontrados en las tierras bajas de Centroamérica son ‘montañas sagradas simbólicas’ que fueron usadas para la adoración.2«3

La torre del Rey Benjamín fue construida con rapidez, entonces, no pudo haber sido una de las torres perdurables de piedra descritas en el párrafo anterior. Pero que un sacerdote o rey las escale para dirigirse a su pueblo, probablemente era un hecho común. Aún con esta torre, sin embargo, la gente no podía oír las palabras del Rey Benjamín directamente, entonces, él hizo que sus palabras fueran escritas y enviadas entre la gente; para que las pudieran leer (v. 8). Prácticas como éstas son seguidas hoy en día para los sermones de la Conferencia General.

El Presidente Spencer W. Kimball dijo: «El Rey Benjamín, ese humilde, pero gran siervo del Señor, llamó a toda la gente de la tierra de Zarahemla, y la multitud era tan numerosa que el Rey Benjamín ‘… hizo construir una torre, para que por ese medio su pueblo oyera las palabras que él les iba a hablar’… (Mosíah 2:7). Nuestro Padre Celestial ahora nos ha provisto de grandes torres—torres de radio y televisión; con posibilidades más allá de la comprensión—para ayudar a cumplir las palabras del Señor; para que ‘el sonido salga de este lugar, a todo el mundo.'»4

•  Mosíah 2:9 la reunión del Rey Benjamín fue una asamblea solemne. Sus enseñanzas fueron importantes y sagradas, y la gente fue advertida de no «tomar con ligereza» lo que él tenía que decir. Su deber era «escuchar», que significa escuchar y tomar en serio lo que él tenía que decir. También tenían que abrir sus mentes «para que los misterios de Dios fueran desplegados ante su vista» Este es el mismo espíritu con el cual debemos ir a las conferencias generales de la iglesia hoy en día. El profeta José Smith dijo: «Las cosas de Dios son profundamente importantes, y sólo el tiempo, la experiencia, y los pensamientos cuidadosos, laboriosos, y solemnes pueden encontrarlos.»5

El Presidente Spencer W Kimball dijo: Asambleas se han conocido entre los santos desde los días de Israel. Ellas han sido de diversa índole, pero en general se las ha asociado con la dedicación de un templo o una reunión especial designada para el sostenimiento de una nueva Primera Presidencia o de una reunión del sacerdocio para mantener una revelación, como la revelación del diezmo al presidente Lorenzo Nieves… José Smith y Brigham Young fueron primero sostenidos por una congregación, incluyendo un sacerdocio totalmente organizado. Brigham Young fue sostenido en marzo 27 de 1846 y fue ‘electo en forma unánime presidente sobre todo el campo de Israel…’ Por el consejo.6 Más tarde él fue sostenido y el Hosanna le fue dado. Cada uno de los presidentes de la Iglesia han sido sostenidos por el sacerdocio de la Iglesia en asambleas solemnes; incluyendo el Presidente Harold B. Lee, quien fue sostenido en octubre 6, de 1972.»7

La reunión en el templo del Rey Benjamín y su gente tenía un espíritu y propósito similar. Además, esta reunión del pueblo del Rey Benjamín, fue una continuación de varios rituales del Antiguo Testamento.

En «El rey Benjamín y el Banquete de Tabernáculos,» John Tvedtnes John Tvedtnes ofrece un buen panorama de la Fiesta de los Tabernáculos (Sukkot) como se indica en el Antiguo Testament e intenta asociar numerosos pasajes espirituales; incluyendo Mosíah 2-5, con este festival anual. En ese día santo, los israelitas se reúnen en el templo y viven temporalmente en puestos que servían para recordarles las humildes casas de sus antepasados en el desierto en la época de Moisés.

Tvedtnes hace comparaciones entre la reunión en el templo nefita para escuchar al Rey Benjamín, y las historias de las coronaciones de David y Salomón; así como la elevación de otros varios al trono; y las ordenaciones al sacerdocio de Aarón y Josué. Luego discute la asamblea bajo la dirección del Rey Benjamín con el mismo espíritu y encuentra varios paralelismos temáticos, como el templo, el sacrificio, la sangre, los convenios, la ley, y detalles tales como un púlpito de madera… y cabinas (tiendas en el Libro de Mormón).

También se hacen paralelismos con la asamblea registrada por Ezra y Nehemías de los judíos después que ellos regresan del exilio. Él concluye haciendo notar que el intento de identificar la asamblea de Benjamín con el Banquete de los Tabernáculos (o sukkoth) no contradice, por el contrario, complementa otros intentos (específicamente, por Welch y por Nibley) para demostrar paralelismos con otras ceremonias israelitas y del cercano oriente.8

LAS ENSEÑANZAS DEL REY BENJAMÍN SOBRE EL SERVICIO (Mosíah 2)

El Servicio a Nuestros Semejantes es Servicio a Dios

•  Mosíah 2:10-18 la consciencia clara del rey Benjamín. El rey Benjamín no era un rey ordinario. Él no reinaba por medio del miedo o la intimidación (v. 10), y él le dijo a la gente «soy como vosotros, sujeto a toda clase de enfermedades de cuerpo y mente» (v. 11). Sin embargo, el entendía su mayordomía—que había sido «elegido por este pueblo, y ungido por su padre y la mano del Señor permitió que yo fuese gobernante y rey de este pueblo… para serviros [a ellos] con todo el poder, mente y fuerza que el Señor me ha concedido» (V. 11).

Por toda esta responsabilidad, él no buscaba ninguna remuneración de la gente (v. 12). Tampoco había reinado con ninguna clase de presión, sino con justicia, y también le enseñó a la gente a ser justa y a obedecer la ley (v.13).

Quizás lo más impresionante de todo, fue que el se comprometió con el pueblo: «trabajaré con mis propias manos a fin de poder serviros, y que no fueseis abrumados con tributos» (v. 14). Ésta es una extraordinaria realeza—de un rey—siervo que reinó «ante Dios con la conciencia limpia» (v. 15).

El Rey Benjamín le recordó a su pueblo estas cosas diciendo: «No deseo yo jactarme, pues sólo he estado al servicio de Dios» (v. 16) y luego pronunció una de las citas más famosas de todas las escrituras de los últimos días: «Y he aquí, os digo estas cosas para que aprendáis sabiduría; para que sepáis que cuando os halláis al servicio de vuestros semejantes, sólo estáis al servicio de vuestro Dios» (v. 17). En todo esto, él había dado un ejemplo claro y consistente (v. 18).

El Presidente Ezra Taft Benson dijo: «Las oportunidades de dedicarse al bien de los demás se presentan a diario: la madre que sirve a las necesidades de sus hijos, el padre que da su tiempo para su instrucción, los padres que sacrifican el placer mundano por una vida hogareña de calidad, los jóvenes que cuidan a sus padres viejos, el servicio de maestros orientadores, y de maestras visitantes; el tiempo para el servicio compasivo; dándole confort a aquellos que necesiten fortaleza, sirviendo con diligencia en llamamientos de la Iglesia; del servicio público y a la comunidad en el interés de preservar nuestras libertades; donaciones financieras para el diezmo, ofrendas de ayuno, apoyo a los misioneros, en la construcción de templos. Verdaderamente, el día del sacrificio no ha pasado.»9

Nosotros somos servidores no-rentables de Dios

•  Mosíah 2:19-24 ¿Por qué somos «servidores gratis»? El Rey Benjamín no esperaba ningún agradecimiento de su pueblo por su servicio, sino que a cambio les aconsejó «dar gracias a vuestro Rey Celestial» (v. 19); él les recordó. «Dios … os ha creado, y os ha guardado y preservado, y ha hecho que os regocijéis, y os ha concedido que viváis en paz unos con otros … y os está… dándoos aliento para que podáis vivir, moveros y obrar según vuestra propia voluntad, y aun sustentándoos momento tras momento» (versos 20-21). Por esto, el Rey Benjamín les recuerda a ellos (y a nosotros) «diereis todas las gracias y alabanza que vuestra alma entera es capaz de poseer.. Sirvieseis con toda vuestra alma» (versículos 20-21). Sin embargo, aún si le servimos a Dios con toda nuestra alma cada día, no le podríamos pagar por todo lo que Él ha hecho por nosotros. Somos y seremos «servidores no rentables» (v. 21).

El Presidente Joseph Fielding Smith dijo: «¿Piensa que sería posible, para cualquiera de nosotros, no importa cuán duro ltrabajemos … pagarle a nuestro Padre y a Jesús por las bendiciones que hemos recibido de ellos? El gran amor, con todas las bendiciones que lo acompañan se extiende a nosotros por medio de la crucifixión, el sufrimiento, y la resurrección de Jesucristo la cual va más allá de nuestra comprensión mortal. Nunca podríamos compensarlo.»10

El Presidente e Brigham Young dijo: «No somos dueños de nosotros mismos, somos comprados con un precio. Somos del Señor; nuestro tiempo, nuestros talentos, nuestro oro y plata, nuestro trigo y harina fina, nuestro vino y nuestro aceite, nuestro ganado, y todo lo que hay en esta tierra que nosotros tenemos en nuestra posesión es del Señor .. No hay ningún hombre que haya hecho un sacrifico en esta tierra por el reino de los cielos, que yo conozca, excepto el Salvador. Él bebió la copa amarga hasta lo último, y probó por cada hombre y por cada mujer, y redimió a la tierra y todas la cosas que hay sobre ella.»11

Todos lo que Dios requiere de nosotros en retorno, es que guardemos Sus mandamientos (v. 22). Y cuando hacemos esto, Él inmediatamente nos bendice por guardar Sus mandamientos. Entonces nunca podremos salir de la deuda con Él. Estamos en deuda con Él «por siempre» lo que quiere decir, eternamente (v. 24). El Rey Benjamín, después de recordarnos todas estas cosas, observa que no tenemos nada de lo cual jactarnos cuando nosotros guardamos Sus mandamientos (v. 24).

•  Mosíah 2:25-26 somos menos que el polvo de la tierra. Las siguientes palabras del Rey fueron aleccionadoras: «No podéis decir que sois ni aun como el polvo de la tierra… fuisteis creados del polvo de la tierra; mas he aquí, éste pertenece a quien os creó» (v. 25) y aún él, el rey, no era mejor que ellos. Él dijo: «porque soy del polvo también» y luego dijo que pronto moriría y regresaría a ese polvo (v. 26). Entonces, ¿Qué hacemos con esta humilde proclamación? ¿No somos hijos de Dios, a quienes Él ama y desea salvar? El élder Bruce R. McConkie dijo: «La expresión del Libro de Mormón de que los hombres son ‘menos que el polvo de la tierra’ en el contexto, hace referencia al hecho de que el polvo es obediente a los mandamientos del Creador, mientras que el hombre se ha revelado en contra de Su voluntad.»12

LAS ENSEÑANZAS DEL REY BENJAMÍN SOBRE LA EXPIACIÓN (Mosíah 2-3)

La Salvación por Medio de la Expiación

•  Mosíah 2:27-28 El rey Benjamín cumplió su mayordomía, y su pueblo ahora es responsable por sí mismo. El rey sabía que estaba a punto de morir y quería saber si él había hecho todo lo posible por enseñar y advertir a su pueblo. Esa fue una de sus principales motivaciones al reunirlos. Él dijo: «[mi motivación] a fin de que se me halle sin culpa, y vuestra sangre no deba caer sobre mí cuando comparezca para que Dios me juzgue por las cosas que me ha mandado concerniente a vosotros» (v. 27).

•  Mosíah 2:29-30 El Rey Benjamín proclama a su hijo Mosíah II para ser rey.El rey declaró ante el pueblo que él ya no podía ser su maestro o rey (v. 29). Declaró que su hijo Mosíah II era ahora vuestro «rey y gobernante [de ellos]» (v. 30).

•  Mosíah 2:34-37 el pueblo ha sido instruido en esas verdades desde la niñez y no tienen excusa. El rey Benjamín declaró que todos allí, excepto los niños pequeños, habían sido instruidos en la verdad y sabían lo concerniente a las escrituras en las planchas de bronce (v. 34). Y de las cosas que habían sido habladas por sus ancestros desde el tiempo de Lehi (v. 35). Si ahora se desvían de lo que les han instruido y del Espíritu del Señor, ellos estarían en una rebelión abierta en contra de Dios y se volverían un enemigo de la justicia y perderían el Espíritu del Señor (versículos 36-37).

•  Mosíah 2:38-40 Las consecuencias de negarse a obedecer; después de haber sido instruidos. Cuando una persona se rebela de esta manera y no se arrepiente; permanece siendo un enemigo de Dios, y las demandas de la justicia caen sobre él y «despiertan [despertarán] en su alma inmortal un vivo sentimiento de culpa que lo hace retroceder de la presencia del Señor, y le llena el pecho de culpa, dolor y angustia, que es como un fuego inextinguible, cuya llama asciende para siempre jamás» (v. 38). El dolor eterno de lo que pudo haber sido es el «fuego inextinguible» del cual habla Benjamín (Mosíah 3:23-27). No hay un lago real de fuego y azufre en el cual la gente es arrojada. La misericordia no tiene efecto en la gente que no se arrepiente, y su «final es padecer un tormento sin fin» (v. 39).

•  D&C 19:6-12 Castigo sin fin es el castigo de Dios. Cuando hablamos de «castigo sin fin» o «tormento sin fin» o «condenación eterna» no estamos hablando de un sufrimiento que nunca termina (versículos 6-7). En Doctrina y Convenios el Señor explica este «misterio.» «Pues he aquí, el misterio de la divinidad, ¡cuán grande es! Porque, he aquí, yo soy sin fin, y el castigo que por mi mano se da es castigo sin fin, porque Sin Fin es mi nombre. De ahí que: Castigo eterno es castigo de Dios. Castigo sin fin es castigo de Dios» (versículos 8-12).

Daniel H. Ludlow dice: «La principales iglesias cristianas que creen en un lugar llamado infierno se refieren a este lugar como una quemazón sin fin y un castigo. Los líderes de estas iglesias evidentemente toman esta creencia parcialmente de su interpretación de las escrituras como la de Lucas 16:28 (en la cual se refiere al infierno como ‘un lugar de tormento) y de Mateo 13:42 (en donde se refiere al infierno como ‘un horno de fuego’ donde habrá ‘llanto y crujir de dientes’) sin embargo, la palabra escrita de que el infierno es un lugar «donde la gente estará continuamente quemándose pero nunca se consumen’ no se encuentra en las escrituras. En su mayor parte, este concepto viene de una falsa interpretación de ellos … El Libro de Mormón indica que el infierno es un lugar, no un lugar de fuego eterno. Sin embargo, los sentimientos de culpa, pena, y angustia que el pecador siente son ‘como un fuego inextinguible’ (Mosíah 2:38), y sus tormentoE «como un lago de fuego y azufre'( Mosíah 3:27. «13

•  Mosíah 2:41 El «bendito y feliz estado» de aquellos que guardan los mandamientos. Esto incluye bendiciones temporales y espirituales en esta vida y el morar con Dios después en un estado de «felicidad eterna» (v. 41).

Rodney Turner contrasta el destino de los inicuos y de los justos diciendo:

En lo oncerniente a nuestro destino eterno, el Libro de Mormón parece hablar en términos extremos: el cielo más alto, o el infierno más bajo. La salvación con Dios o la condenación con El diablo. Como Nefi le dijo a sus hermanos errantes: «El estado final de las almas de los hombres es morar en el reino de Dios, o ser expulsados» (1 Nefi 15:35; y Mosíah 2:40-41).Un alma es salvada o perdida; no hay término medio. La doctrina modificadora de múltiples cielos o grados de salvación; como fue revelado a José Smith en 1832, no está en el Libro de Mormón [y] la doctrina de exaltación no es explícita en el Libro de Mormón. Sin embargo, parece estar implícita la doctrina de condenación absoluta—una está necesariamente en oposición a la otra. Consecuentemente, el término «salvado», como se lo encuentra aquí, es comúnmente interpretado como sinónimo de exaltado.

En cualquier caso, desde que los profetas nefitas enseñaron la salvación en el contexto del bautismo y nacer de nuevo—-ambos básicos para la gloria celestial—el ser «salvados» sería por lo menos equivalente a la salvación en la presencia de Dios el Padre … Mientras que un grado de salvación sería estar en las «muchas mansiones» que componen el reino de Dios; el hecho es que no hay salvación fuera de ese reino. Y todos los que se salvan se arrepienten y aceptan al Salvador—toda rodilla se doblará y cada lengua confesará que Jesús es el Cristo (Filipenses 2:10-11; Mosíah 27:31). Aquellos que se nieguen a arrepentirse durante su período de prueba—el tiempo entre el nacimiento y la resurrección—son hijos de la perdición; ellos sufren la plenitud del infierno o la segunda muerte y como dijo el rey Benjamín estos al nunca arrepentirse—aún después de la muerte—quedan «aún sucios» (2 Nefi 9:16; D&C 88:35).14

•  Mosíah 3:1-4 El Rey Benjamín declara «las buenas nuevas de gran gozo» que él recibió de un ángel. Él relató que «un ángel de Dios me dijo: Despierta; y Yo desperté y he aquí que él estaba ante mí.» (v. 2). El mensaje del ángel era una de «las buenas nuevas de gran gozo» para el Rey Benjamín porque el Señor había oído sus oraciones, lo había juzgado y lo consideraba justo; y ahora lo estaba autorizando: «a declarara ante los de tu pueblo, que ellos también se podían llenarde gozo» (versos 3-4). Ésta fue la comisión que permitió al Rey Benjamín predicar a su pueblo como un siervo-profeta autorizado de Dios.

•  Mosíah 3:5-10 Las buenas noticias. Todos los profetas verdaderos dan testimonio de Cristo, y el Rey Benjamín también lo hizo. Él declaró que Cristo vendría en la carne para enseñar, y para obrar grandes milagros como la sanación de los enfermos y los cojos, resucitar a los muertos, y echar fuera los demonios (vv 5-6). Y aún más importante, el Rey Benjamín profetizó: «Y he aquí, que él sufrirá tentaciones, y dolor en el cuerpo, hambre, sed y fatiga, aún más de lo que el hombre puede sufrir sin morir; pues he aquí, la sangre le brotará de cada poro, tan grande será su angustia por la iniquidad y abominaciones de su pueblo» (v. 7).

El élder James E. Talmage dijo «Para la mente finita, la agonía de Cristo en el jardín es insondable, tanto en lo que respecta a intensidad como a causa… luchó y gimió bajo el peso de una carga que ningún otro ser que ha vivido sobre la tierra puede siquiera concebir que se posible… ningún otro hombre, no importa cuán poderosa hubiera sido su capacidadde resistencia física o mental, podría haber padecido en tal forma, porque su organismo humano hubiera sucumbido, y un síncope le habría causado la pérdida del conocimiento y ocasionado la muerte anhelada.»15

El Presidente Joseph Fielding Smith dijo: «Un hombre mortal no podría haber soportado—eso significa que un hombre como nosotros, no importa cuán fuerte sea, cuánto poder tenga, no hay ningún hombre que haya nacido en este mundo que hubiera soportado el peso bajo el cual estaba el Hijo de Dios, cuando Él estaba llevando mis pecados y los tuyos y haciendo posible que escapemos de estos pecados. Él llevó esa carga por nosotros … el castigo por nuestros pecados.»16

El élder B. H. Roberts dijo: «Considerando la severidad de la expiación de Cristo por los pecados de los hombres; que den testimonio; porque se requiere por lo que Cristo diera en sufrimiento y agonía del espíritu y del cuerpo; para preparar el camino para el perdón del hombre y la reconciliación con Dios. La severidad de la expiación debe impresionar a los hombres por el hecho de lo que … las acciones humanas atraen con ellas consecuencias tremendas que no pudeden ser dejadas lado fácilmente si las acciones … son erróneas .El sufrimiento es la consecuencia o castigo de las violaciones de la ley moral divina, y el castigo debe ser pagado, ya sea por el que está pecando, o por otro quesufrirá indirectamente por él.»17

El Rey Benjamín declaró: «Y se llamará Jesucristo, el Hijo de Dios, el Padre del cielo y de la tierra, el Creador de todas las cosas desde el principio; y su madre se llamará María.» Esta profecía revela Su identidad como el Creador-Dios de esta tierra (v. 8). El Rey Benjamín explica que el propósito de Su venida fue para que «la salvación pudiera llegar a los hijos de los hombres, mediante la fe en su nombre» y aún, pese a todo esto, «lo considerarán como hombre, y dirán que está endemoniado, y lo azotarán, y lo crucificarán» (v. 9). Benjamín terminó este extraordinario prefacio con la certeza de que «al tercer día resucitará de entre los muertos; y he aquí, se presenta para juzgar al mundo … para que descienda un juicio justo sobre los hijos de los hombres» (v. 10).

•  Mosíah 3:10-21 El Rey Benjamín identifica a aquellos que recibirán salvación por medio de la expiación de Cristo:
— Aquellos «que han muerto sin saber la voluntad de Dios en lo concerniente a ellos, o que han pecado por ignorancia» (v. 11).
— La gente que muere sin un conocimiento del evangelio, pero quienes hubieran recibido el evangelio con todos su corazón (D&C 137:7-9).
— Aquellos con el conocimiento del evangelio que se arrepienten y ejercitan la fe en Jesucristo (vv 12-13)
— Los niños pequeños que mueren en su infancia (vv 16,18, 21).

•  D&C 137:10 Aunque «por naturaleza caen» (Mosíah 3:16) los niños pequeños están «sin culpa ante Dios» (v. 21) y «viven en Cristo (Moroni 8:12) por medio de la expiación. Al profeta José Smith se le mostró con absoluta certeza que «todos los niños que mueren antes de llegar a la edad de responsabilidad se salvan en el reino de los cielos». Mormón declaró en una epístola a su hijo Moroni que «los niños pequeños viven en Cristo, aun desde la fundación del mundo; de no ser así, Dios sería un Dios parcial, y también un Dios variable que hace distinción entre las personas; porque ¡cuántos son los pequeñitos que han muerto sin el bautismo!» (8:12). Y el Señor reiteró en nuestro tiempo que «los niños pequeños son redimidos desde la fundación del mundo, mediante mi Unigénito» (D&C 29:46).

El profeta José Smith dijo: «La doctrina del bautismo de los niños, el rosearlos con agua porque si no ellos se quedarían en el infierno, no es una doctrina verdadera, y no es apoyada por Su Santa Orden; no es consistente con el carácter de Dios. Todos los niños son redimidos por la sangre de Jesucristo, y en el momento en que los niños dejan este mundo, ellos son tomados en el seno de Abrahan.»18

Compare esto con la doctrina Cristiana moderna del pecado original:

Por culpa de su pecado, Adán y Eva perdieron la gracia santificadora, el derecho al paraíso, y sus dones especiales; ellos se volvieron sujetos a la muerte, al sufrimiento, y una fuerte inclinación al mal… Por culpa del pecado de Adán, nosotros, sus descendientes, venimos al mundo privados de la gracia santificadora y heredamos su castigo … Este pecado en nosotros es llamado el pecado original. Es el estado en el cual cada descendiente de Adán viene al mundo, totalmente privado de gracia por heredar el castigo; no el pecado personal de Adán, mas su pecado como cabeza de la raza humana… por el pecado original, el cielo fue cerrado para todos los hombres hasta la muerte de nuestro Señor Jesucristo. Nuestro Señor instituyó el sacramento del bautismo para restaurarnos el derecho al cielo que Adán había perdido … Sólo el bautismo puede redimir del pecado original; nadie con alguna mancha puede entrar en el cielo.19

•  Mosíah 3:15 los actos y las ordenanzas están vacíos sin la Expiación. Parte del problema para el antiguo Israel (y para la cristiandad moderna, la cual cree en tales doctrinas como el pecado original) fue que ellos pusieron mucho énfasis en los actos y en las ordenanzas. El Rey Benjamín dejó en claro que la «Ley de Moisés nada logra salvo que sea por la expiación de su sangre»; en otras palabras, un hombre podrá ofrecer sacrificios de sangre todo el día, pero estos no le harán ningún bien; a menos que él entienda el significado simbólico—que estos representaban la expiación de Cristo; la única cosa que de hecho remite pecados; no la acción de sacrificar corderos. Del mismo modo, el bautismo por sí mismo no nos salva. Es por medio de la expiación de Jesucristo que somos limpiados de nuestros pecados (lo que simboliza el bautismo) y a través del cual los niños ya son salvados si mueren antes de la edad de responsabilidad.

El Hombre Natural

•  Mosíah 3:19 «Porque el hombre natural es enemigo de Dios, y lo ha sido desde la Caída de Adán, y lo será por siempre jamás, a menos que se someta a 1 influjo del Santo Espíritu, y se despoje del hombre natural, y se haga santo por la expiación de Cristo el Señor, y se vuelva como un niño: sumiso, manso, humilde, paciente, lleno de amor y dispuesto a someterse a cuanto el Señor juzgue conveniente imponer sobre él, tal como un niño se somete a su padre.»

Lo que el rey nos está diciendo aquí es que un «hombre natural» es un enemigo de Dios hasta que él sea apto para la influencia limpiadora de la expiación al vivir los mandamientos de Dios. La idea del mundo de que algo es natural es diferente de la de Dios. El Rey Benjamín no estaba hablando acerca de las características naturales e innatas que nosotros tenemos las cuales no podemos cambiar. El hablaba de nuestra tendencia a gratificar impulsos pecaminosos y egoístas. Sin embargo, él no estaba sugiriendo que esto es normal, o inevitable. Todo lo contrario.

•  D&C 93:38-40 La caída de Adán. Aunque nacemos inocentes, por la caída de Adán nacemos en un mundo caído y por ende, estamos separados de Dios (v. 38). Además, Satanás nos tienta a desobedecer a Dios. Lo cual quita la «luz y verdad» de nosotros (v. 39). Para contrarrestar esto, el Señor nos manda a «criar a nuestro hijos en la luz y la verdad» (v. 40).

•  Moisés 4:11, 5:11 La responsabilidad. Sabemos la diferencia entre el bien y el mal, y entonces somos responsables de las elecciones que hacemos. No podemos culpar a algo incontrolable en nuestra naturaleza por nuestro comportamiento; como lo hacen los hombres. Debemos confesar nuestros pecados y arrepentimos de ellos. Adán y Eva se volvieron «como dioses» cuando ellos cayeron; porque eran entonces capaces de hacerlo; porque eran entonces capaces de discernir el bien del mal y de ser redimidos por Cristo; pese a los errores que pudieran cometer mientras aprendían estas cosas. Esto es válido para todos nosotros «por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios,» (Romanos 3:23). Leemos en 1 de Juan 1:8-10: «Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros» pero si confesamos nuestros pecados, Cristo «nos perdonará nuestros pecados, y… nos limpiará de toda maldad.»

•  Alma 42:9-12 nuestra caída personal. Aunque no somos responsables por la caída de Adán, como resultado del pecado nosotros individualmente ‘caemos» y experimentamos la muerte espiritual, haciendo imperativo que seamos redimidos; o seremos por siempre separados de Dios. Tales personas caídas se vuelven, en algún grado, «carnales, sensuales, y diabólica [s]» y se les da un período de la vida como «estado provisional» donde éstas se pueden arrepentir y prepararse para algo mejor (v. 10). Sin embargo «de no ser por el plan de redención… sus almas serían miserables en cuanto ellos murieran, por estar separadas de la presencia del Señor» (v. 11). Por motivo de su propia desobediencia (v. 12).

•  Mosíah 27:23-28 Redención. Cuando somos redimidos por medio de la expiación de Cristo, nos volvemos nuevas criaturas, naciendo de nuevo y volviéndonos espiritualmente dignos para morar de nuevo con Dios. Alma el Joven, describió este cambio como «nacer otra vez; sí, nacer de Dios, ser cambiados del estado carnal y caído, a un estado de rectitud, siendo redimidos por Dios, convirtiéndose en sus hijos e hijas; y así llegan a ser nuevas criaturas; y a menos que hagan esto, de ningún modo pueden heredar el reino de Dios» (vv 25-26). La gente que no se arrepiente, se queda sin el beneficio de la redención ofrecida por el Salvador y «deberán ser desterrados; y esto lo sé, porque yo estaba por ser desterradodo» dijo Alma (v. 27). «No obstante, después de pasar por muchas tribulaciones, arrepintiéndome casi hasta la muerte, el Señor en su misericordia ha tenido a bien arrebatarme de un fuego eterno, y he nacido de Dios» (v. 28).

El élder Bruce R. McConkie dijo: «Desde la Caída, todos los hombres se han vuelto carnales, sensuales, y diabólicos por naturaleza» (Moisés 5:13; 6:49; Alma 42:10; Mosíah 16:1-4; D&C 20:20). En este estado caído están sujetos a la lujuria, a las pasiones, y los apetitos de la carne. Ellos están espiritualmente muertos, habiendo sido separados de la presencia del Señor; y por ende ‘se encuentran sin Dios en el mundo, y han obrado en contra de la naturaleza de Dios.’ Ellos están en un «estado carnal’ (Alma 41:10-11); ellos son del mundo. Lo carnal connota lo mundano, la sensualidad, la inclinación a gratificar la carne… todas la personas responsables en la tierra heredan este estado caído, este estado probatorio, este estado en el cual, las cosas del mundo parecen deseables para la naturaleza carnal. AL estar en este estado ‘el hombre natural es un enemigo de Dios’ hasta que esté de acuerdo con el gran plan redención y nazca de nuevo en la rectitud [Mosíah 3:19). Así, toda la humanidad estaría perdida y caída por siempre sino fuera por la expiación de Nuestro Señor (Alama 42: 4-14).»20

•  Mosíah 3:19 ¿Cómo podemos «silenciar» al hombre natural?» el Rey Benjamín da una lista de un número de cosas que debemos hacer para cesar de ser un enemigo de Dios:
— Ceder «al influjo» del Espíritu Santo» en lugar de a las incitaciones de la carne.
— Volverse «santo por la expiación de Cristo el Señor.» La palabra santo implica santificación o santidad. En el Libro de Mormón, la palabra se utiliza para referirse a los miembros fieles de la Iglesia del Señor.
— Volverse «como un niño»—sumiso, manso, humilde, paciente, lleno de amor, deseoso de someterse a la sabiduría de Nuestro Padre Celestial y a Su voluntad.


Notas

  1. «La Gran Conversión,» en Kent P. Jackson, editado por, Estudios de las escrituras, Volumen 7: de 1 Nefi a Alma 29,1987, pág. 209.
  2. Um bosque de reyes: La historia no contada de ¡os antiguos mayas, David Freidel y Linda Schele, 1990, pág. 106.
  3. Las vidas y viajes de Mormón y Moroni, 2000, págs. 51-57, 61.
  4. Revista Ensign, octubre de 1974, pág. 10.
  5. Enseñanzas del Profeta José Smith, escogidas y arregladas por Joseph Fielding Smith, 1976, pág. 137.
  6. H. Roberts, Una Historia Completa de la Iglesia, 7 volúmenes, 1930, 3:52.
  7. En Reporte de La Conferencia, abril de 1974, págs. 64-65; o revista Ensign, mayo de 1974, pág. 45.
  8. Gregory Dundas, en una revisión de Por Estudio y también por Fe, editado por John M. Lundquist y Stephen Ricks, Revisión de Libros (FARMS’), vol. 4,1992, pág. 134.
  9. Revista Ensign, mayo de 1979, pág. 34.
  10. En Reporte de La Conferencia, abril de 1966,102.
  11. Discursos de Brigham Young, compilado por John Widtsoe, 1954, pág. 176.
  12. Doctrina mormona,a edición, 1966, pág. 210.
  13. Un compañero para su estudio del Libro de Mormón, 1976, pág. 174-75.
  14. «La Gran Conversión,» pág. 213.
  15. Jesús el Cristo, 1983, págs. 568-69.
  16. Doctrinas de Salvación,compilado por Bruce R. McConkie, 3 volúmenes, 1954-56,1:130.
  17. El curso do los Setenta en teología,5 volúmenes. [1907-12], 4:127-28.
  18. La Historia de la Iglesia,4:554.
  19. Louis LaVoire Morrow, Mi fe católica,1954, págs. 48-49, 269.
  20. Doctrina mormona,págs. 113, 268. 
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