Abinadí testifica de Jesucristo (Mosíah 11–18)
El profeta Abinadí enseña los Diez Mandamientos al rey Noé y a sus sacerdotes. Profetiza que el Señor vendrá a la tierra a redimir a Su pueblo. Alma, uno de los sacerdotes del rey, cree a Abinadí.
El rey Noé reina inicuamente — Se deleita en una vida desenfrenada con sus esposas y concubinas — Abinadí profetiza que el pueblo caerá en el cautiverio — El rey Noé procura quitarle la vida.
Abinadí es encarcelado por profetizar la destrucción del pueblo y la muerte del rey Noé — Los sacerdotes falsos citan las Escrituras y fingen observar la ley de Moisés — Abinadí comienza a enseñarles los Diez Mandamientos.
Abinadí es protegido por poder divino — Enseña los Diez Mandamientos — La salvación no viene por la ley de Moisés únicamente — Dios mismo efectuará la Expiación y redimirá a Su pueblo.
Isaías habla en cuanto al Mesías — Se exponen la humillación y los sufrimientos del Mesías — Él hace de Su alma ofrenda por el pecado e intercede por los transgresores — Compárese con Isaías 53.
Por qué Cristo es el Padre así como el Hijo — Él intercederá por los hijos de los hombres y tomará sobre sí las transgresiones de los de Su pueblo — Ellos y todos los santos profetas son Su posteridad — Él lleva a efecto la Resurrección — Los niños pequeños tienen vida eterna.
Dios redime a los hombres de su estado caído y perdido — Los que son de naturaleza carnal permanecen como si no hubiera habido redención — Cristo hace posible la resurrección a la vida sin fin o a la condenación sin fin.
Alma cree las palabras de Abinadí y las escribe — Abinadí padece la muerte por fuego — Profetiza enfermedades y muerte por fuego sobre sus asesinos.
Alma predica secretamente — Declara el convenio del bautismo y bautiza en las aguas de Mormón — Organiza la Iglesia de Cristo y ordena sacerdotes — Estos se mantienen con el trabajo de sus manos y enseñan al pueblo — Alma y su pueblo huyen del rey Noé al desierto.

























