La Iglesia Cristiana
durante los tiempos del Nuevo Testamento
Una definición del período y su alcance
Se ha nombrado la Edad Apostólica al período durante el cual la Iglesia Cristiana Antigua fué dirigida por los apóstoles y sus discípulos. Se extendió desde el año 30 hasta más o menos el año 140 después de Cristo. Fue durante este tiempo que la Iglesia fué fundada aparte del Judaismo. El Evangelio fué llevado a los gentiles del Imperio Romano mientras fué rechazado por completo de los Judíos. Fué un período literario durante el cual fueron producidas varias escrituras Cristianas. Muchas de estas fueron coleccionadas y llegaron a ser la base del canon del Nuevo Testamento. Poco a poco iban suplementando las tradiciones orales que habían venido de las bocas de los apóstoles.
Era un período en que la persecusión, por el pueblo no-cristiano y después por el gobierno, se aumentaba. También empezaban las fuerzas rajantes adentro de la Iglesia con las contiendas heréticas que agitaban la Iglesia en la primera parte del siglo dos.
Estas dos crisis, junto con la necesidad de competir con otras religiones e instruir a los recién-convertidos hacia un grado más alto de vida cristiana, impeló que la nueva Iglesia hiciera unos cambios necesarios para ajustarse a las dificultades numerosas que venían. Uno de los resultados fué la formación del Nuevo Testamento como un canon de escritura autorizado. Otro fué la consolidación de las Iglesias locares independientes en una institución eclesiástica podorosa. De igual manera, la Iglesia empezó a adoptar algo de la cultura del mundo contemporáneo para sus actividades educativas y devocionales. Empezaron a estudiar el arte, la literatura, filosofía, música y liturgias artísticas. Esta última tendencia fué facilitada por la entrada a !a Iglesia de muchos convertidos ricos e influyentes que fomentaban el resio de los miembros menos animados con más prestigio social.
Condiciones religiosas al tiempo de la fundación del Cristianismo
No había ninguna Iglesia organizada en el mundo cuando vino el Cristianismo. Los varios cultos de templos, cultos místicos, cultos nacionales, adoradores de emperadores y otros grupos, estaban en conexión con alguna nación, ciudad, lugar o grupo social. No habían listas de miembros de Iglesias ni ningún modo de calcular el número de miembros en cualquier tiempo. La verdad es que a la mayoría de los cultos no les interesaba tener control exclusivo de sus partidarios. Así que un hombre podía acudir a dos o más sin ser censurado de alguno de ellos, aún ni ef culto con quién se había juntado primero.
Había unas tendencias religiosas importantes que tuvieron mucha ínfuencia en la joven y creciente Iglesia Cristiana. Los viejos cultos del estado, tales como la adoración de Ateneo, Apolo, etc., tuvieron que dar paso a un nuevo movimiento de cultos místicos orientales. Los cultos del estado tenían como mayor propósito la protección de la ciudad, estado o país. No tenían interés en el individuo como tal, ni su inmortalidad, salvación, o si era virtuoso o no. ¡Su mayor deber era bendecir al grupo social o político que componía su número. Los cultos místicos reclamaban que por medio de sacramentos y ceremonias secretas y misteriosas podían conceder a uno la inmortalidad y la libertad de fuerzas demoníacas tanto ahora como en la vida venidera. Podían romper las cadenas de la muerte y cambiar el destino de las estrellas. Era un tiempo cuando la astrología tenía mucha influencia y los hombres creían que sus vidas estaban completamente en manos de las deidades astrales o las estrellas.
La religión Judía era muy popular entre muchos no-judíos. Aquí la conducta y actitud de los Judíos hacia los no-judíos eran más liberales que los eran en Palestina. Los Judíos afuera de Palestina hablaban los vanos dialectos del imperio y no obstante su rigurosa Ley, por necesidad eran amigos de sus vecinos gentiles. El quebrantamiento de actitudes viejas y apocadas y la adquisición de la Cultura Griega vinieron como resultados inevitables bajo tales adquisiciones. El código de moral superior de los Judíos, su elevado monoteísmo, y su sagrada escritura antigua tenían mucho para interesar a los inteligentes y personas que buscaban la verdad entre la sociedad antigua del imperio Romano.
En el reino de la filosofía, los escépticos casi habían destruido la íe de los intelectuales en el poder de razonar o determinar soluciones importantes por medio de la filosofía. Esto conducía hacia un decaimiento de la fe en poderes de la razón para resolver problemas. Otra tendencia filosófica daba énfasis a lo místico y contemplativo más que a lo racional en resolver una verdad filosófica. Esto llegó a ser muy similar a los cristianos subsecuentes. Todavía otro tipo de énfasis filosófico era las escuelas Estoica y Epicúrea. Estas filosofías daban énfasis al modo práctico de vivir, en vez de buscar verdades o absolutos filosóficos. A causa de la crítica de los escépticos, no se interesaba de lo enteramente racional. El Epicúreo con sus ideas refinadas de gozo social, muchas veces es mal entendido y acreditado con conducta mala y licenciosa. Pero la Estoica, con un código moral rígido, tratando de vivir una vida de prohibición austera, ganó muchos miembros entre los hombres más serios y dignos en el imperio. Todos estos grupos filosóficos eran organizaciones sociales consolidacfas con fraternidad íntima e intensa. Eran discípulos dedicados y conectados con el fundador del grupo y siempre trataban de ganar más discípulos. Especialmente el misionero ambulante de los Estoicos era una figura vital y popular, andando por todo el imperio, predicando su mensaje de moral rigurosa por las calles llenas de gente. Probablemente varios misioneros cristianos fueron confundidos con los Estoicos por esa razón.
Hubo una práctica moral y espiritual entre la gente del imperio romano mucho más alta de lo que es creído de los cristianos del presente día. Es muy común considerar que ese período era muy obscuro en su espiritualidad y moralidad, y que el imperio calló a causa de su inmoralidad. Tal punto de vista está muy lejos de la verdadera situación, según lo que han aprendido los discípulos modernos de historia y filosofía.
De lo que hemos considerado arriba vemos que las diferentes tendencias religiosas y filosóficas, en vez de competir con el mensaje cristiano, prepararon el camino para el cristianismo y ayudaron a traer su éxito. Así que el alto código moral y monoteísmo de los Judíos, el individualismo y sacramentalismo de los cultos místicos, y las tendencias místicas y morales de los filósofos ayudaron materialmente en preparar la vía para el cristianismo. Muchos convertidos fueron ganados de los miembros muchas de estas organizaciones religiosas e intelectuales. Es interesante saber que la Iglesia primitiva no se levantó en un espacio desocupado, sino que en un terreno fértil.
























