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Resolviendo Problemas Personales
El Agua a Vino
Juan 2:1-11
1 Y al tercer día se celebraron unas bodas en Caná de Galilea; y estaba allí la madre de Jesús.
2 Y también fueron invitados a las bodas Jesús y sus discípulos.
3 Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino.
4 Y Jesús le dijo: ¿Qué tengo yo que ver contigo, mujer? Aún no ha llegado mi hora.
5 Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que él os diga.
6 Y había allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de ellas cabían dos o tres cántaros.
7 Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba.
8 Entonces les dijo: Sacad ahora y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron.
9 Y cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era (aunque sí lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua), el maestresala llamó al novio
10 y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando están satisfechos, entonces el inferior; pero tú has guardado el buen vino hasta ahora.
11 Este principio de milagros hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él.
Contra-referencia
TJS 2:4, 11
Los milagros en este capítulo tratan con problemas personales. El milagro de volver el agua en vino esta anotado como el “comienzo de milagros.” Es un milagro de declaración, bondad, gozo, y testimonio. Se llevo acabo en Caná de Galilea en una fiesta de boda. Jesús y sus discípulos habían sido invitados para ir a las festividades. Juan es el único escritor del evangelio que anota este milagro. Antes del milagro, Juan anota su llamado, y el de Pedro, Andrés, Felipe, y el de Natanael; por lo tanto, se asume que estos cinco estaban presentes con Jesús en esta ocasión.
El matrimonio era un evento sagrado para los judíos. Simbolizaba la unión de Dios con Israel,1 y se pensaba que al contraer matrimonio se perdonaban los pecados.2 La santidad del convenio del matrimonio había casi sido elevado a un nivel del- sacramento,3 y aun los beatos se sujetaban a el.4
Nada se sabe de los participantes en esta boda. Se había asumido que ya sea la novia o el novio era de la familia inmediata de Jesús, quizás un hermano, hermano, o sobrino. Esta suposición es hecha debido a la importancia de María, la madre de Jesús, en la orden de las festividades.5
La participación del Señor en este evento demostró su aprobación y respaldo al matrimonio y la conveniencia de la interacción social.6 Su vida no era como la de Juan el Bautista, una vida retraída de los caminos de otros hombres y de sus hábitos sociales. Jesús estaba destinado para estar entre los hombres, compartir con ellos sus alegrías, tristezas, y sus compromisos sociales, y entrar en sus vidas familiares. Por medio de su compromiso, las vidas de los hombres serian purificadas y elevadas a un nivel mas alto espiritual.7
Jesús fue el segundo de dos testigos que vinieron en una forma que Israel los reconocería. Juan el Bautista fue el primer testigo, y como los grandes profetas del desierto (Elias y Elíseo), él ejemplificó el ascético o la más alta forma de vida de la religión judía.
[Juan] había pasado sus días en austeridad de penitencia y aislamiento desértico; no había tomado vino, no había comido comida placentera, y se mantuvo aparte de los asuntos y relaciones humanas. Pero una nueva y más alta ideal de religión seria ahora presentado. Jesús [el segundo testigo de Israel] vino a espiritualizar los deberes más humildes de la vida, y santifico sus más simples incidentes, para enobledecerla completamente. De allí en adelante, los placeres y diversiones no debían de rehuirse como inmoral; la religión no debía sacar provecho en la mortificación de cada instinto humano, y en la represión de cada emoción alegre. Se mezclaría con la multitud del hombre, no afectaría ninguna singularidad, tomaría parte en las festividades inocentes de la vida, se interesaría en cualquier cosa que le interese al hombre, pero, en medio de todo esto, se guardaría consagrado y puro; en el mundo, por simpatía y una hermandad activa, pero no de ella; humano en su forma exterior, pero divino en elevación y espíritu.8
Jesús vino a Israel en la tradición de Isaías, Jeremías, y Ezequiel. Fue conocido por los judíos y participaba en sus costumbres y tradiciones.
A medida que las festividades fueron progresando, una necesidad de un milagro personal se desarrollo. Hubo un llamado para traer mas vino, y no había nada disponible. María vino a Jesús y le dijo del problema. Lo que quería de Jesús no esta específicamente declarado, pero aparentemente parece que ella esperaba su asistencia para que resolviera su dilema.9 Ninguna gran catástrofe hubiera ocurrido sin la intervención de Jesús, pero la burla y el desprecio hubiera venido sobre los novios si se hubiera terminado el vino. La tradición judía había llegado a ser tan inflexible que el fracasar de cumplir con ellos amenazaba con la deshonra en la familia de por vida. La festividad del matrimonio era la mas alta de las actividades sociales, y la tradición de la fiesta requería abundante vino.10
Así de este modo, María solicita de su hijo ayuda con este problema personal para evitar una desgracia social. De acuerdo a la versión del Rey Santiago, la respuesta del Señor fue, “¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora.” Su respuesta no fue un insulto para su madre,11 y de hecho, el saludo “mujer” era comúnmente utilizado en aquellos días. Indicaba “reina y la más amada.”12 Sin embargo, la respuesta del Señor aparentemente parece contener una leve reprimenda similar a aquella respuesta dada a Maria cuando el tenia doce años y fue encontrado enseñando en el templo (Lucas 2:49). La escritura anota que Maria no entendió su mandato (Lucas 2:50). En el ejemplo actual, en TJS amplia el entendimiento de este acontecimiento, traduciendo el versículo como: “Mujer, ¿qué quieres que haga yo por ti? eso haré; porque mi hora no ha venido aun” (TJS 2:4). Jesús ayudaría a su madre, pero él le recuerda que él era mas que el hijo de Maria, era el Hijo de Dios. Para este tiempo Jesús ya había sido bautizado. Recibido el espíritu santo, ya había sido tentado por el diablo en el desierto, y ya había llamado al primero de sus Apóstoles. Su ministerio había comenzado oficialmente; la tierna y mundana relación con su madre no seria olvidada, pero sus “negocios” su misión del padre, no-tenia un interés fundamental con estas relaciones y necesidades mundanas. 13
Es evidente que Maria no se ofendió, porque ella inmediatamente instruye a los sirvientes que hicieran lo que él decía. Aunque su problema era personal y limitado a una situación social, ella tenia una completa confianza que él le ayudaría.
Jesús instruye a los sirvientes que llenen seis tinajas con agua. Juan particularmente anota que las tinajas estaban allí de acuerdo a la costumbre, “a la manera de la purificación de los judíos”14 Después de llenar las tinajas, él instruye a los sirvientes “Sacad ahora, y llevadla al maestresala.” El agua había sido convertida en vino, y el esposo fue felicitado por su generosidad en guardar el “buen vino” para el final. El acto de consideración del Señor confirma dos principios que involucran una intervención divina en las vidas personales; primero, que solicitudes de ayuda divina pueden hacerse para resolver problemas especiales específicos; y segundo, que tal ayuda será otorgada para aquellos con una fírme creencia en la habilidad del Señor para ayudarlos. El milagro de volver el vino a agua fue completado sin fanfarria o sin conocimiento publico. Pero sus circunstancias habían levantado algunas preguntas.
¿Había Cristo llevado acabo anteriormente milagros? No hay evidencia en las escrituras o testimonio que Jesús llevo acabo ningún milagro antes del comienzo oficial de su ministerio. Las circunstancias en este milagro, sin embargo, indican que milagros pueden haberse llevado acabo antes de volver el agua a vino. La solicitud de María sugiere que ella sabia que Jesús tenia tales cualidades, ya sea que las aya demostrado o no.15 Jesús trajo a las festividades algunos hombres que él había llamado al Apostolado. El llamado de estos hombres (Pedro, Andrés, Juan, Natanael, y Felipe) fue resumido brevemente por Juan (véase Juan 1:37-49), aun así hay evidencia de que Cristo utilizó sus habilidades milagrosas. Cuando Natanael fue llamado, Jesús revela que él lo vio “debajo de la higuera” antes de que Felipe lo trajera. No hay evidencia adicional en los otros evangelios que él había utilizado sus poderes antes de la boda de Cana. El milagro de la primera pesca milagrosa (véase capítulo 7) se lleva acabo cuando Jesús llama a Pedro, Santiago, Andrés y Juan como Apóstoles. Entonces seria razonable asumir que el volver el agua en vino no fue “el comienzo literal de los milagros,” pero el primero anotado por Juan. Si previos milagros (previos al comienzo del ministerio de Cristo) se hubieran llevado acabo, probablemente se llevaron acabo en la privacidad de su familia y no eran conocidos públicamente.
¿Cómo fue cambiada el agua a vino? Históricamente a habido mucha especulación en este asunto. Algunos escritores han sugerido que Jesús trajo el vino y lo mezcló con agua. Otros afirman que Maria lo trajo como un regalo para Jesús, y el simplemente se los dio a aquellos en la fiesta. 16 Todavía aun otros sienten que fué una simple aceleración de las leyes naturales de la naturaleza. 17 Algunos rechazan el milagro totalmente, porque para ellos fue un milagro de lujo o mejor dicho uno de beneficencia. 18 Todos los intentos racionales de una explicación son infructuosos. El Señor del cielo y de la tierra fácilmente podía llevar acabo tal tarea, y la especulación en el proceso actual es superficial.
¿Que era este vino? Se han levantado algunas preguntas si es que Jesús tomó vino fermentado, o si el vino era no alcohólico. Las escrituras claramente utilizan el termino “vino,” y ningún intento es hecho por los escritores para excluir a Cristo de su utilización en general. Muchos diferentes tipos de vino eran comunes durante el tiempo de Cristo.19 Jesús indudablemente tomó las bebidas comunes de ese tiempo, y la ley mosaica no prohibía a los Israelitas en general de tomar vino. Había algunas situaciones especificas cuando se prohibía el vino. Aarón y sus hijos tenían prohibido tomar vino cuando entraban en el tabernáculo (véase Levítico 10:9). A un individuo que tomaba la promesa de un nazareo se le prohibía tomar vino (véase Números 6:4-21). La madre de Sansón no era una nazarena, pero se le ordeno observar las prohibiciones de esa orden hasta que Sansón naciera, porque él debía ser un nazareo de nacimiento (véase Jueces 13: 4-5,7).
Mateo anota una discusión que Jesús tuvo con sus Apóstoles concernientes a las profecías de su venida entre los judíos. Jesús describe a ambos Juan el Bautista y a él mismo como testigos de Israel como el Mesías, y declara, “Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: Demonio tiene. Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: He aquí un hombre comilón y bebedor de vino.” (Mateo 11:19-19; también Lucas 1:15). Simbolizando a los profetas antiguos en su testimonio de Cristo, Cristo vino entre su gente “comiendo y bebiendo” y participando en las actividades diarias de los judíos.
Las celebraciones de boda podían extenderse por mas de un día.20 El comentario del gobernador de la fiesta que el mejor vino era usualmente servido primero, y “cuando ya han bebido mucho, entonces el inferior” sé servia, puede llevar a alguien a especular que en tales fiestas, el saciarse era tolerable. Pero tal no era el caso. El Señor no hubiera autorizado tal conducta, y definitivamente no lo hubiera aumentado por su servicio milagroso. Los judíos conocían los pros y contras del vino, y tenían el emborracharse como repugnante. En la casa de Cristo, esta practica no se hubiera permitido.21 Una de las parábolas populares de ese tiempo ejemplifica ese principio. Declaraba: Cuando Noé planta su viña, Satanás vino y le pregunta ¿qué estas haciendo? “Plantando una viña,” fue su respuesta. “¿Para que es?” “ Sus frutas, verdes o secas, son dulces y agradables: hacemos vino con ellas, las cuales alegran el corazón.” “Me gustaría ayudarte a plantarla,” dijo Satanás. “Bien,” respondió Noé. Satanás plantarla,” dijo Satanás. “Bien,” respondió Noé. Satanás después trajo un borrego, un león, una puerca, y un mono, los mató en la viña, y dejo que su sangre corriera por las raíces de la viña. De esto vine que el hombre antes de tomar vino, es simplemente como un borrego, que no sabe nada, y es un tonto ante sus esquiladores; cuando la toma moderadamente, él es como un león, y piensa que nadie es como él, si toma demasiado, se vuelve como un cerdo, y se revuelca en el lodo, y si toma aun más, se vuelve un simio sucio, cayendo mas y más, y no sabe lo que hace.22
Jesús no había participado en la utilización excesiva del vino o en la borrachera o en ningún otro pecado cuya consecuencia excluiría al pecador del reino de Dios ver (1Corintios 6:10).
Resumen. Este no fue un milagro público, pero aun así seria publicado. El reporte indica que el gobernador no sabia que el agua había sido hecha en vino, solamente los sirvientes lo sabían. El propósito primario del milagro era resolver un problema personal. Sin embargo, como todos los milagros, el Señor lo utiliza como una herramienta de enseñanza. Juan anota que cristo “manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él.” Había utilizado su poder milagroso en una obra de misericordia para su madre, pero infundió confirmación y confianza en sus discípulos. Él devela su gloria ante ellos, y aumentó su fe.
La Madre de la Esposa de Pedro
Mateo 8:14-15
14 Y cuando fue Jesús a casa de Pedro, vio a la suegra de este postrada en cama con fiebre.
15 Y le tocó la mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó y les servía.
Contra-Referencia
Marcos 1:29-31 Lucas 4:38-39
Este fue el segundo milagro llevado acabo para resolver un problema personal. Jesús estaba regresando después de sanar al endemoniado en la sinagoga de Capernaum y estaba acompañado por Pedro, Andrés, Santiago, y Juan. Cuando llegaron a la casa de Simón Pedro, encontraron a su suegra seriamente enferma con fiebre (frecuentemente traducida del Griego como “fiebre ardiente”).23 Pedro y los otros solicitaron por ella a Jesús que la pudiera sanar. Fue una petición completamente natural. En vista del hecho que Jesús había sanado con compasión a un completo extraño, era lógico que él hiciera lo mismo para uno que lo amaba.
El Talmud recetaba una detallada cura para este preciso problema. A la persona afligida se le decía que “amarrara una navaja completamente de acero con una trenza de pelo a una zarza, y repetirla por días consecutivos (Exodo 3:2,3 y el versículo 4, y finalmente versículo 5), después la zarza debe ser cortada, mientras una cierta formula mágica es pronunciada.”24 Jesús simplemente toma a la mujer de la mano y reprende la fiebre con el poder envestido en él. Fue sanada instantáneamente y completamente, y se levanto inmediatamente y “les servía.”
Todos los tres sinópticos registraron este milagro, pero ninguno da detalle o ninguna reacción sobre el. El milagro hubiera aumentado la fe de todos los que lo vieron, pero ni siquiera esto es mencionado. Parece ser que su único propósito era otorgar un deseo justo a un ser amado, y el Señor gratuitamente dio de su amor y compasión para ayudar con este problema personal.
La Moneda en la Boca del Pez
Mateo 17:24-27
24 Y cuando llegaron a Capernaúm, fueron a Pedro los que cobraban las dos dracmas y dijeron: ¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas?
25 Él dijo: Sí. Y entrando él en la casa, Jesús le habló antes, diciendo: ¿Qué te parece, Simón? Los reyes de la tierra, ¿de quiénes cobran los tributos o los impuestos? ¿De sus hijos o de los extraños?
26 Pedro le dijo: De los extraños. Jesús le dijo: Luego los hijos están exentos.
27 Mas para no ofenderlos, ve al mar y echa el anzuelo, y al primer pez que salga, ábrele la boca y hallarás un estatero; tómalo y dáselo por mí y por ti.
Contra-referencia
TJS Mateo 17:24
Este último milagro personal es anotado por Mateo. Aparentemente parece tener un propósito funcional, ese de proveer una solución al dilema de Pedro, pero esta lleno de significado aunque muchas veces es pasado por alto.
El milagro gira alrededor de las dos dracmas determinadas como impuestos para el templo. El impuesto era anual y era impuesto sobre cada Israelita masculino arriba de veintidós años, incluyendo proselitistas y esclavos libres. Era un impuesto de redención del pecado detenninado bajo la ley de Moisés, y era impuesto para todos por la misma cantidad, ya sean ricos o pobres (véase Éxodo 30:13-16; 38:25-26).25
Los cobradores de este impuesto tenían el derecho de preguntar a Pedro, “¿Vuestro Maestro no paga impuestos?” También tenían el derecho de cobrar los honorarios. Los sacerdotes y rabinos reclamaban una exención de impuestos,26 y el fraseo de la pregunta de los cobradores de impuestos indicaba que ellos no sabían si Jesús pagaba impuestos o reclamaba la exención de impuestos.
El impuesto fue utilizado para los siguientes artículos.
- Para comprar bestias para los sacrificios del templo.
- Para pagar a los impresores, lexicógrafos, jueces, y a otros conectados con el servicio del templo.
- Pagar a los rabinos para que inspeccionaran los sacrificios.
- Para facilitar fondos para reparación de edificios y suplemento de agua.
- Para proveer otros numerosos artículos, incluyendo a las mujeres que tejían o lavaban los lienzos del templo.27
El impuesto se vencía en la primavera del año, y ya era otoño.28 Aunque las escrituras no lo mencionan, parece lógico asumir que Jesús había pagado su impuesto otros años. Especialmente en aquellos antes de su ministerio.29 Pero ahora había revelado ser el Hijo de Dios; Aquel que pagaría un rescate para todos, no necesitaba pagar el impuesto del templo. Era su templo, y las ofrendas fueron hechas para él. La pregunta del cobrador de impuestos afectaba la relación básica entre el Señor y los gobernantes judíos.
Pedro, en contestar la pregunta, y en su celo en proteger el honor de su Maestro, prometió pagar. Después él fue a su casa a hablar con el Señor sobre este asunto. Jesús, quien podía percibir los pensamientos de todos los hombres, aparentemente conocía sus intenciones y, antes de que Pedro pudiera hablar, le pregunta en una forma de enseñanza alegórica. La pregunta estaba basada en tradición; Los reyes imponían tributo y se les pagaba, pero por quien, por sus hijos o por extraños. Pedro contesta que los extraños pagaban el tributo. El Señor continuo y pregunto sí ¿los hijos están exentos? El significado estaba claro. El Hijo de Dios estaba libre del impuesto, pero a otros se les requería pagar. Una vez mas se le afirma a Pedro quien verdaderamente el Señor era.
Jesús escogió evitar el potencial conflicto sobre este asunto insignificante y apoyar a Pedro. Pero los fondos no debían venir de la tesorería de los Apóstoles. Pedro debía echar un anzuelo en el lago; el primer pez que él sacara tendría en su boca el suficiente dinero para cubrir el impuesto para ambos el de Jesús y el de Pedro. Jesús instruye a Pedro toma el dinero y “dáselo por mí y por ti
























