Apéndice Ocho
Instrucciones sobre la Segunda Unción
La mujer se arrodilla ante el hombre y toma sus pies, uno por uno, y los lava con agua limpia, y los unge con aceite puro. Luego lava y unge sus manos de la misma manera. Después lava y unge su cabeza de la misma manera. Luego coloca sobre él la Vestidura del Sacerdocio de manera que cubra ambos hombros.
Luego el hombre se arrodilla ante la mujer y toma sus pies, uno por uno, y los lava con agua limpia, y los unge con aceite puro. Luego lava y unge sus manos de la misma manera. Después lava y unge su cabeza de la misma manera. Luego coloca sobre ella la Vestidura del Sacerdocio de manera que cubra ambos hombros.
Ambos colocan sus manos sobre los hombros del otro e inclinan sus cabezas. En esta postura, están preparados para recibir el Llamamiento y Elección Seguros y la Segunda Unción de su Señor.
Jesucristo se coloca delante de ellos y pone Sus manos sobre sus cabezas y los bendice. El hombre y la mujer deben permanecer quietos y en silencio. Deben contemplar la riqueza de las bendiciones que han recibido y la Investidura de Poder con la que han sido bendecidos. Deben buscar el Espíritu y mantenerse sensibles al poder del Espíritu Santo. Porque esta ordenanza se realiza mientras están en la carne y en el Mundo Telestial. Ninguna persona en la esfera Telestial puede entrar en la presencia de Seres Celestiales sin la ayuda, asistencia e, incluso, la protección del Espíritu Santo.
























