Conferencia General Octubre 1958


“Buscad Sabiduría”

Élder Levi Edgar Young
Del Primer Consejo de los Setenta


En Doctrina y Convenios leemos estas palabras del profeta José Smith: “Buscad conocimiento, tanto por el estudio como por la fe” (véase DyC 88:118). Hoy quisiera leerles algunas palabras de sabiduría que he encontrado en buenos libros. Algunas de estas palabras provienen de la Biblia, otras de los escritos de Abbott Lawrence Lowell, fallecido presidente de la Universidad de Harvard, y de otras fuentes. Todas estas fuentes y muchos más buenos libros están fácilmente disponibles para todos nosotros. Me interesan mucho y deseo prestar atención a las palabras del Profeta.

Nuestros padres pioneros leían los mejores libros. En alguna ocasión les contaré qué libros trajeron consigo a este valle. Los padres fundadores leyeron la mayoría de los mejores libros de su tiempo y en muchos idiomas. Eran hombres instruidos y sabios.

¿Qué es la “sabiduría”? El presidente Lowell dice: “Pensamos en la sabiduría como una parte de la religión. En su expresión más elevada, implica la sabiduría como atributo y emanación de Dios, tal que, si el hombre la toma como compañera y guía, hallará rectitud y felicidad. Tal sabiduría exige serenidad de ánimo, una actitud mental ecuánime, el hábito de buscar las buenas razones y los motivos, más que los malos, que otros puedan tener para diferir de nosotros.

“Exige no solo integridad intelectual negativa, sino también positiva: el deseo de entender aquello que contradice, así como lo que apoya, las propias ideas sobre lo que es justo y sabio. Esto significa una mente abierta y sincera, una mente basada en una comprensión amplia y profunda de las realidades últimas.”

Los hombres no nacen con sabiduría; la adquieren por medio del dominio propio habitual, al no enfocarse en el impulso popular del momento, al no conformarse, al no actuar por participación masiva, sino al seguir aquellos principios que perduran y son eternos.

Las siguientes palabras, que ahora cito, serán particularmente útiles para nuestros misioneros: Hay miles de hombres en el mundo que viven en un plano moral elevado y no son considerados hipócritas. Si tenemos alguna percepción de las fuentes más profundas de la naturaleza humana, los encontraremos constantemente en el camino de la vida. Si no tenemos esa percepción, no los veremos, porque no hacen alarde de virtud. Pero la han sostenido en otros por medio de su ejemplo, y hacen del mundo un lugar mejor con su sola presencia.

¿Qué quiso decir Pablo cuando escribió (a los Corintios): “…pero ellos, midiéndose a sí mismos por sí mismos, y comparándose entre sí, no son juiciosos”? (2 Corintios 10:12). Más adelante dice: “Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo” (1 Corintios 3:11). Integrémos esta sabiduría en nuestras vidas.

Seamos sabios al criar a nuestros hijos y recordémonos a menudo que todos los jóvenes necesitan héroes que emular. No hay vida mental ni aspiración espiritual sin la emulación de grandes héroes. Recordémosles también que la oportunidad a menudo es creada o aprovechada por los hombres, y no simplemente impuesta. Las vidas de dos de los más eminentes historiadores americanos—Prescott y Parkman—enseñan hermosamente esta gran lección. Nuestros hijos deben sentir, a veces, que están en compañía de un gran espíritu humano.

Permítanme aquí hacer una pausa para decir algunas palabras sobre la delincuencia juvenil. William Ellery Channing, el gran historiador, escritor y maestro, dijo: “Ningún estado mental, ni siquiera el sufrimiento positivo, es más doloroso que la falta de objetos interesantes”. En otras palabras, el aburrimiento causa crimen. Si tuviéramos suficiente sabiduría en la comunidad, no cabe duda de que los crímenes que todos los hombres de bien reproban serían menos frecuentes… deberíamos ser lo suficientemente sabios como para descubrir las causas y eliminarlas.

A los líderes y obreros les digo: mediten estas palabras de Génesis: “Y quedóse Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba.

“Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices” (Génesis 32:24, 26).

Leemos: la sabiduría es mejor que la fuerza. La sabiduría es mejor que las armas de guerra.

¡Ay de aquellos que son sabios en sus propios ojos, y prudentes delante de sí mismos!

Leímos en el periódico esta mañana las palabras del secretario de Trabajo James P. Mitchell. Creo que son palabras sabias. “Los derechos civiles no son únicamente un problema legal. Básicamente, es un problema moral.” Siempre será un problema en América mientras los niños escuchen a sus padres y vecinos hacer comentarios despectivos sobre otras razas, credos y religiones. Nuestras prácticas de contratación laboral en el futuro, dice él, deberán basarse en la capacidad y las calificaciones para el trabajo, sin importar edad, sexo, raza, credo u origen nacional.

No nos conformemos con un estándar mediocre para la obra de nuestra vida. El destino no bendice al hombre a menos que tenga la perseverancia de luchar hasta el amanecer.

Padre Celestial, ayúdanos a obtener sabiduría y a usarla en nuestras vidas, lo pedimos humildemente. Amén.

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1 Response to Conferencia General Octubre 1958

  1. Avatar de Desconocido Anónimo dice:

    Este mensaje inspirado bien puede aplicarse a nuestro Bendecido país,la República Argentina.

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