Capítulo 14
El milagro
Al día siguiente, como se necesitaba algo de cambio, le dije a la hermana Taylor que, si podía enviar a buscar al doctor Richards, él tenía mi bolsa de dinero y mi reloj, y encontrarían dinero en la bolsa.
Antes de que el doctor saliera de Carthage, le dije que sería mejor que se llevara mi bolsa y mi reloj, porque temía que la gente los robara. El doctor había tomado el bolsillo de mi pantalón, y colocado dentro el reloj y la bolsa de dinero, cortado el bolsillo, y atado una cuerda alrededor de la parte superior; fue en esta condición que lo trajeron de vuelta a casa. Sin embargo, mi familia no dejó de asombrarse al descubrir que una bala había impactado mi reloj. Pedí que trajeran mi chaleco, y al examinarlo se encontró que el bolsillo del chaleco —donde había estado el reloj— tenía un corte, como hecho con un cuchillo. Dentro del bolsillo se hallaron los fragmentos del vidrio, literalmente molidos hasta parecer polvo. Entonces se me ocurrió que una bala me había golpeado en el momento en que sentí que caía por la ventana, y que fue esa fuerza la que me arrojó hacia adentro.
A menudo le había comentado a la hermana Taylor el hecho singular de haberme encontrado dentro de la habitación, cuando momentos antes, después de recibir el disparo, sentí que estaba cayendo hacia fuera, y nunca pude explicarlo hasta entonces; pero allí el asunto quedó completamente aclarado y se volvió claro para mí. En verdad estaba cayendo, cuando algún villano apuntó a mi corazón. La bala impactó en mi reloj y me empujó de regreso; si hubiera caído, sin duda habría sido asesinado, si no por la caída, por los que estaban abajo, y esa bala, que tenía como intención darme muerte, fue transformada por una Providencia superior en un mensajero de misericordia, y salvó mi vida.
Jamás olvidaré los sentimientos de gratitud que entonces experimenté hacia mi Padre Celestial; toda la escena se presentó vívidamente ante mí, y mi corazón se derritió ante el Señor. Sentí que el Señor me había preservado mediante un acto especial de misericordia; que mi hora aún no había llegado, y que todavía tenía una obra que realizar sobre la tierra.
(Firmado)
John Taylor
























