Conferencia General Abril 1956
En los primeros días de abril de 1956, mientras la primavera comenzaba a despertar sobre los campos de Utah, los miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se reunieron una vez más en el corazón espiritual de su fe: el Tabernáculo de Salt Lake City. Era la centésima vigésima sexta conferencia general anual, un evento que se había convertido, con los años, en un faro de guía, renovación espiritual y comunión entre los fieles.
Durante esos tres días —6, 7 y 8 de abril—, las voces de los líderes resonaron entre los muros del Tabernáculo, cargadas de solemnidad, testimonio y propósito. La década de 1950 era una época de cambio en el mundo: la posguerra había dejado cicatrices, pero también sueños de reconstrucción y progreso. En medio de esa transformación global, la Iglesia ofrecía un mensaje constante de esperanza, redención y fidelidad al evangelio restaurado.
Hoy, mirar hacia atrás a la Conferencia de 1956 no es solo recordar un evento, sino revivir una etapa significativa en la historia de una fe que seguía creciendo con paso firme, llevando luz a las naciones y arraigándose con más fuerza en el corazón de sus miembros.

























