CAPÍTULO 2

De Europa a Ephraim

“Valiente” es quizá la mejor palabra para describir a aquellos antepasados cuyo linaje poseo con orgullo. Los ocho bisabuelos fueron conversos a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Europa.

Permítanme contarles primero acerca de Johan Andreas Jensen. Nacido el 16 de noviembre de 1795, cerca de Frederikstad, Noruega, perdió a su padre cuando tenía cinco años y se fue a la mar. Durante los veinticinco años siguientes ascendió de grumete a capitán de un gran barco que navegó por casi todas las partes del mundo. En 1849 se sintió profundamente impresionado por la religión y entregó casi todos sus bienes a los pobres. Predicó el arrepentimiento y, al hacerlo, reprendió al rey y a la religión luterana del estado. Por esta ofensa, fue encarcelado en Frederikstad. Dos élderes mormones, Christian J. y Svend Larsen, estaban presos en la misma cárcel por un delito similar. Allí cantaban los himnos de Sion. Johan escuchó las melodías y se conmovió profundamente por sus testimonios. Siguieron conversaciones. El domingo por la mañana, 24 de abril de 1853, Johan estalló en lágrimas y declaró que estaba convencido de que el evangelio que le habían explicado sus compañeros de prisión era verdadero. Su rostro literalmente resplandecía de gozo. Fue bautizado en 1854 después de ser liberado de la cárcel. Erastus Snow era presidente de la Misión Escandinava en ese tiempo.

Johan, su esposa Petra Amundsen y sus hijos dejaron su natal Noruega y emigraron a los Estados Unidos de América en 1863. Al comenzar su viaje, su familia incluía seis hijos, dos de los cuales eran gemelas recién nacidas, nacidas el 28 de marzo de 1863. Tenían unas seis semanas de edad. Esta familia cruzó los Estados Unidos llevando sus pertenencias y a esas bebés en una carretilla de mano, estableciéndose posteriormente en el condado de Sanpete, Utah, en el pueblo de Ephraim. Una de las hijas gemelas murió en el trayecto. La gemela que sobrevivió se convirtió en mi abuela Nelson.

Mads Peder Nielsen nació el 3 de agosto de 1833 en Mialholm, Aalborg, Dinamarca. Se casó con Margrethe Hansen, quien nació el 11 de enero de 1830 en Vjerup, Ribe, Dinamarca. Ellos también se unieron a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y emigraron a Ephraim, en el condado de Sanpete, Utah, donde nació mi abuelo Andrew C. Nelson el 20 de enero de 1864.

Neils Christian Anderson nació el 26 de noviembre de 1835 en Lund, Malmö, Suecia. Se unió a la Iglesia a los dieciocho años y vino a América en noviembre de 1855, llegando a St. Louis, Misuri. Desde allí fue llamado a Iowa en una misión. Llegó a Utah en 1857, cruzando las llanuras en la compañía del capitán Cowley. Participó activamente en la Guerra del Halcón Negro. En 1873 fue llamado a una misión en Suecia, donde sirvió durante dos años presidiendo la Conferencia de Skane. Más tarde regresó para trabajar en el Templo de Manti.

Su esposa, Ingeborg Paulsen, nació el 9 de abril de 1823 en Dyver, Christiania, Noruega. Ella también fue pionera de carretilla de mano, viajando desde St. Paul, Minnesota, hasta Utah. Su hijo, Andrew C. Anderson, nació el 1 de octubre de 1860 en Ephraim, Utah. Él llegó a ser mi abuelo Anderson. De este matrimonio nacieron otros cuatro hijos, uno de los cuales murió en la infancia. Ingeborg falleció antes que Neils Christian Anderson, y él se casó con Anna C. Jensen, con quien tuvo siete hijos. Su tercera esposa, Maria Peterson, le dio seis hijos más.

Al otro lado del Mar del Norte, en Hartford, Devonshire, Inglaterra, nació Stephen Henry Williams el 31 de mayo de 1816. Su esposa, Emma Jane Hillard, nació el 31 de marzo de 1826 en Dichet, Somersetshire, Inglaterra. Se casaron el 18 de junio de 1844. Profundamente conmovidos por el mensaje de los misioneros mormones, se unieron a la Iglesia en 1854. Tras su conversión sufrieron abusos y burlas, por lo que emigraron a los Estados Unidos en el velero Windermere. Emma Jane tenía cinco meses de embarazo en ese momento. Su comprensible ansiedad se vio aumentada por un brote de viruela a bordo. Llegaron a Nueva Orleans el 23 de abril de 1854 y partieron rumbo a Utah. Su hijo de dos años, Joseph Alma, fue sepultado en una tumba desconocida en algún lugar de Misuri o Nebraska. Viajaron hacia el oeste en la compañía de Darian Richardson, compuesta por cuarenta y dos carretas, llegando a Salt Lake City el domingo 30 de septiembre de 1854. Durante el trayecto, el 11 de agosto de 1854, nació Samuel Moroni.

Stephen era curtidor de oficio; Emma Jane era una popular cantante. Ella llegó a ser la primera presidenta de la Primaria en Ephraim, lugar donde residieron por llamamiento del presidente Brigham Young. Tuvieron ocho hijos antes del nacimiento de Sarah Elizabeth Williams, nacida el 13 de febrero de 1864 en Ephraim, Utah. Ella llegó a ser mi abuela Anderson. Cuatro de los ocho hijos anteriores a Sarah nacieron en Inglaterra, dos de los cuales murieron en la niñez. Los nombres de Thomas, Stephen, Alma, Moroni y Nefi se incluyeron entre los hermanos mayores de Sarah, dando evidencia visible del valiente compromiso con las Escrituras que tenía esta familia al trasladarse de Europa a Ephraim.

En total, Stephen y Emma Jane tuvieron doce hijos. Además de criar a sus propios doce hijos y a un hijastro, Emma Jane también cuidó de tres hijos de su hermana.

Todos estos antepasados vivieron en un fuerte que fue construido en Ephraim para proteger a los colonos de los ataques de los indios que habían causado tantas dificultades.

Parece asombroso que ocho bisabuelos provenientes de cuatro naciones populosas de Europa llegaran todos a Ephraim, Utah, un pequeño pueblo tan remoto y tan diferente de todo lo que ellos habían conocido. Aunque nunca los conocí, con frecuencia me pregunto cómo se sienten respecto a lo que ahora estamos haciendo con lo que ellos nos legaron. Su linaje y herencia forman parte de un legado que atesoro y del cual espero ser digno, al menos en parte.