El artículo presenta una comprensión profunda y equilibrada de la Caída de Adán y Eva, destacando que este acontecimiento no fue un fracaso, sino un paso necesario dentro del plan de salvación. Explica que Dios preparó cuidadosamente las condiciones del Jardín de Edén para que Adán y Eva ejercieran un albedrío pleno: oposición, libertad de elección, mandamientos claros y conocimiento de las consecuencias. En este marco, Satanás actuó como agente de oposición, usando verdades a medias para engañar a Eva.
Se honra la figura de Eva como alguien motivada por el deseo de progresar, no como culpable de un desastre espiritual. La revelación moderna reivindica su papel y reconoce su valentía y sabiduría, aunque actuó bajo engaño. Por su parte, Adán eligió conscientemente transgredir un mandamiento menor para obedecer un propósito mayor: permanecer con Eva y dar inicio a la mortalidad. Ambos, después de la Caída, reconocieron la sabiduría de su decisión y agradecieron la oportunidad de conocer la alegría, el dolor y la redención.
El artículo concluye que la Caída debe verse como un acto de amor y cooperación entre Dios, Eva y Adán, un acontecimiento que abrió la puerta al progreso eterno de toda la humanidad.
La Sabiduría Detrás de la Caída de Adán y Eva
Douglas S. Ladle
Los maestros deberían anticipar con entusiasmo la lección en la que sus alumnos aprenderán sobre la Caída de Adán y Eva. Esta doctrina es uno de los tres grandes temas doctrinales que todos los Santos de los Últimos Días deberían comprender. Según el élder Bruce R. McConkie, “estos tres son los mismos pilares de la eternidad. Son los acontecimientos más importantes que jamás hayan ocurrido o que ocurrirán en toda la eternidad. Ellos son la Creación, la Caída y la Expiación”.
Muchos métodos exitosos para enseñar la doctrina de la Caída se han presentado en los manuales de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Este artículo se enfoca en los conceptos del albedrío moral y la responsabilidad, los mandamientos dados a Adán y Eva en el Jardín de Edén, y los roles de los participantes en la Caída: Dios el Padre, Satanás, Eva y Adán. Sin importar qué método de enseñanza se use, una buena revisión de los principios ayudará a los maestros y alumnos a disfrutar al aprender cómo ocurrió la Caída y cómo fue una parte necesaria del plan de Dios.
Uso una discusión en el aula como el entorno para este artículo. En este contexto, sugiero una serie de preguntas y respuestas de los alumnos que exploran las Escrituras y las enseñanzas de los profetas de los últimos días. También proporciono un resumen en pizarra de las ideas principales de la lección. Aunque este método de enseñanza no es adecuado para todas las situaciones, los conceptos presentados aquí pueden ser valiosos para un estudio personal de la Caída o para su uso en otros entornos de enseñanza. El interés de los alumnos, su madurez y su capacidad para analizar conceptos doctrinales hacen posible este enfoque en un curso universitario avanzado.
Conceptos Fundamentales
Varios conceptos clave proporcionan un fundamento esencial para una discusión sobre la Caída.
Se dará más verdad. Por diversas razones, Dios no ha revelado la plenitud de las verdades del evangelio. En consecuencia, algunas verdades sobre la Creación, la Caída y la Expiación no están disponibles. Recibiremos más verdad más adelante, ya sea a medida que progresemos en nuestro propio desarrollo espiritual (cuando una persona es investida) o cuando el Señor lo considere apropiado según Su propio tiempo. Con la Segunda Venida, muchas cosas serán reveladas. “Sí, en verdad os digo, que en aquel día cuando venga el Señor, él revelará todas las cosas—cosas que han pasado, y cosas ocultas que ningún hombre conoció, cosas de la tierra, por las cuales fue hecha, y el propósito y el fin de ella” (D&C 101:32–33). Esperar con fe la revelación futura y creer que Dios “aún revelará muchas cosas grandes e importantes concernientes al Reino de Dios” (Artículos de Fe 1:9) son conceptos importantes para entender en una discusión sobre la Caída.
Se debe establecer un buen fundamento. Al enseñar sobre la Deidad, el profeta José Smith dijo: “Si empezamos bien, es fácil seguir bien todo el tiempo; pero si empezamos mal, podemos seguir mal, y será difícil corregirlo.” La misma pauta es importante cuando enseñamos sobre la Caída. Por esta razón, siempre es bueno comenzar una discusión sobre la Caída con una revisión de las doctrinas tal como se enseñan en las Escrituras y en el plan de estudios de la Iglesia. Se podría invitar a los alumnos a comenzar su estudio de esta doctrina leyendo y estudiando una fuente doctrinal como parte de su preparación antes de la lección. Un breve cuestionario de verdadero o falso podría ser útil para determinar si los alumnos están comenzando bien en su comprensión de la Caída.
Por ejemplo, podrían usarse las siguientes afirmaciones para el cuestionario:
Verdadero o Falso: Con respecto a las condiciones en el Jardín de Edén antes de la Caída, Adán y Eva estaban en un estado espiritual, lo que significa que existían como espíritus en cuerpos espirituales como los que tenían en la vida premortal.
Falso. Ambos tenían cuerpos físicos de carne y huesos, pero podemos decir que eran espirituales porque sus cuerpos estaban vivificados por espíritu y no por sangre.
Verdadero o Falso: Adán y Eva no habrían tenido hijos si hubieran permanecido en el jardín.
Verdadero. Como se declara en 2 Nefi 2:23: “Y no habrían tenido hijos”.
Verdadero o Falso: Debido a sus experiencias limitadas en el Jardín de Edén, Adán y Eva no conocían opuestos como el bien y el mal, gozo o dolor, y placer o sufrimiento porque no habían sido expuestos a ellos.
Verdadero. Véase 2 Nefi 2:23 y Moisés 5:11.
Verdadero o Falso: La Caída fue provocada por pecado sexual.
Falso. El presidente Joseph Fielding Smith enseñó: “La transgresión de Adán no involucró pecado sexual como algunos creen y enseñan falsamente. Adán y Eva fueron casados por el Señor mientras aún eran seres inmortales en el Jardín de Edén y antes de que la muerte entrara en el mundo”.
Verdadero o Falso: Con respecto a las consecuencias de la Caída, Adán, su familia y todas las demás cosas vivientes en la tierra llegaron a estar sujetas a la muerte física.
Verdadero. Véase Moisés 6:48, Alma 12:22–24 y 1 Corintios 15:21–22.
Verdadero o Falso: Debido a la Caída, toda la futura posteridad de Adán nacería con su pecado sobre sus cabezas y, por lo tanto, necesitaría ser bautizada para ser libre de ese pecado original.
Falso. Esta es una enseñanza apóstata de una iglesia moderna. El segundo artículo de fe declara que “los hombres serán castigados por sus propios pecados, y no por la transgresión de Adán” (Artículos de Fe 1:2).
Verdadero o Falso: Si Adán y Eva no hubieran transgredido y provocado la Caída, habrían vivido para siempre en un estado de inocencia, sin hijos, y el plan de Dios habría sido obstaculizado.
Verdadero. Véase 2 Nefi 2:22–23 y Moisés 5:10–11.
Verdadero o Falso: Aunque la Caída trajo muerte, decadencia y oposición al mundo, fue una parte necesaria del plan.
Verdadero. Véase 2 Nefi 9:6 y Alma 42:6–8.
Verdadero o Falso: Comprender la Caída es necesario para comprender más plenamente el plan de salvación.
Verdadero. “Si entendemos correctamente el papel de Adán y Eva, nos daremos cuenta de que quienes durante mucho tiempo los han etiquetado como pecadores responsables de la depravación universal de la familia humana están completamente equivocados. La verdad es que Adán y Eva abrieron la puerta para que viniéramos a la mortalidad, un paso esencial para nuestro progreso eterno”.
Cuando se ha establecido un buen fundamento doctrinal sobre la Caída, la clase puede analizar ideas adicionales disponibles en las Escrituras y en los discursos de los profetas de los últimos días. Para ayudar a los estudiantes a descubrir estas ideas, puede usar los siguientes temas como base para la discusión en clase.
Se dieron mandamientos
En la mayoría de las clases, los estudiantes ya sabrán cuáles fueron dos de estos mandamientos y pueden encontrarlos fácilmente en las Escrituras. Los dos mandamientos y sus referencias escriturales son, primero, “Fructificad y multiplicaos y henchid la tierra” (Moisés 2:28) y, segundo, “Del árbol del conocimiento del bien y del mal, no comerás” (Moisés 3:17).
¿Qué otros mandamientos fueron dados a Adán y Eva en el jardín? Para motivar a la clase, los maestros pueden pedir a los estudiantes que primero lean Moisés 4:18: “Y el hombre dijo: La mujer que me diste, y mandaste que permaneciera conmigo, me dio del fruto del árbol, y comí.” El mandamiento era permanecer juntos como esposo y esposa.
¿Por qué se les mandó a Adán y Eva permanecer juntos? Para poner este mandamiento en perspectiva, los estudiantes deberían leer la última frase del encabezamiento del capítulo en Génesis 2: “Adán y Eva son casados por el Señor.” Adán y Eva fueron mandados a permanecer juntos porque eran esposo y esposa.
Para ayudar a los estudiantes a identificar otro mandamiento, se les puede dirigir a leer Doctrina y Convenios 20:18–19: “Y que creó al hombre, varón y hembra, a su propia imagen y semejanza los creó; y les dio mandamientos de que le amaran y le sirvieran, al único Dios vivo y verdadero, y que él fuese el único ser a quien debían adorar.” El mandamiento podría expresarse de esta manera: “Escuchad solo a Dios.” Estos mandamientos podrían resumirse en la pizarra.
Mandamientos dados:
Multiplicaos y henchid la tierra
No comer del árbol
Estad juntos como esposo y esposa
Escuchad solo a Dios
El albedrío y la responsabilidad fueron fundamentales
Esta discusión comienza una introducción al concepto de albedrío moral y responsabilidad. Hace que los estudiantes piensen en sus propias experiencias con la justicia—situaciones en las que fueron castigados justa o injustamente por sus acciones. En las Escrituras, leemos que Dios estableció cuidadosamente condiciones en el Jardín de Edén para que Adán y Eva tuvieran albedrío moral completo y fueran responsables por sus acciones en relación con uno de los mandamientos: no comer del fruto del árbol. Estas condiciones se establecieron para que las consecuencias y castigos involucrados en la Caída fueran justos y equitativos.
Para ayudar a los estudiantes a descubrir estas condiciones, lea con ellos Moisés 3:9: “Y yo, Dios el Señor, hice nacer también el árbol de la vida en medio del huerto, y también el árbol de la ciencia del bien y del mal.” La condición necesaria para tener un albedrío moral completo y responsabilidad era la oportunidad de elegir.
Ahora lea Moisés 3:16–17, buscando una segunda condición que Dios estableció en el jardín para que Adán y Eva tuvieran albedrío moral completo y responsabilidad: “Y yo, Dios el Señor, mandé al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás
Enseñar la Caída de Adán y Eva
comer libremente; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal, no comerás.” La condición de los opuestos se da para regir una elección. Para reforzar esta idea, recuerde a los estudiantes que Dios no responsabiliza a individuos o naciones por sus decisiones hasta que se les ha dado la ley. “Por tanto, él ha dado una ley; y donde no se da ley no hay castigo; y donde no hay castigo no hay condenación” (2 Nefi 9:25). Jacob no quiere decir que las personas no recibirán las consecuencias naturales de sus decisiones simplemente porque desconocen la ley de Dios. Fumar causa problemas de salud sin importar si una persona ha sido enseñada o no la Palabra de Sabiduría. Más bien, Jacob quiere decir que Dios no condenará a una persona o nación con consecuencias espirituales hasta que primero hayan recibido Sus leyes y hayan tenido la oportunidad de obedecerlas o desobedecerlas.
Luego, continúe leyendo el versículo 17 en Moisés 3: “Sin embargo, podrás elegir por ti mismo, porque te es dado.” La tercera condición es la libertad de elección. Este concepto se confirma en 2 Nefi 2:27: “Por tanto, los hombres son libres según la carne; y se les ha dado todas las cosas que son propias del hombre. Y son libres para escoger la libertad y la vida eterna, por medio del gran Mediador de todos los hombres, o escoger la cautividad y la muerte, de acuerdo con la cautividad y el poder del diablo.”
La cuarta condición necesaria para el albedrío moral completo y la responsabilidad se encuentra al final del versículo 17: “Pero recuerda que te lo prohíbo, porque al día en que de él comieres, ciertamente morirás.” Esta cuarta condición es el conocimiento de las verdaderas consecuencias de la elección. El resumen en la pizarra debería lucir así:
Albedrío y Responsabilidad:
Oportunidad de elegir
Oposición en la elección
Libertad de elección
Conocimiento de las verdaderas consecuencias de la elección
Podría sostenerse aquí una valiosa discusión al preguntar a los estudiantes ejemplos de cómo Satanás aún intenta destruir el albedrío poniendo en peligro cualquiera de estas condiciones. Los estudiantes podrían compartir respuestas similares a estas:
Quita la oportunidad de elegir levantando tiranos en naciones para establecer gobiernos dictatoriales donde la gente no tiene acceso a las verdades de Dios.
Mantiene a las personas ignorantes de las leyes de Dios al impedir el desarrollo de la cultura y la tecnología en las naciones, de modo que quedan retrasadas y sin recibir el evangelio.
Hace que los individuos pierdan la libertad de elección al atraerlos a la adicción física con alcohol, tabaco y otras sustancias.
Distorsiona las verdaderas consecuencias de las decisiones pecaminosas mediante publicidad en los medios y tramas distorsionadas.
Adán y Eva tenían pleno albedrío moral y responsabilidad en cuanto al mandamiento de no comer del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal (véase Moisés 3:16–17). Sin embargo, con respecto al mandamiento de multiplicarse y henchir la tierra, Adán y Eva aún no estaban en un estado mortal en el que pudieran cumplir este mandamiento. Por lo tanto, no estaba disponible la oportunidad de actuar en este mandamiento. Para Adán y Eva y el resto de las criaturas vivientes, multiplicarse y henchir la tierra era un mandamiento “que no podían entonces cumplir, pero pronto podrían hacerlo [después de la Caída]”.
Los Participantes en los Acontecimientos de la Caída
Para esta parte de la discusión, escriba en la pizarra los nombres de los participantes en los acontecimientos asociados con la Caída:
Participantes:
Dios el Padre
Satanás
Eva
Adán
El papel de Dios
Pida a los estudiantes que consideren las siguientes preguntas:
P: Según lo que entendemos, ¿quería Dios que ocurriera la Caída de Adán y Eva?
R: Sí, era necesaria para el plan.
P: ¿Podría Dios haber hecho que Adán y Eva cayeran?
R: Sí, Él podría haberlo hecho, pero no lo haría porque eso les habría arrebatado su albedrío—es decir, habría eliminado la condición de libertad de elección del albedrío moral y la responsabilidad.
P: ¿Qué entendimiento enseña la siguiente cita de Robert J. Matthews sobre el papel de Dios en la Caída? “Si Dios hubiera creado al hombre mortal, entonces la muerte, el pecado y todas las circunstancias de la mortalidad serían obra de Dios y serían eternas y permanentes en su naturaleza; mientras que si el hombre provoca la Caída por sí mismo, él es el agente moral responsable, y Dios puede rescatarlo y redimirlo de su estado caído. . . . Adán y Eva tuvieron el privilegio de poner las cosas en marcha por sus propias acciones. Esto es mucho mejor que haber sido creados mortales y pecaminosos.”
R: La Caída y la introducción de la humanidad en la mortalidad tenían que venir por las decisiones de Adán y Eva para que las consecuencias pudieran ser superadas por Dios.
P: ¿Qué condiciones estableció Dios para que Adán y Eva pudieran tomar una decisión con pleno albedrío moral y responsabilidad?
R: Puso el árbol del conocimiento del bien y del mal en medio del Jardín de Edén, les dio el mandamiento de no comer de su fruta, les dio la libertad de elección y les enseñó las verdaderas consecuencias si lo hacían.
El papel de Satanás
Al analizar el papel de Satanás en la Caída, pida a los estudiantes que escuchen el siguiente pasaje de las Escrituras acerca de su trasfondo y naturaleza. Pida a un estudiante que lea Moisés 4:1–4. Invítelos a identificar, según su opinión, algunas de las verdades principales sobre Satanás.
Y yo, Dios el Señor, hablé a Moisés, diciendo: Aquel Satanás, a quien tú has mandado en el nombre de mi Unigénito, es el mismo que fue desde el principio, y vino delante de mí, diciendo: He aquí, aquí estoy, envíame, yo seré tu hijo, y redimiré a todo el género humano, de modo que no se perderá ni un alma, y ciertamente lo haré; por tanto, dame tu honra.
Mas he aquí, mi Hijo Amado, que fue mi Amado y Escogido desde el principio, me dijo: Padre, hágase tu voluntad, y sea tuya la gloria para siempre.
Por tanto, porque Satanás se rebeló contra mí, y procuró destruir el albedrío del hombre, que yo, Dios el Señor, le había dado, y también, que yo le diera mi propio poder; por el poder de mi Unigénito, hice que fuese expulsado;
Y llegó a ser Satanás, sí, aun el diablo, el padre de todas las mentiras, para engañar y cegar a los hombres y llevarlos cautivos a su voluntad, tantos como no escucharan mi voz. (Moisés 4:1–4)
Sabemos que Satanás (1) intenta destruir el albedrío, (2) es el padre de todas las mentiras y engaña a la humanidad, y (3) conduce a la cautividad a quienes escuchan su voz.
Los estudiantes deben luego leer acerca del papel de Satanás en los acontecimientos de la Caída. “Y Satanás . . . procuró también engañar a Eva, porque no conocía la mente de Dios; por tanto, procuró destruir al mundo” (Moisés 4:6–7). Para analizar el papel de Satanás, considere las siguientes preguntas:
P: ¿Qué estaba tratando de hacer en el jardín?
R: Lograr que Adán y Eva desobedecieran a Dios y escucharan a Satanás en lugar de a Dios.
P: ¿Qué sabemos sobre la comprensión de Satanás en cuanto al plan?
R: La escritura dice que “no conocía la mente de Dios.” Pero según Moisés 4:1–2, Satanás aparentemente conocía el plan de salvación por su participación en el Consejo Premortal en los Cielos. Satanás no tuvo un velo de olvido puesto sobre su mente como los demás hijos e hijas espirituales de nuestro Padre Celestial que guardaron su primer estado. ¿Qué podría significar, entonces, que “no conocía la mente de Dios”? Una posibilidad es que Satanás no tenía los mismos propósitos o motivos que Dios porque él quería “destruir al mundo” y “llevar [a los hombres] cautivos a su voluntad,” en vez de lograr “la inmortalidad y la vida eterna del hombre” (véase Moisés 1:39).
P: Según enseñó Lehi a Jacob, ¿por qué permitió Dios que Satanás entrara en el Jardín de Edén? Lea 2 Nefi 2:15–18:
Y para llevar a cabo sus eternos propósitos en lo referente al hombre, después que hubo creado a nuestros primeros padres . . . era preciso que hubiese una oposición; aun el fruto prohibido en oposición al árbol de la vida; el uno siendo dulce y el otro amargo.
Por tanto, el Señor Dios dio al hombre que obrara por sí mismo. Por consiguiente, el hombre no podría obrar por sí mismo si no fuese atraído por una u otra cosa.
Y yo, Lehi, de acuerdo con las cosas que he leído, debo suponer que un ángel de Dios, según lo que está escrito, había caído del cielo; por lo cual llegó a ser un diablo, habiendo buscado lo malo delante de Dios.
Y como había caído del cielo, y se había vuelto miserable para siempre, buscó también la miseria de toda la humanidad. Por lo cual, dijo a Eva, sí, a esa serpiente antigua, que es el diablo, que es el padre de todas las mentiras, por tanto dijo: Comed del fruto prohibido, y no moriréis, sino que seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.
R: Dios permitió que Satanás entrara en el jardín para proporcionar oposición a Adán y Eva y para atraerlos a comer del fruto prohibido.
P: ¿Cuál fue el método de seducción de Satanás?
R: Como es el padre de las mentiras, trató de engañar o embaucar mediante enseñanzas falsas y verdades a medias.
Para ayudar a los estudiantes a comprender la manera de seducción de Satanás en el jardín, pídales que lean Moisés 4:10–11: “Y la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; porque sabe Dios que el día en que comáis de él, vuestros ojos serán abiertos, y seréis como dioses, conociendo el bien y el mal” (véase también 2 Nefi 2:18). Pregunte a los estudiantes:
P: ¿Qué parte de la proposición de Satanás era falsa y qué parte era verdadera?
R: Satanás dijo falsamente que no morirían; pero, para atraerlos a comer, añadió la verdad de que se les abrirían los ojos y obtendrían conocimiento para llegar a ser como Dios.
El papel de Eva
La discusión sobre el papel de Eva en la Caída es una de las partes más importantes de la lección. Leemos acerca de sus acciones en Moisés 4:7–12:
Y él [Satanás] dijo a la mujer: Sí, ¿conque Dios ha dicho: No comeréis de todo árbol del jardín? (Y habló por boca de la serpiente.)
Y la mujer dijo a la serpiente: Del fruto de los árboles del jardín podemos comer;
Pero del fruto del árbol que ves en medio del jardín, Dios ha dicho: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis.
Y la serpiente dijo a la mujer: No moriréis;
Porque sabe Dios que el día en que comáis de él, se os abrirán los ojos, y seréis como dioses, conociendo el bien y el mal.
Y cuando la mujer vio que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría, tomó de su fruto y comió, y también dio a su marido, que estaba con ella.
P: ¿Por qué cedió Eva a la proposición engañosa de Satanás?
R: La respuesta más obvia proviene de las Escrituras, que declaran que Eva fue embaucada o engañada por la proposición de Satanás. Después de la Caída, Eva explicó por qué comió del fruto: “La serpiente me engañó, y comí” (Moisés 4:19). En 2 Corintios 11:3, Pablo se refirió a los acontecimientos de la Caída para advertir a los primeros Santos sobre las mentiras sutiles de Satanás: “Pero temo que, así como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestras mentes sean de alguna manera apartadas de la sencillez que es en Cristo.” Pablo también enseñó a Timoteo: “Y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión” (1 Timoteo 2:14).
Para ayudar a los estudiantes a comprender la acción de Eva, comparta la siguiente declaración del élder James E. Talmage. A medida que los estudiantes lean esta cita, pídales que identifiquen ideas importantes relacionadas con la decisión de Eva.
Eva respondió que se les había prohibido aun tocar el fruto de ese árbol, bajo pena de muerte. Entonces Satanás procuró engañar a la mujer, contradiciendo la declaración del Señor y afirmando que la muerte no seguiría a una violación del mandato divino; sino que, por el contrario, haciendo aquello que el Señor había prohibido, ella y su esposo llegarían a ser semejantes a los dioses, conociendo el bien y el mal por sí mismos. La mujer quedó cautivada por estas representaciones; y, deseosa de poseer las ventajas descritas por Satanás, desobedeció el mandamiento del Señor y comió del fruto prohibido. No temía el mal, porque no lo conocía.
Esta cita sugiere que (1) Eva no sabía que la proposición de Satanás era engañosa, ya que no sabía que Satanás era malo, y (2) Eva deseaba el progreso que vendría al comer del fruto, sin esperar que hubiera consecuencias adversas basándose en lo que Satanás había dicho.
De la explicación escritural de que Eva fue engañada en el jardín, prejuicios antiguos contra la mujer han sido falsamente perpetuados en muchas culturas y religiones. Aunque las Escrituras son claras en que Eva fue engañada, estos prejuicios falsos contra las mujeres son incorrectos. Los profetas, videntes y reveladores de los últimos días defienden y honran la decisión de Eva de comer del fruto prohibido. Pida a los estudiantes que consideren el motivo de Eva al comer del fruto prohibido mientras escuchan las siguientes declaraciones.
En la conferencia general de octubre de 1993, el élder Dallin H. Oaks dijo: “Su acto, cualquiera que haya sido su naturaleza, fue formalmente una transgresión pero eternamente una necesidad gloriosa para abrir la puerta hacia la vida eterna. Adán mostró su sabiduría al hacer lo mismo. . . . Algunos cristianos condenan a Eva por su acto, concluyendo que ella y sus hijas están, de algún modo, marcadas por él. ¡No así los Santos de los Últimos Días! Informados por la revelación, celebramos el acto de Eva y honramos su sabiduría y valor en el gran episodio llamado la Caída.”
En esta misma conferencia, el élder Russell M. Nelson enseñó: “Nosotros y toda la humanidad somos bendecidos para siempre por el gran valor y la sabiduría de Eva. Al comer del fruto primero, ella hizo lo que tenía que hacerse. Adán fue lo suficientemente sabio como para hacer lo mismo.”
El presidente Joseph Fielding Smith también escribió: “Estoy muy, muy agradecido por la Madre Eva. Si alguna vez llego a verla, quiero agradecerle por lo que hizo, pues ella hizo la cosa más maravillosa que haya ocurrido jamás en este mundo, y eso fue colocarse en una situación donde Adán tuvo que hacer lo mismo que ella o de lo contrario habrían estado separados para siempre.”
P: Cuando recordamos que Eva fue engañada y no conocía las verdaderas consecuencias de su decisión, ¿cuál podría haber sido un motivo posible para que Eva comiera del fruto?
R: Recuerde a los estudiantes que Dios no ha revelado un conocimiento completo de los pensamientos de Eva antes de la Caída. Sin embargo, algunas verdades sí se han dado por medio de las Escrituras y las palabras de los profetas de los últimos días. Estas fuentes enseñan que Eva, aun siendo engañada por Satanás, estaba motivada por su deseo de avanzar en su progreso.
Después de la Caída, tanto Adán como Eva reconocieron la sabiduría de sus decisiones: “Y en aquel día Adán bendijo a Dios y se llenó, y empezó a profetizar concerniente a todas las familias de la tierra, diciendo: Bendito sea el nombre de Dios, pues a causa de mi transgresión se han abierto mis ojos, y en esta vida tendré gozo, y de nuevo en la carne veré a Dios. Y Eva, su esposa, oyó todas estas cosas y se alegró, diciendo: De no haber sido por nuestra transgresión, nunca habríamos tenido descendencia, ni habríamos conocido el bien y el mal, ni el gozo de nuestra redención, ni la vida eterna que Dios da a todos los obedientes” (Moisés 5:10–11). Antes de dejar el tema del papel de Eva en la Caída, pregunte a los estudiantes por qué la Caída no debería llamarse más apropiadamente “La Caída de Eva”, ya que Eva fue la primera en comer. Pídales que consideren las siguientes preguntas:
P: ¿Cómo utiliza Dios la palabra Adán en Moisés 6:9? “A la imagen de su propio cuerpo, macho y hembra, los creó, y los bendijo, y los llamó Adán, el día en que fueron creados y llegaron a ser almas vivientes en la tierra que es el escabel de Dios.”
R: Como un título para ambos, Adán y Eva.
P: Debido a que Eva había comido, ella recibiría las consecuencias de su elección. Pero dado que Eva había sido engañada en el proceso de tomar esta decisión tan significativa e importante, ¿sería justo que Dios la considerara completamente responsable de su decisión e introdujera la mortalidad basándose en un truco o engaño?
R: No, una de las cuatro condiciones necesarias para el albedrío moral completo y la responsabilidad—el conocimiento de las verdaderas consecuencias de la elección—no se cumplió. Ella no conocía las verdaderas consecuencias de su elección porque Satanás la había engañado haciéndole creer que no moriría.
P: ¿Por qué es crucial que Eva haya comido del fruto primero para el papel que Adán desempeñaría en su parte de la Caída?
R: Ahora que Eva había comido del fruto, Adán no podía evitar transgredir uno o más de los mandamientos que se le habían dado en el jardín.
El papel de Adán
Considere hacer las siguientes preguntas sobre el papel de Adán:
P: Ahora que Eva había comido del fruto, ¿cuál era la situación de Adán?
R: Él no podía guardar todos los mandamientos de Dios. Si quería permanecer con Eva para que eventualmente pudieran multiplicarse y henchir la tierra, tendría que escuchar a su esposa, en lugar de a Dios, y comer del fruto prohibido.
P: ¿Qué perspectiva importante da la siguiente cita de Joseph Fielding Smith sobre la decisión de Adán?
“No siempre es un pecado transgredir una ley. . . . Antes de comer del fruto, Adán pudo haber vivido para siempre; por lo tanto, su condición era de inmortalidad. Cuando comió, quedó sujeto a la muerte y, por tanto, se volvió mortal. Esto fue una transgresión de la ley, pero no un pecado en sentido estricto, ¡pues era algo que Adán y Eva tenían que hacer! . . . Difícilmente podemos considerar algo que resultó en tantos beneficios como un pecado, en el sentido en que consideramos el pecado.”
R: Adán tomó la decisión correcta; fue obediente a la ley más alta cuando tuvo que elegir entre dos cosas correctas.
P: ¿Por qué estamos agradecidos por ambos, Adán y Eva, y por los roles que desempeñaron en la Caída?
R: Eva comió del fruto para continuar su progreso. Adán, sabiendo que seguramente sufriría la muerte y los efectos adicionales de la mortalidad si comía del fruto, aceptó voluntariamente los efectos adversos de la Caída para poder permanecer con Eva y así hacer posible el plan de salvación para la humanidad. Así, con el albedrío moral y la responsabilidad en efecto, la Caída ocurrió porque tanto Adán como Eva desempeñaron sus roles apropiados para que el plan de salvación avanzara.
El resumen final en la pizarra podría incluir:
Participantes:
Dios el Padre: No causó la Caída, pero preparó las condiciones para que la Caída pudiera ocurrir.
Satanás: Fue permitido en el jardín para tentar a Adán y Eva a comer. Procuró engañarlos diciendo una media verdad acerca de las consecuencias de comer del fruto.
Eva: Aunque engañada, estuvo motivada a progresar y comió del fruto primero.
Adán: Con pleno albedrío y responsabilidad, comió del fruto prohibido para que “el hombre fuese” y para que el plan pudiera avanzar.
Este es un momento apropiado para concluir la lección. Dígales a los estudiantes que una lección futura tratará las consecuencias de la Caída que vinieron sobre la humanidad y sobre la naturaleza.
Resumen
Este artículo tiene el propósito de ofrecer comprensión sobre cómo ocurrió la Caída en el Jardín de Edén. Explora el concepto de albedrío moral y responsabilidad, los mandamientos dados a Adán y Eva en el Jardín de Edén, y los roles del Padre Celestial, Satanás, Eva y Adán en la Caída. Desde estas perspectivas, se hacen evidentes varias verdades importantes. Eva fue engañada por Satanás y comió del fruto prohibido. Los profetas de los últimos días proclaman que ella estuvo motivada por el deseo de progresar hacia la divinidad y cumplir su futuro papel de dar a luz y criar hijos. Después de enterarse de que Eva había comido, Adán, con pleno albedrío moral y responsabilidad, escuchó a su esposa y también comió para que el hombre pudiera existir.
Las palabras de un himno sagrado podrían aplicarse tan apropiadamente a los acontecimientos de la Caída como lo son a la Expiación de Cristo: “Cuán grande fue la sabiduría y amor que llenaron [el Jardín de Edén].” Esta sabiduría y amor se demostraron en los roles desempeñados por el Padre, Eva y Adán.
Aún existe mucha verdad no revelada sobre la Caída. Sin embargo, las verdades disponibles de las Escrituras y de los profetas de los últimos días han hecho de este acontecimiento una de las doctrinas más maravillosas del evangelio. ¡No es de extrañar que todo maestro del evangelio de Jesucristo pueda encontrar gozo al enseñar acerca de la Caída!
























