El primer libro de Nefi

Tu estudio de — El Libro De Mormón
Primera Parte:
1 Nefi Hasta Palabras de Mormón

Primer Nefi Capítulo 16

Tal y como se ha indicado en el capítulo anterior, los hermanos de Nefi han hecho, con sinceridad, algunas preguntas inteligentes con la finalidad de buscar entendimiento en cuanto a lo que Lehi les enseñó. A pesar de que parecían sinceros, las respuestas a sus preguntas conllevan una contrariedad con sus estilos de vida. Por lo tanto, estas respuestas en cuanto a la responsabilidad personal, el juicio final, la inmundicia, los requisitos para morar en la presencia de Dios para siempre, etc., les resultan bastante difíciles de digerir o aceptar.

A menudo se requiere tiempo y paciencia para implementar o adoptar los estándares de conducta del evangelio en nuestras vidas diarias, especialmente cuando nuestras actitudes y objetivos anteriores no han sido justos o buenos. Y a menos que seamos diligentes y estemos dispuestos a perseverar hasta resolver los viejos hábitos, estaremos en peligro de recaer. Es muy común que las personas vuelvan adoptar sus viejas actitudes y estilos de vida (especialmente si existe algún tipo de adicción no resuelta o si los malos hábitos están muy arraigados).

A continuación, los hermanos de Nefi expresan su preocupación por que las cosas que han oído son “duras”. Sin embargo, las manchas “duras”, por lo general, no se eliminan con un jabón “suave”. Esta lección se la enseñará claramente Nefi a continuación, el cual siente grandes esperanzas tras escuchar las respuestas de sus hermanos. Una vez más usaremos negrita para resaltar y por razones de enseñanza.

1    Y ACONTECIÓ que después que yo, Nefi, hube terminado de hablar a mis hermanos, he aquí, ellos me dijeron: Tú nos has declarado cosas duras, más de lo que podemos aguantar.

2    Y sucedió que les dije que yo sabía que había hablado palabras duras contra los inicuos, según la verdad; y a los justos he justificado (he enseñado que la rectitud traerá frutos buenos eternamente), y testificado que ellos habrían de ser enaltecidos (exaltados) en el postrer día (el Día del Juicio); por tanto, los culpables hallan la verdad dura, porque los hiere hasta el centro.

3    Ahora bien, mis hermanos, si vosotros fuerais justos y desearais escuchar la verdad y prestarle atención, a fin de andar rectamente delante de Dios, [entonces] no murmuraríais por causa de la verdad, ni diríais: Tú hablas cosas duras en contra de nosotros.

4    Y aconteció que yo, Nefi, exhorté (enseñé y avisé) a mis hermanos con toda diligencia a guardar los mandamientos del Señor.

5    Y sucedió que se humillaron ante el Señor, de tal modo que sentí gozo y grandes esperanzas (por mis hermanos) de que anduvieran por las sendas de la rectitud.

6    Ahora bien, todas estas cosas se dijeron y se hicieron mientras mi padre vivía en una tienda en el valle al que dio el nombre de Lemuel.

7    Y sucedió que yo, Nefi, tomé por esposa a una de las hijas de Ismael; e igualmente mis hermanos se casaron con las hijas de Ismael, y también Zoram tomó por esposa a la hija mayor de Ismael. (¡Esta debe haber sido una ceremonia extraordinaria, llena de regocijo y celebración!)

A continuación, Nefi hace una declaración muy positiva en cuanto a su padre, la cual puede ser un consuelo para los padres con hijos que no han seguido el “sendero estrecho y angosto”.

8   Y así cumplió mi padre con todos los mandamientos del Señor que le habían sido dados. Y también yo, Nefi, había sido altamente bendecido del Señor.

Parece ser que Lehi y su grupo pequeño de viajantes han estado acampando en el valle de Lemuel (véase 1 Nefi 2:6, 14; 16:6) por algún tiempo. Lehi y Saríah se esperaron allí mientras que sus hijos regresaron para obtener las planchas de bronce. También permanecieron allí mientras los hermanos regresaron por segunda vez a Jerusalén para traer a Ismael y a su familia con la finalidad de tomar esposas y empezar sus propias familias. Estaban acampados en este valle cuando Lehi tuvo el sueño del árbol de la vida, y mientras Nefi tuvo su experiencia de “alta montaña” en la que vio todas las cosas que su padre vio.

No sabemos cuánto tiempo de los ocho años que pasaron en el desierto ya habían transcurrido en el momento en el que el Señor mandó a Lehi que prosiguiera su jornada por el desierto. Sea cual sea el caso, ahora continuarán su viaje y finalmente llegarán al océano. Allí construirán un barco y cruzarán las aguas hacia la tierra prometida.

Muchas de las escenas que vienen a continuación son de lo más familiar para aquellos que ya han leído y estudiado el Libro de Mormón. Por ejemplo, Lehi recibirá la Liahona; Nefi romperá su arco; Ismael morirá y habrá una rebelión entre algunos integrantes del grupo; Lamán maquinará un plan con otros para quitarles la vida a Lehi y a Nefi. Estos miembros rebeldes del grupo tendrán todavía otra oportunidad para arrepentirse y cambiar su actitud y la dirección de sus vidas cuando el Señor les hable directamente y les amoneste con severidad.

9    Y aconteció que la voz del Señor habló a mi padre en la noche, y le mandó que a la mañana siguiente continuara su camino por el desierto.

10    Y ocurrió que al levantarse mi padre por la mañana, y al dirigirse a la entrada de la tienda, con gran asombro vio en el suelo una esfera de bronce fino, esmeradamente labrada (la Liahona; véase Alma 37:38); y en la esfera había dos agujas, una de las cuales marcaba el camino que debíamos seguir por el desierto.

De vez en cuando, el Señor ha proporcionado artefactos o instrumentos físicos para ayudar a los profetas a que reciban dirección y guía, tanto para sí mismos como para el pueblo. Sabemos que había más de un Urim y Tumim (véase GEE). Aquí, se le da a Lehi un instrumento maravilloso de elaboración exquisita para que le ayude tanto a él como a su gente mientras viajan por el desierto peligroso.

Claramente aquí tenemos algunos simbolismos. Entre otras cosas, este mundo puede ser un “desierto” más bien peligroso, con trampas y distracciones instaladas por el diablo y sus malvados seguidores. Necesitamos una guía constante a medida que viajamos por la vida, y la recibimos a través de las escrituras y el consejo y enseñanzas de nuestros profetas y apóstoles modernos, además de nuestros líderes locales.

Se podría decir que tenemos nuestras “Liahonas” en forma de acceso electrónico a las palabras y enseñanzas de las Autoridades Generales. Con el uso de aparatos electrónicos y los avances tecnológicos podemos buscar y acceder a muchos de sus mensajes y consejos, a temas específicos, etc.

11    Y aconteció que recogimos cuanto habíamos de llevar al desierto, y todo el resto de nuestras provisiones que el Señor nos había dado; y juntamos semillas de todas clases para llevar al desierto.

12    Y sucedió que tomamos nuestras tiendas y partimos para el desierto, allende el río Lamán.

13    Y aconteció que durante cuatro días seguimos un curso casi hacia el sudsudeste, y asentamos nuestras tiendas otra vez; y dimos al lugar el nombre de Shazer.

14    Y acaeció que tomamos nuestros arcos y flechas, y salimos al desierto a cazar, a fin de obtener alimento para nuestras familias. Y después que hubimos procurado alimentos para ellas, volvimos a nuestras familias en el desierto, al lugar llamado Shazer. Y emprendimos de nuevo la marcha por el desierto, llevando la misma dirección, manteniéndonos en los parajes más fértiles del desierto que lindaban con el Mar Rojo.

15    Y aconteció que viajamos por el espacio de muchos días, cazando por el camino lo necesario para nuestro sustento, con nuestros arcos, y nuestras flechas, y nuestras piedras y hondas.

16    Y seguimos las indicaciones de la esfera, la cual nos dirigió por los parajes más fértiles del desierto.

En el versículo 28 de este capítulo, Nefi nos dice que las agujas de la Liahona (o esfera) funcionaban “de acuerdo con la fe, diligencia y atención que nosotros les dábamos”. Y según el versículo 16, arriba, el propósito de la “esfera” era dirigirlos. Al considerar estos dos hechos, podríamos concluir, que a estas alturas, la mayoría o quizás todos los miembros en el grupo de viajeros estaban ejercitando la fe y la obediencia, y por lo tanto, la Liahona funcionaba bien y los guiaba.

17    Y después que hubimos viajado por el espacio de muchos días, plantamos nuestras tiendas por algún tiempo, para que de nuevo pudiéramos descansar y obtener alimento para nuestras familias.

Quizás habrás notado que las cosas les van bastante bien mientras están ocupados viajando. Parece ser que cuando hacen una parada y disponen de tiempo libre, aquellos con la tendencia a rebelarse se rebelan.

En este mismo lugar de descanso Lamán y Lemuel y los hijos de Ismael murmurarán en contra de Nefi. Y cuando vuelven a detenerse otra vez (versículo 33) e Ismael muere, se vuelve a levantar otra rebelión desagradable. Al reanudar nuevamente el viaje (1 Nefi 17:1) y mantenerse ocupados con el trabajo que conlleva el viajar, dejan de murmurar (capítulo 17, versículo 2). Pero cuando finalmente llegan al océano, en donde tienen una parada larga, surge nuevamente la rebelión (1 Nefi 17:17-20, etc.).

Ciertamente, aquí hay una lección para todos nosotros. Hay un viejo dicho que dice algo así como “una mente ociosa se convierte en un pasatiempo para el diablo”, y parece ser que esto es cierto.

A continuación, Nefi romperá su arco. Qué triste es que sus hermanos parecen estar siempre listos y ansiosos para culpar a Nefi de todas sus aflicciones, cuando quizás si estos hubiesen descordado sus propios arcos cuando debían, ahora podrían conservar la elasticidad de sus arcos. Sea cual fuere el caso, se trata de una de las viejas herramientas de Satanás, encontrar a alguien a quien culpar por nuestra propia conducta pecaminosa e inapropiada. Qué fácil es ver y señalar la paja en el ojo ajeno.

18   Y aconteció que yo, Nefi, al salir a cazar, he aquí, rompí mi arco, que era de acero fino; y después que rompí mi arco, mis hermanos se enojaron contra mí a causa de la pérdida de mi arco, porque no obtuvimos alimentos.

Durante muchos años, los críticos del Libro de Mormón concluían que había un error con la idea de que Nefi pudiera tener un arco hecho de “acero fino”. Estos afirmaban que no había tal cosa en la época en que tuvo el lugar el viaje de Nefi según lo data el Libro de Mormón. Hugh Nibley tenía unas palabras para estos críticos. La siguiente es una cita de sus escritos:

«A través de los años, los críticos del Libro de Mormón constantemente han censurado como error grave e improcedente el que se haga mención del acero [algo que estaba muy por delante de ese periodo de tiempo], Pero ahora se nos recuerda que uno no puede ser dogmático al datar la aparición del acero, pues se sabe que en la antigüedad había muchos tipos de acero con ‘una serie enorme de variantes en la combinación de los componentes de hierro y acero’; y cuando se descubría una combinación particular refinada, se guardaba en secreto y se transmitía a modo de ‘taller individual’ al ‘pasar de padre a hijo por muchas generaciones’. Por lo tanto, no debe ser muy sorprendente el saber que ‘hasta en los periodos antiguos de Europa’ se han encontrado evidencias de la producción de un acero ‘de alta calidad’ y de gran dureza. Además, sabemos de la existencia de acero en el oriente, el cual data de épocas anteriores” (Hugh Nibley, Since Cumorah: The Libro de Mormón in the Modern World, pág. 254).

19    Y aconteció que volvimos sin alimento a nuestras familias, y por estar muy fatigadas a causa de sus viajes, sufrieron mucho por la falta de víveres.

20    Y ocurrió que Lamán y Lemuel y los hijos de Ismael empezaron a murmurar en gran manera por motivo de sus padecimientos y aflicciones en el desierto; y también mi padre empezó a murmurar contra el Señor su Dios; sí, y todos se sentían sumamente afligidos, tanto así que murmuraron contra el Señor.

Es como que ya nos hacemos la idea de que Lamán y Lemuel junto a los hijos de Ismael comenzarán a quejarse y a obrar con maldad cuando las cosas se vuelven difíciles. Pero el ver que Lehi también “empezó a murmurar contra el Señor su Dios” nos sorprende a todos desprevenidos y puede llegar a ser algo muy decepcionante.

Sin embargo, al recordar que una de las intenciones de Nefi, al escribir, era mostrarnos «las entrañables misericordias del Señor” (véase 1 Nefi 1:20), podemos ver que una de las razones por las que Nefi menciona este periodo tan difícil para su padre, es el mostrarnos que la bondad del Señor también llega a aquellos que saben hacer cosas mejores que murmurar.

21   Ahora bien, sucedió que yo, Nefi, habiéndome afligido con mis hermanos por la pérdida de mi arco, y como sus arcos habían perdido su elasticidad (posiblemente debido a la negligencia de estos al no descordar sus arcos cuando no los utilizaban), empezó a dificultársenos en extremo, sí, a tal grado que no podíamos obtener alimento.

22    Y sucedió que yo, Nefi, hablé mucho a mis hermanos, porque habían endurecido otra vez sus corazones, aun hasta quejarse contra el Señor su Dios.

23    Y aconteció que yo, Nefi, hice un arco de madera, y una flecha de un palo recto; por tanto, me armé con un arco y una flecha, y con una honda y piedras, y le dije a mi padre: ¿A dónde debo ir para obtener alimento?

Quisiera compartir una experiencia interesante que tuve hace unos años en referencia al arco de madera y la flecha de un palo recto que Nefi hizo, lo cual se describe arriba.

Una tarde, recibí una llamada de un buen amigo mío. Este me dijo, “David, ¿sabes cuán verdadero es el Libro de Mormón?” Yo le respondí, “Sí, creo que lo sé”. A lo cual el me respondió, “Si, pero ¿sabes cuán verdadero? En ese momento me pregunté a dónde quería llegar mi amigo, así que le dije, “Dime, ¿cuán verdadero es? Y eso era lo que él estaba esperando.

Me preguntó, “¿sabes por qué Nefi hizo una flecha de un palo para usarlo con el arco de madera que acababa de hacer? ¿Por qué no utilizó simplemente una de las flechas que ya tenía para su arco de acero, el cual rompió? Le respondí que nunca había pensado en eso. Él procedió y me comentó que había estado interesado en el tiro con arco, y que al leer una vez más esta parte del Libro de Mormón, se le ocurrió que los arcos de acero usarían flechas más bien cortas, pero que un arco de madera es mucho más flexible que el arco de acero y por lo tanto requeriría flechas bastante más largas.

Terminó la conversación expresando su testimonio de que no es posible que José Smith se haya inventado el Libro de Mormón y que ese pasaje sobre la necesidad de una nueva flecha de madera supuso para él otro testimonio del llamamiento divino del Profeta. Sintió que no había manera de que José Smith hubiera sabido esos detalles basándose en la experiencia práctica para inventarse dicha narración.

Le di las gracias a mi amigo por compartir esto conmigo, y ahora yo también me maravillo más aún ante la veracidad del Libro de Mormón cada vez que leo la narración de Nefi sobre su arco de acero roto y la flecha de madera.

En el versículo 23, arriba, encontramos una lección muy importante. Se trata de que debemos honrar a los padres, incluso cuando estos no siempre vivan a la altura de nuestras expectativas y esperanzas. El hecho de que Nefi todavía honró a su padre Lehi, a pesar de la respuesta negativa de este ante las dificultades que sufrieron, debe haber tenido un efecto para Lehi tanto humillante como redentor.

24    Y aconteció que él preguntó al Señor, porque se habían humillado a causa de mis palabras; pues les dije muchas cosas con toda la energía de mi alma.

25    Y ocurrió que la voz del Señor habló a mi padre; y verdaderamente fue reprendido por haber murmurado en contra del Señor, a tal grado que sintió una intensa aflicción.

Hay un nombre para referirse al tipo de aflicción o pesar que Lehi experimentó en esta ocasión. Se llama “la tristeza que es según Dios” y es el tipo de pesar que produce un cambio profundo hacia una rectitud personal y una fuerza más profunda para seguir los mandamientos de Dios. El apóstol Pablo habló de esta “tristeza según Dios” en 2 Corintios 7:8-11. Ahora dedicaremos un momento para revisar las enseñanzas de Pablo en cuanto a este tema. Incluiremos algunas notas junto a estos versículos.

2 Corintios 7:8—11

8   Porque aunque os contristé con aquella carta (a pesar de que fui la causa de que os entristecierais cuando os reprendí en la última carta que os envié—Primera de Corintios), no me pesa (no me retracto de lo que dije porque lo necesitabais), aunque entonces me pesó (sin embargo lamento haber herido vuestros sentimientos), pues veo que aquella carta (epístola), aunque por algún tiempo, os contristó (y os restablecisteis tras un tiempo).

9    Ahora me regocijo, no porque hayáis sido contristados (no porque yo os causé la pena), sino porque fuisteis contristados para arrepentimiento (sino porque finalmente os arrepentisteis debido a lo que os dije), porque habéis sido contristados según Dios (mi carta fue la razón por la que experimentasteis la “tristeza según Dios» por lo que verdaderamente os arrepentisteis), para que ninguna pérdida padecieseis por nuestra parte (o sea, que al final resultó que nosotros no os lastimamos en ninguna manera).

Ahora Pablo define “tristeza según Dios”, la cual es una parte vital del arrepentimiento verdadero.

10 Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación (y por lo tanto para lograr la exaltación), de lo cual no hay que arrepentirse (lo cual no nos deja con lamentos); pero la tristeza del mundo (sentir pesar porque has sido sorprendido o porque tienes vergüenza, o sientes pesar porque te han quitado las oportunidades de continuar pecando, etc.) produce muerte (lleva a la muerte espiritual). Ahora Pablo describe algunos de los componentes de la «tristeza según Dios” los cuales hacen que esta sea tan efectiva al limpiarnos de los pecados y guiarnos a un cambio verdadero, a ser más rectos y justos.

11   Porque he aquí, esto mismo (esta tristeza según Dios, la mismísima cosa que os he estado enseñando, esto es), de que hayáis sido contristados (y sentíais pesar por los pecados) según Dios (en la manera que Dios quiere que sea), ¡qué solicitud (sinceridad, ansiedad) ha producido en vosotros, qué defensa (disposición a defenderse o estar limpios de todo pecado), qué indignación (irritación, enojo contra uno mismo al cometer pecado), qué temor (alarma),qué gran anhelo (fuerte deseo de cambiar), qué celo (entusiasmo para cambiar) y qué vindicación (castigo; sufrir lo que sea necesario para que el cambio sea permanente)! En todo os habéis mostrado limpios en el asunto (en todo lo que habéis hecho habéis demostrado que entendéis la tristeza según Dios).

26    Y sucedió que la voz del Señor le dijo (a Lehi): Mira la esfera y ve las cosas que están escritas.

27    Y aconteció que cuando mi padre vio las cosas que estaban escritas sobre la esfera, temió y tembló en gran manera, y también mis hermanos y los hijos de Ismael y nuestras esposas.

Hay algunos paralelismos bastante evidentes entre cómo la Liahona funcionó para el grupo de Lehi y como el Espíritu Santo funcionan para nosotros. Tiene mucho que ver con la “fe, diligencia y atención” que damos.

28    Y aconteció que yo, Nefi, vi las agujas que estaban en la esfera, y que funcionaban de acuerdo con la fe, diligencia y atención que nosotros les dábamos.

29    Y también se escribía sobre ellas una escritura nueva que era fácil de leer, la que nos daba conocimiento respecto a las vías del Señor (El Señor está constantemente buscando la oportunidad para enseñarnos si es que decidimos escucharle); y se escribía y cambiaba de cuando en cuando, según la fe y diligencia que nosotros le dábamos. Y así vemos que por pequeños medios el Señor puede realizar grandes cosas.

Hay mucho que aprender del versículo 29, arriba. Por un lado, se nos enseña en cuanto al valor de la obediencia como un requisito para obtener más conocimiento y revelación. Nefi dijo que la escritura diaria en las agujas era “fácil de entender” y que “cambiaba de vez en cuando” dependiendo de la obediencia que prestaban a estas.

Uno de los principios más básicos para el progreso personal tal cual se enseña en las escrituras es que la obediencia basada en la fe precede a la revelación adicional.

En Moisés 5:5-11 encontramos un gran ejemplo de cómo la obediencia diligente y fiel puede llevar a recibir luz y entendimiento adicionales. Consideraremos por un instante estos versículos. Presta atención a cómo Adán y Eva reciben una abundancia de luz y conocimiento adicional debido a su simple obediencia basada en la fe (negrita agregada para resaltar):

Perla de Gran Precio: Moisés 5:5-11

5    Y les dio mandamientos que adorasen al Señor su Dios y ofreciesen las primicias de sus rebaños como ofrenda al Señor. Y Adán fue obediente a los mandamientos del Señor.

6    Y después de muchos días, un ángel del Señor se apareció a Adán y le dijo: ¿Por qué ofreces sacrificios al Señor? Y Adán le contestó: No sé, sino que el Señor me lo mandó (un ejemplo de pura obediencia basada en la fe).

Fíjate como el ángel enseña a Adán y le imparte mucha luz y conocimiento adicionales como resultado de su obediencia fiel.

7    Entonces el ángel le habló, diciendo: Esto (el ofrecer sacrificios) es una semejanza (un símbolo) del sacrificio del Unigénito del Padre (Cristo), el cual es lleno de gracia (capacidad y deseo de ayudarnos) y de verdad.

8    Por consiguiente (esta es la razón por la que), harás todo cuanto hicieres en el nombre del Hijo, y te arrepentirás e invocarás a Dios en el nombre del Hijo para siempre jamás.

9    Y en ese día descendió sobre Adán el Espíritu Santo, que da testimonio del Padre y del Hijo, diciendo (dando testimonio de Cristo): Soy el Unigénito del Padre desde el principio, desde ahora y para siempre, para que así como has caído puedas ser redimido; y también todo el género humano, sí, cuantos quieran (todos aquellos que lo deseen).

Presta atención ahora a como Adán y Eva resumen el maravilloso entendimiento y testimonio que han recibido del ángel y del Espíritu Santo, todo por su simple obediencia por fe.

10    Y Adán bendijo a Dios en ese día y fue lleno (con el Espíritu Santo), y empezó a profetizar concerniente a todas las familias de la tierra, diciendo: Bendito sea el nombre de Dios, pues a causa de mi transgresión se han abierto mis ojos, y tendré gozo en esta vida, y en la carne de nuevo veré a Dios.

11    Y Eva, su esposa, oyó todas estas cosas y se regocijó, diciendo: De no haber sido por nuestra transgresión, nunca habríamos tenido posteridad (hijos), ni hubiéramos conocido jamás el bien y el mal, ni el gozo de nuestra redención, ni la vida eterna que Dios concede a todos los que son obedientes. Resumiendo, se trata del siguiente principio básico: al obedecer primero con fe en Dios y Cristo, recibimos más luz y conocimiento. Entonces, si obedecemos a dicha luz y conocimiento, recibiremos más de estos. Y si obedecemos nuevamente, aún recibimos más, y así sucesivamente hasta que llegará el día en que comprenderemos “aún a Dios” (DyC 88:49).

Así pues, en esta parte del Libro de Mormón, Nefi nos está enseñando sobre el poder y potencial de la simple obediencia por fe.

30    Y aconteció que yo, Nefi, ascendí hasta la cima de la montaña conforme a las indicaciones dadas sobre la esfera.

31    Y sucedió que maté animales silvestres, de modo que obtuve alimento para nuestras familias.

32    Y aconteció que volví a nuestras tiendas, llevando los animales que había matado; y cuando vieron que yo había obtenido alimento, ¡cuán grande fue su gozo! Y aconteció que se humillaron ante el Señor y le dieron gracias. (Aquí, una vez más, se humillan y nuevamente se avivan las esperanzas de Nefi por ellos).

33    Y ocurrió que reanudamos nuestra jornada, viajando aproximadamente en la misma dirección que tomamos al principio; y después de haber viajado por el espacio de muchos días, plantamos nuestras tiendas de nuevo para permanecer allí algún tiempo.

Quizás, a estas alturas, te sientas algo nervioso-a al ver que van a detenerse en su viaje, por lo que tendrán tiempo libre. Efectivamente, surgirán problemas, y esta vez la situación se pondrá muy fea.

En esta ocasión, Nefi menciona específicamente que algunas mujeres en el grupo también murmuran. A veces se dice que Satanás, a menudo, lo tiene fácil cuando se trata de hacer que los hombres se vuelvan hacia la maldad y la iniquidad. Sin embargo, mientras hay mujeres que se conservan fieles a los principios del evangelio, la sociedad se mantiene relativamente estable. Pero cuando el diablo tiene éxito al hacer que las mujeres también cedan a la maldad, ¡mucho cuidado!

Usaremos negrita para enfatizar algunas cosas en los próximos versículos.

34    Y aconteció que murió Ismael, y fue enterrado en el lugar llamado Nahom.

35    Y sucedió que las hijas de Ismael se lamentaron sobremanera a causa de la muerte de su padre, y por motivo de sus aflicciones en el desierto; y murmuraron contra mi padre por haberlas sacado de la tierra de Jerusalén, diciendo: Nuestro padre ha muerto; sí, y nosotras hemos andado errantes por el desierto, y hemos padecido mucha aflicción, hambre, sed y fatiga; y después de todos estos sufrimientos, hemos de perecer de hambre en el desierto.

36   Y así era como murmuraban contra mi padre y también contra mí; y querían volver a Jerusalén. (Recuerda que varios profetas habían profetizado que Jerusalén sería destruida. Por lo tanto, al expresar el deseo de volver a Jerusalén, estaban expresando abiertamente su falta de fe y su rebeldía).

Ya hemos visto muchas veces las misericordias y la paciencia de Dios para con los miembros rebeldes de la compañía de Lehi. Desde luego apreciamos esto, pues nosotros mismos lo necesitamos. Tal y como hemos indicado previamente, tanto Lamán y Lemuel como los hijos de Ismael ya han tenido muchas oportunidades para conocer a Dios, para adquirir sabiduría y testimonios personales, y para ser fieles y obedientes a los principios que llevan a la exaltación. Nuestra esperanza por ellos se ha avivado en varias ocasiones, pero ahora veremos por qué las escrituras constantemente nos aconsejan a que “perseveremos hasta el fin”.

Parece ser que Satanás trabaja muy duro para moldear a las personas y convertirlas en “amigos de lo placentero”. Los amigos de lo placentero son aquellos que son fieles y leales cuando las cosas van bien y tanto sus necesidades inmediatas como sus deseos egoístas están cubiertos. Sin embargo, tan pronto como las “recompensas” disminuyen o dejan de darse por un tiempo, retiran su lealtad. Los hermanos y cuñados de Nefi no parece que quieran perseverar por una hora más y mucho menos “perseverar hasta el fin”. Una de las trampas de Satanás es condicionar (adiestrar) a las personas para que esperen una gratificación o satisfacción inmediata, es decir, recompensas instantáneas. Y así les debilita en la resolución de ser fieles entre conductas buenas y recompensas obvias por tales conductas.

Otra lección que podríamos aprender de lo que ocurre a continuación, es que cuando las personas y grupos se rebelan una y otra vez contra la evidencia de la verdad y la rectitud, parece ser que estas necesitan hacerse más crueles para poder sostener su rebelión y ceguedad.

Y pronto llegan a ser más como el diablo.

37   Y Lamán dijo a Lemuel, y también a los hijos de Ismael*. He aquí, matemos a nuestro padre y también a nuestro hermano Nefi, el cual se ha impuesto como gobernante y maestro de nosotros, que somos sus hermanos mayores. (Ahora el orgullo se está apoderando y controlando a estos hombres).

38   Ahora dice que el Señor ha hablado con él, y también que ha recibido la ministración de ángeles. Mas he aquí, a nosotros nos consta que él nos miente; y nos dice estas cosas, y obra muchas otras por medio de sus artificios para engañar nuestros ojos, pensando, quizá, que logrará conducirnos a algún desierto extraño; y después de llevarnos, él tiene pensado hacerse nuestro rey y gobernante para hacer con nosotros según su voluntad y placer. Y así era como mi hermano Lamán incitaba sus corazones a la ira. (En este versículo, vemos el uso de una estrategia típica del adversario, el autoengaño. Es como si este pequeño grupo de rebeldes se dijeran a sí mismos: “Si no tenemos más evidencias tangibles en este momento, usaremos el razonamiento para formular cualquier excusa con tal de negar que hemos visto ángeles y el poder de Dios en nuestras vidas”. Muchas personas, incluyendo a varios en la comunidad científica, también buscan justificar con este tipo de razonamientos la no existencia de Dios o de experiencias espirituales, tales como las manifestaciones de seres celestiales. Esto también puede ser una forma de autoengaño y un freno al progreso eterno al tomar la posición dogmática de negar la existencia de aquello que por ahora no han podido ver o medir).

El comportamiento de Lamán se está volviendo más y más como el de Satanás. Ahora está diciendo mentiras a plena luz del día con tal de incitar a sus aliados en contra de Lehi y Nefi. Nos vemos inclinados a distanciarnos de él y decir: “¡un momento, el tiene un conocimiento mucho mejor que lo que está diciendo!” Y en verdad lo tiene. O quizás, debamos empezar a decir, “¡en verdad lo tenía!”.

En otras palabras, lo que probablemente estamos empezando a ver es uno de los engaños categóricos del adversario en acción. Él nos manipula hasta llegar al punto en que empezamos a creernos nuestras propias mentiras. Esto le pasó a Korihor (véase Alma 30:53). Aquí comenzamos a demostrar el hecho de que la iniquidad (maldad) no promueve el pensamiento racional. La realidad y la verdad se distorsionan en nuestras mentes al punto de que ya no llegamos a pensar como lo hace la gente recta y justa. Esta es una de las razones por las que la iniquidad es tan peligrosa para nuestras almas. Se destruye nuestra habilidad para pensar como Dios piensa. Si nos hallamos, en cualquier manera, en el sendero de la rebelión contra la luz y la verdad, haríamos bien de volvernos inmediatamente, y salir corriendo en el sentido contrario.

A continuación, a Lamán y a sus aliados todavía se les da una oportunidad más para arrepentirse y comportarse de acuerdo con los principios del evangelio. Este es otro recordatorio para nosotros de la tremenda paciencia y amor de un Padre bondadoso y el amor infinito del Salvador. Quizás hayas notado que a medida que Lamán y Lemuel y sus cómplices se vuelven más duros e insensibles, los métodos del Señor, para tratar de llegar a estos, siempre respetando su albedrío, necesariamente se vuelven más duros y fuertes.

39 Y aconteció que el Señor estaba con nosotros; sí, la voz del Señor vino y les habló muchas palabras, y los amonestó (regañó) severamente; y después que los reprendió la voz del Señor, apaciguaron su cólera y se arrepintieron de sus pecados, al grado que el Señor nos bendijo otra vez con alimento, de modo que no perecimos. (Vemos que en esta ocasión responden positivamente ante un método más fuerte por un Dios amoroso, y una vez más, recobramos nuestra esperanza por ellos).

Primer Nefi Capítulo 17