Tu estudio de — El Libro De Mormón
Primera Parte:
1 Nefi Hasta Palabras de Mormón
Primer Nefi Capítulo 17
Al comenzar el capítulo 17, nos damos cuenta de que la compañía de emigrantes está una vez más de camino, viajando más o menos hacia el este. La mayoría de estudiosos del Libro de Mormón suelen creer que a estas alturas Lehi y su gente están viajando dirección este a lo largo de la parte más baja de la península de Arabia Saudita.
Una vez más, vemos que el arrepentimiento en combinación con mantenerse ocupado a diario al viajar parece promover el bienestar y harmonía en el grupo. De hecho, tal y como Nefi nos indica en el versículo dos, las bendiciones del Señor se derraman generosamente y pueden continuar el viaje sin contenciones.
También aquí hay un mensaje muy valioso para nosotros. De acuerdo con los versículos 1 y 2, todavía están pasando por muchas privaciones. Y aún así, con la ayuda y bendiciones del Señor, sus cargas parecen aligerarse, y en realidad se vuelven ligeras. Esto es similar a la comunidad de los santos justos de Alma, la que se describe en Mosíah 24:14-15. Y lo mismo sucede con nosotros. Sin duda, habrás conocido a miembros fieles que están atravesando pruebas muy severas, y sin embargo, llevan esas aflicciones tan duras de manera feliz y con buen ánimo. Se trata de una bendición directa del Señor.
1 Y SUCEDIÓ que emprendimos otra vez nuestro viaje por el desierto, y nos dirigimos casi hacia el este de allí en adelante. Y viajamos y pasamos por muchas aflicciones en el desierto; y nuestras mujeres dieron a luz hijos en el yermo.
2 Y tan grandes fueron las bendiciones del Señor sobre nosotros, que aunque vivimos de carne cruda en el desierto, nuestras mujeres tuvieron abundante leche para sus niños, y eran fuertes, sí, aun como los hombres; y empezaron a soportar sus viajes sin murmurar.
3 Y así vemos que los mandamientos de Dios se deben cumplir. Y si los hijos de los hombres guardan los mandamientos de Dios, él los alimenta y los fortifica, y provee los medios por los cuales pueden cumplir lo que les ha mandado; por tanto, él nos proporcionó lo necesario mientras permanecimos en el desierto (símbolo de la vida terrenal).
Si te fijas bien, el Señor proporcionó “lo necesario” para su viaje por el desierto—simbólico de la vida mortal. En ocasiones, algunos miembros pensamos que Dios nos va a bendecir con gran abundancia de riquezas materiales al ser fieles en nuestro pago de diezmos y por esforzarnos en guardar fielmente los mandamientos. Sin embargo, Dios, que sabe mejor que nadie lo que más nos conviene para nuestro progreso eterno, nos puede asistir amorosamente al proporcionarnos únicamente lo necesario. Y aunque pueda parecemos poco, es justo lo que necesitamos para seguir adelante y poder culminar con éxito nuestra misión terrenal.
4 Y permanecimos por el espacio de muchos años, sí, *ocho años en el desierto.
A continuación, por fin llegan al océano.
5 Y llegamos a la tierra que llamamos Abundancia, a causa de sus muchos frutos y también miel silvestre; y el Señor preparó todo esto para que no pereciéramos. Y vimos el mar, al que dimos el nombre de Irreántum, lo cual, interpretado, significa muchas aguas.
6 Y aconteció que plantamos nuestras tiendas a orillas del mar; y a pesar de que habíamos sufrido numerosas aflicciones y mucha dificultad, sí, tantas que no podemos escribirlas todas, nos regocijamos en extremo cuando llegamos a las playas del mar; y llamamos al lugar Abundancia, por causa de su mucha fruta.
Aquí aprendemos mucho, otra vez, en cuanto a la actitud de Nefi y su obediencia tan simple. Presta atención a su reacción cuando el Señor le manda que construya un barco.
7 Y aconteció que después que yo, Nefi, había estado muchos días en la tierra de Abundancia, la voz del Señor vino a mí, diciendo: Levántate y sube al monte. Y acaeció que me levanté y subí al monte, y clamé al Señor.
Permíteme un breve comentario en referencia al posible simbolismo que puede haber en ‘subir a una montaña para comunicarse con el Señor’. Se requiere esfuerzo para subir a una montaña. De manera similar, se requiere nuestro esfuerzo para vivir dignos de la inspiración y guía que vienen de Dios. Simbólicamente, subir a una montaña también podría representar acercarse más al cielo, o acercarse más a Dios.
8 Y aconteció que el Señor me habló, diciendo: Construirás un barco, según la manera que yo te mostraré, para que yo lleve a tu pueblo a través de estas aguas.
9 Y yo dije: Señor, ¿a dónde debo ir para encontrar el mineral para fundir, a fin de que yo haga las herramientas para construir el barco, según el modo que tú me has mostrado?
10 Y aconteció que el Señor me dijo a dónde debía ir para encontrar el mineral a fin de que yo hiciera herramientas.
Podemos aprender mucho de la reacción que Nefi tiene ante el mandamiento de construir un barco. Considera cuánto trabajo puede llevar solo el fabricar fuelles con pieles de animales para aventar el fuego y así avivarlo para poder subir la temperatura lo suficiente y fundir minerales para poder extraer metal con el fin de fabricar herramientas para construir el barco.
Primero, Nefi tendría que ir a cazar. Después de tener éxito en su caza, tendría que quitarles la piel a los animales, y luego secar y preparar las pieles. Seguidamente, debería cortarlas y coser las piezas juntas para formar los fuelles. Posteriormente, tendría que extraer (excavar) el mineral que el Señor le dijo, recolectar madera para usar como combustible, hacer un fuego, derretir el mineral y formar herramientas a partir del metal fundido. Todo esto lo hizo sin quejarse o murmurar ni una sola vez. ¡En verdad se está ganando su exaltación!
Me pregunto cómo se sentirá Nefi al observar desde el otro lado del velo que muchos líderes tienen que rogar a algunos miembros que cumplan con la orientación familiar y las visitas de maestras visitantes y otros llamamientos mucho más simples que el de construir un barco. Esto es básicamente la diferencia en la obediencia por fe.
11 Y sucedió que yo, Nefi, hice un fuelle con pieles de animales para avivar el fuego; y después que hube hecho el fuelle que necesitaba para avivar la llama, golpeé dos piedras, la una contra la otra, para producir fuego.
12 Porque hasta entonces el Señor no había permitido que encendiésemos mucho fuego al viajar por el desierto; pues dijo: Yo haré que vuestros alimentos os sean sabrosos para que no tengáis que cocerlos;
13 y también seré vuestra luz en el desierto; y prepararé el camino delante de vosotros, si es que guardáis mis mandamientos. Por lo tanto, al grado que guardéis mis mandamientos, seréis conducidos hacia la tierra prometida (también simboliza el cielo); y sabréis que yo soy el que os conduce.
14 Sí, y el Señor también dijo; Después que hayáis llegado a la tierra prometida, sabréis que yo, el Señor, soy Dios; y que yo, el Señor, os libré de la destrucción; sí, que yo os saqué de la tierra de Jerusalén.
Vemos que hay una gran riqueza de símbolos en el versículo 14, arriba. En este momento, durante nuestra jornada por nuestras vidas mortales, hacemos muchas cosas por fe. Pero cuando finalmente lleguemos al cielo (a la “tierra prometida”) entonces sabremos de manera perfecta que el Señor es Dios, que Él existe, y nos daremos cuenta de las muchas ocasiones en que Él intervino en nuestras vidas mientras estábamos aquí en la tierra. Sabremos que Él nos rescató de la destrucción y cautividad espiritual por medio de la expiación de Cristo. Sabremos que Él nos sacó fuera del mundo y de lo mundano y nos llevó al cielo.
15 Por tanto, yo, Nefi, me esforcé por guardar los mandamientos del Señor, y exhorté a mis hermanos a que fueran fieles y diligentes.
16 Y sucedió que hice herramientas con el metal que fundí de la roca (mineral).
Tristemente, en los próximos versículos recibiremos una vivida perspectiva de algunos de los métodos utilizados por Satanás para desanimar a los justos. Como solemos hacer, usaremos negrita para resaltar y dirigir la enseñanza. (¡Imagínate lo que Noé y Nefi se dirían el uno al otro al platicar sobre cómo se les burlaron cuando empezaron a construir sus barcos!).
17 Y cuando vieron mis hermanos que estaba a punto de construir un barco, empezaron a murmurar contra mí, diciendo: Nuestro hermano está loco, pues se imagina que puede construir un barco; sí, y también piensa que puede atravesar estas grandes aguas.
18 Y así murmuraron mis hermanos contra mí, y no quisieron trabajar, pues no creyeron que yo era capaz de construir un barco, ni creían tampoco que había recibido instrucciones del Señor.
La actitud de estos hermanos le causó gran tristeza a Nefi. Y como suele pasar con aquellos que se burlan de los justos, estos sintieron mucho gusto por las penas que estaban ocasionando. Esto es similar a la conducta de Satanás cuando este causa la destrucción de los hijos del Señor. A continuación hay un ejemplo de esto, el cual se encuentra en 3 Nefi 9:1-2 (negrita agregada para resaltar): ‘‘Y sucedió que se oyó una voz entre todos los habitantes de la tierra, por toda la superficie de esta tierra, clamando: ¡Ay, ay, ay de este pueblo! ¡Ay de los habitantes de toda la tierra, a menos que se arrepientan; porque el diablo se ríe y sus ángeles se regocijan, a causa de la muerte de los bellos hijos e hijas de mi pueblo; y es por motivo de sus iniquidades y abominaciones que han caído!”
19 Y ahora bien, aconteció que yo, Nefi, me sentí sumamente afligido a causa de la dureza de su corazón; y cuando ellos vieron que empezaba a afligirme, se alegraron sus corazones al grado de que se regocijaron por causa de mí, diciendo: Sabíamos que tú no podías construir un barco, pues sabíamos que te faltaba juicio; por tanto, no puedes ejecutar tan grande obra.
Una herramienta típica de Satanás es que culpemos a otros por nuestras propias faltas e insensateces. A continuación, Lamán y Lemuel y los demás tratan de culpabilizar a Lehi por todos sus problemas. Parece increíble que tan rápidamente ya se habían olvidado de que cuando ellos mismos fueron fieles y obedientes, fueron bendecidos en abundancia, incluso al punto en que sus mujeres y niños prosperaron y tuvieron una vida muy buena (véase el versículo 2, arriba).
20 Tú te pareces a nuestro padre, que se dejó llevar por las imaginaciones locas de su corazón; sí, nos ha sacado de la tierra de Jerusalén, y hemos andado errantes por el desierto estos muchos años; y nuestras mujeres han trabajado, aun estando embarazadas; y han dado a luz hijos en el desierto, y han padecido todo menos la muerte; y habría sido mejor que ellas hubieran muerto antes de salir de Jerusalén, que haber pasado por estas aflicciones.
21 He aquí, hemos padecido en el desierto estos muchos años; y durante este tiempo hubiéramos podido disfrutar de nuestras posesiones y de la tierra de nuestra herencia; sí, y hubiéramos podido ser dichosos.
Es realmente sorprendente ver cuán lejos llegan a ir estos hombres rebeldes, y lo rápido que vuelven a la ceguedad espiritual y al pensamiento irracional y distorsionado. De hecho, quizás ya hayas notado que no solo han vuelto a recaer, sino que además se han hundido en nuevas profundidades de pérdida de razón y pérdida de contacto o conciencia con la realidad. ¡Una vez más se presenta la evidencia clara de que la iniquidad no promueve el pensamiento racional!
En el próximo versículo, piensan en regresar a Jerusalén y estiman a sus habitantes como justos, ciudadanos temerosos de Dios que guardan los mandamientos que el Señor dio a Moisés (recuerda que en verdad habían madurado en la iniquidad y estaban listos para ser destruidos). Nefi nos enseña ahora una lección sobre lo rápido que Satanás puede enmascarar y corromper los sentidos y la sensibilidad de los estudiantes que están dispuestos a cometer iniquidad. De un modo más bien triste e impactante, Lamán, Lemuel y los otros dan testimonio de que la iniquidad es en verdad rectitud. Nos tememos que se crean sus propias mentiras.
22 Y sabemos que el pueblo que se hallaba en la tierra de Jerusalén era justo, porque guardaba los estatutos y juicios del Señor, así como todos sus mandamientos según la ley de Moisés; por tanto, sabemos que es un pueblo justo; y nuestro padre lo ha juzgado, y nos ha sacado porque escuchamos sus palabras; sí, y nuestro hermano es semejante a él. Y con esta clase de palabras mis hermanos murmuraban y se quejaban de nosotros.
A continuación, Nefi lleno de inspiración, enseñará con gran pericia a sus hermanos descarriados y rebeldes. Usará escrituras que les son familiares a estos. Y cuando termina, el Señor añade Su testimonio de un modo que no pueden ignorar. Y una vez más, se humillarán y de inmediato empezarán a ayudar a Nefi a construir el barco.
Aquí hay un mensaje muy significativo, el cual se repite una y otra vez. Es el siguiente: El Señor nos ama. ¡Ama incluso a los más irritantes! Y les da una oportunidad tras otra y otra, y otra. Incluso cuando estos se rebelan y le rechazan a Él y a Sus mensajeros, Él les da oportunidades adicionales para arrepentirse y volver a Él. Esto también se enseña claramente en cualquier parte de las escrituras. Por ejemplo, en Ezequiel 18:21-32, leemos (negrita agregada para resaltar):
21 Pero el malvado, si se aparta de todos los pecados que cometió, y guarda todos mis estatutos y hace juicio y justicia, ciertamente vivirá (se salvará en el cielo); no morirá (espiritualmente).
22 Ninguna de las transgresiones que cometió le será recordada (compárese con DyC 58:42-43); por la justicia que hizo, vivirá,
23 ¿Acaso quiero yo la muerte del malvado?, dice Jehová el Señor. ¿No vivirá si se aparta de sus caminos?
24 Pero si el justo se aparta de su justicia, y comete iniquidad y actúa conforme a todas las abominaciones que el malvado hizo, ¿vivirá él? Ninguna de las justicias que hizo será recordada; por la infidelidad que cometió y por el pecado que cometió, por ello morirá.
25 Y si decís: No es recto el camino del Señor; oíd ahora, casa de Israel: ¿No es recto mi camino? ¿Acaso no son vuestros caminos los que no son rectos?
26 Si se aparta el justo de su justicia y comete iniquidad, morirá por ello; por la iniquidad que cometió, morirá.
27 Y si el malvado se aparta de la maldad que hizo y hace juicio y justicia, hará vivir su alma.
28 Porque miró (consideró sus caminos y se arrepintió), se apartó de todas las transgresiones que había cometido, ciertamente vivirá; no morirá.
29 Si aún dice la casa de Israel: No es recto el camino del Señor. ¿No son rectos mis caminos, oh casa de Israel? ¿Acaso no son vuestros caminos los que no son rectos?
30 Por tanto, yo juzgaré a cada uno según sus caminos, oh casa de Israel, dice Jehová el Señor. Arrepentíos y apartaos de todas vuestras transgresiones, y la iniquidad no os será piedra de tropiezo.
31 Echad de vosotros todas vuestras transgresiones que habéis cometido, y haceos un corazón nuevo y un espíritu nuevo. ¿Por qué habéis de morir, oh casa de Israel?
32 Porque no quiero (no hallo placer en) la muerte del que muere, dice Jehová el Señor. ¡Arrepentíos, pues, y viviréis!
Tras citar a Ezequiel, observaremos y aprenderemos de cómo Nefi se vale de las escrituras para enseñar a sus hermanos, los cuales están necesitados espiritualmente. Nefi recalcará bendiciones pasadas de la mano del Señor y también la importancia de recurrir a dichas bendiciones como un ancla para ser leales al Señor en el presente.
Hay mucho simbolismo en los acontecimientos literales que Nefi utiliza para enseñar a los suyos. Señalaremos algunos de estos símbolos a medida que seguimos adelante.
23 Y aconteció que yo, Nefi, les hablé, diciendo: ¿Creéis vosotros que nuestros padres (antepasados), que eran los hijos de Israel, habrían sido librados de las manos de los egipcios si no hubiesen escuchado las palabras del Señor? (Simbolismo: ¿Creéis que seríamos rescatados de la cautividad del pecado si no escucháramos al Señor?)
24 Sí, ¿suponéis vosotros que habrían sido conducidos fuera del cautiverio si el Señor no hubiese mandado a Moisés que los librara de la esclavitud? (Simbolismo: ¿Pensáis que seríamos librados de la esclavitud del pecado si rechazáramos escuchar a nuestros profetas actuales?)
25 Vosotros sabéis que los hijos de Israel se hallaban en la esclavitud; y sabéis que estaban sobrecargados con tareas gravosas de soportar; por lo tanto, sabéis que debe haber sido cosa grata para ellos ser librados de su servidumbre. (Simbolismo: Sabéis que el pecado es un esclavizador terrible, un mercenario de esclavos. Sabéis que el pecado pone cargas muy pesadas sobre vosotros. Por lo tanto, sabéis que os conveniente mucho que el Señor os rescate del pecado).
26 Y vosotros sabéis que Moisés recibió del Señor el mandamiento de hacer esa gran obra, y que por su palabra se dividieron las aguas del Mar Rojo, a uno y otro lado, y cruzaron por tierra seca. (Simbolismo: Nuestros profetas son guiados y dirigidos por el Señor, así pues, si los seguimos fielmente, podemos superar nuestras dificultades y también escapar de las fuerzas del mal).
Algunos críticos no creen que el Mar Rojo se dividiera y tratan de buscar otras explicaciones. Estos críticos están equivocados y el Libro de Mormón nos aclara, tal y como leemos en los versículos 26 y 27, que en verdad “se dividieron las aguas del Mar Rojo, a uno y otro lado» y el pueblo de Israel cruzó “por tierra seca” y “los ejércitos de Faraón se ahogaron en el Mar Rojo”. Este es otro ejemplo en el que el Libro de Mormón apoya y da validez a la Biblia. Además, este hecho sería una parte más del cumplimiento de la profecía de Ezequiel, en la que vio el día en que la Biblia y el Libro de Mormón se juntarían para llegar a ser “uno solo en tu mano” (véase Ezequiel 37:16-20).
27 Pero sabéis que los egipcios que componían los ejércitos de Faraón se ahogaron en el Mar Rojo. (Simbolismo: Llegará el día en que los inicuos que persiguen o buscan destruir la obra del Señor y se niegan a arrepentirse, serán destruidos).
28 Y también sabéis que los hijos de Israel fueron alimentados con maná en el desierto. (Simbolismo: El Señor sostiene a Su pueblo con las bendiciones que vienen del cielo).
29 Sí, y también sabéis que Moisés, por su palabra, según el poder de Dios que había en él, hirió la roca, y salió agua, para que los hijos de Israel calmasen su sed. (Simbolismo: Nuestra sed por las cosas de Dios se sacia con las “aguas vivas” que vienen de Cristo y Su expiación; véase Juan 4:10, 14).
30 Y a pesar de ser guiados, yendo el Señor su Dios, su Redentor, delante de ellos, conduciéndolos de día y dándoles luz de noche, y haciendo por ellos todo cuanto al hombre le era propio recibir, endurecieron sus corazones y cegaron sus mentes e injuriaron a Moisés y al Dios verdadero y viviente. (Simbolismo: A pesar de que Dios hace todo lo posible para bendecir a Sus hijos, algunos de ellos todavía se rebelan).
El versículo 30, arriba, es de especial interés para Lamán, Lemuel y sus compañeros de rebelión. Es una fuerte indicación por parte de Nefi de que estos compañeros de viaje están siendo tal como lo fueron los insensatos Hijos de Israel, los cuales, a pesar de tener claramente presentes la ayuda y testimonios de Dios, todavía se rebelaron contra su profeta líder y contra Dios.
31 Y aconteció que según su palabra los destruyó; y según su palabra los guio; y según su palabra hizo por ellos todas las cosas; y no se hizo nada salvo que fuese por su palabra.
32 Y después que hubieron cruzado el río Jordán, él los hizo fuertes para arrojar a los habitantes de esa tierra, sí, para esparcirlos hasta su destrucción.
Simbolismo: Se puede hallar mucho simbolismo en el hecho de cruzar el rio Jordán para llegar a la tierra prometida.
Por ejemplo, nosotros mismos debemos cruzar el “agua” (bautismo) para poder tener entrada en la “tierra prometida” (reino celestial). Los poseedores del Sacerdocio (los sacerdotes que transportaban el arca del convenio; véase Josué 3:6) hicieron posible que los Hijos de Israel cruzaran el agua (los poseedores del sacerdocio nos bautizan). Con la ayuda de Dios, podemos arrojar a todos nuestros “enemigos” tales como el pecado, malos hábitos, etc. fuera de nuestras vidas.
33 Y ahora bien, ¿pensáis vosotros que los habitantes de esa tierra (los habitantes de Palestina—Canaán— cuando Josué guio a los Hijos de Israel dentro de esta), que se hallaban en la tierra de promisión, y que fueron echados por nuestros padres, pensáis vosotros que eran justos? He aquí, os digo que no.
34 ¿Pensáis vosotros que nuestros padres hubieran sido más favorecidos que ellos si éstos hubiesen sido justos? Yo os digo que no. (Simbolismo: La rectitud pone a todas las personas, sin importar la raza u otros factores, en una posición de igualdad ante Dios en lo que respecta a las bendiciones eternas).
35 He aquí, el Señor estima (ama) a toda carne igual; el que es justo es favorecido de Dios. Pero he aquí, los de este pueblo habían rechazado toda palabra de Dios, y habían llegado a la madurez de la iniquidad; y la plenitud de la ira (justicia) de Dios estaba sobre ellos. Y el Señor maldijo la tierra contra ellos y la bendijo para nuestros padres (antepasados); sí, la maldijo contra ellos para su destrucción, y la bendijo para nuestros padres al grado de que se enseñorearon de ella.
36 He aquí, el Señor creó la tierra para qué fuese habitada; y ha creado a sus hijos para que la posean. (Mensaje: El propósito de esta tierra es tener un lugar en el que las personas puedan crecer y desarrollarse, y no un lugar en el que estas se destruyen así mismas. Una sugerencia para Lamán y Lemuel: Si os destruís a vosotros mismos debido a vuestra iniquidad, entonces estáis echando a perder los propósitos por los cuales fuisteis enviados a la tierra).
37 Y levanta a la nación justa, y destruye a las naciones de los inicuos.
38 Y conduce a los justos a tierras preciosas, y destruye a los inicuos, y maldice la tierra por causa de ellos. (Mensaje: Dios administra o dirige las cosas aquí en la tierra en función de cómo las personas usan su albedrío).
39 Reina en las alturas de los cielos, porque son su trono; y esta tierra es el escabel (pedestal) de sus pies. (Simbolismo: Todos estamos subordinados a Dios. Él tiene poder sobre todas las cosas—incluyendo la construcción de barcos…, como ya veremos).
40 Y ama a los que lo aceptan como su Dios, He aquí, él amó a nuestros padres, e hizo convenio con ellos, sí, con Abraham, Isaac y Jacob; y recordó los convenios que había hecho; por tanto, los sacó de la tierra de Egipto.
La palabra “ama”, tal cual se usa en el contexto del versículo 40, arriba, y también en muchas otras referencias en las escrituras, en realidad significa que Dios «está dispuesto a bendecir”.
41 Y los afligió (disciplinó, castigó) en el desierto con su vara, porque endurecieron sus corazones aun como vosotros lo habéis hecho; y el Señor los afligió a causa de sus iniquidades (maldades). Envió serpientes ardientes voladoras entre ellos; y cuando los mordieron, dispuso un medio para que sanaran; y la tarea que tenían que cumplir era mirar; y por causa de la sencillez de la manera, o por ser tan fácil, hubo muchos que perecieron. (Simbolismo: El modo de vida del evangelio es en realidad la manera más sencilla de vivir. Hay muchos que la consideran demasiado simplista y dicen que se ha de tener una mentalidad muy reducida para creer en Dios y la expiación de Cristo, en la responsabilidad personal, en la vida después de la muerte, etc. Y por lo tanto, rechazan el evangelio en sus vidas).
42 Y endurecieron sus corazones de cuando en cuando, y vilipendiaron (se rebelaron y criticaron) a Moisés y también a Dios. No obstante, sabéis que por su incomparable poder fueron conducidos a la tierra de promisión.
43 Y ahora, después de todas estas cosas, ha llegado el tiempo en que (los judíos; aquí se está refiriendo a los descendientes de los hijos de Israel que moraron en la región de Jerusalén en la época de Lehi) se han vuelto inicuos, sí, casi hasta la madurez (ya casi listos para ser destruidos); y no sé si en este día están a punto de ser destruidos, porque sé que ciertamente vendrá el día en que deben ser destruidos, salvo unos pocos solamente que serán llevados al cautiverio.
44 Por tanto (por esta razón), el Señor mandó a mi padre que partiera para el desierto; y los judíos también procuraron matarlo; sí, y vosotros también habéis procurado quitarle la vida. Por tanto, sois homicidas en vuestros corazones y sois como ellos.
Aquí se utiliza un lenguaje fuerte, el cual ayuda a explicar por qué los hermanos rebeldes de Nefi y los otros rebeldes son tan insensibles al Espíritu.
A continuación, nos encontramos con uno de los versículos más famosos en el Libro de Mormón, el versículo 45. En éste se explica claramente que han tenido manifestaciones maravillosas, las cuales deberían haber fortalecido sus testimonios y haberlos hecho más firmes en el evangelio. Se explica cuál es el problema que tienen y se nos dice por qué el Señor tiene que “subir el volumen” (en Sus advertencias) para tratar de recuperar a algunos de Sus hijos desobedientes aquí en la tierra.
Resaltaremos en negrita algunas de las palabras y frases de Nefi, las cuales parecen indicar que el nivel de responsabilidad para rendir cuentas que recae sobre Lamán, Lemuel y los hijos de Ismael está aumentando.
45 Sois prontos en cometer iniquidad, pero lentos en recordar al Señor vuestro Dios. Habéis visto a un ángel; y él os habló; sí, habéis oído su voz de cuando en cuando; y os ha hablado con una voz apacible y delicada, pero habíais dejado de sentir, de modo que no pudisteis sentir sus palabras; por tanto, os ha hablado como con voz de trueno que hizo temblar la tierra como si fuera a partirse.
46 Y vosotros también sabéis que por el poder de su palabra omnipotente él puede hacer que la tierra deje de ser; sí, y sabéis que por su palabra él puede hacer que los lugares escabrosos se hagan llanos, y los lugares llanos se hiendan. Oh, ¿cómo, pues, podéis ser tan duros de corazón?
47 He aquí, mi alma se parte de angustia por causa de vosotros; y mi corazón está adolorido, porque temo que seréis desechados para siempre jamás. He aquí, estoy lleno del Espíritu de Dios, a tal extremo que mi cuerpo no tiene fuerzas.
Quizás hayas notado que cuando el Espíritu del Señor está sobre ti, experimentas unos sentimientos fuertes de compasión y amor por otros. Este hecho puede ayudarnos a explicar por qué en el versículo 47, arriba, Nefi se preocupa de un modo tan intenso por sus hermanos, a pesar del trato tan detestable que recibe de estos. Aquí también hay una lección muy poderosa para todos nosotros. ¿Puedes pensar en alguien al que te cueste amar o perdonar? La solución para cambiar estos sentimientos está en buscar y recibir el Espíritu del Señor, el cual nos sanará y llenará de un amor y compasión que sobrepasan nuestro entendimiento y capacidad natural.
48 Y aconteció que cuando hube hablado estas palabras, se enojaron conmigo, y quisieron arrojarme al fondo del mar; y al acercarse para asirme (agarrarme), les hablé, diciendo: En el nombre del Dios Todopoderoso, os mando que no me toquéis, porque estoy lleno del poder de Dios, aun hasta consumirme la carne; y cualquiera que ponga sus manos sobre mí se marchitará como una caña seca; y será como nada ante el poder de Dios, porque Dios lo herirá.
49 Y aconteció que yo, Nefi, les dije que no debían murmurar más contra su padre; tampoco debían negarme su trabajo, pues Dios me había mandado que construyera un barco.
50 Y les dije: Si Dios me hubiese mandado hacer todas las cosas, yo podría hacerlas. Si me mandara que dijese a esta agua: Conviértete en tierra, se volvería tierra; y si yo lo dijera, se haría.
51 Ahora bien, si el Señor tiene tan grande poder, y ha hecho tantos milagros entre los hijos de los hombres, ¿cómo es que no puede enseñarme a construir un barco?
52 Y sucedió que yo, Nefi, dije muchas cosas a mis hermanos, a tal grado que quedaron confundidos y no pudieron contender contra mí; ni se atrevieron a poner la mano encima de mí, ni a tocarme con sus dedos, sí, por el espacio de muchos días. Y no osaban hacer esto por temor de consumirse delante de mí, tan poderoso era el Espíritu de Dios; y así era como había obrado en ellos.
Un método tan cortés y tierno como la “voz apacible y delicada” no fue suficiente para que escogieran ser humildes. Sin embargo, la amenaza de una destrucción física sí funciona.
Y en muchas maneras, tal es el caso en nuestros días (véase DyC 88:88-90). Entendemos que esta es la razón principal por la que hay (y habrá) tantos desastres naturales y conmoción en la naturaleza en estos últimos días. Se trata de un intento final por parte del Señor para atraer la atención sus hijos y que se puedan arrepentir. De otro modo, estos serán destruidos por las últimas guerras, catástrofes, etc., o cuando tenga lugar la Segunda Venida.
A continuación, veremos como un Dios amoroso todavía da otra oportunidad a estos rebeldes para que se arrepientan. Mientras algunos podrían ver esto como algo muy severo, en el plano eterno de las cosas, se trata de una bondad maravillosa. (Usaremos negrita para resaltar).
53 Y sucedió que el Señor me dijo: Extiende de nuevo tu mano hacia tus hermanos, y no se consumirán delante de ti, pero los sacudiré, dice el Señor, y esto haré para que sepan que yo soy el Señor su Dios.
54 Y aconteció que extendí mi mano hacia mis hermanos, y no se consumieron delante de mí; pero el Señor los sacudió según su palabra que había hablado. (Vemos que el poder del Señor se puede manifestar de infinitas formas, en cualquier circunstancia y tiempo, según Su voluntad, siempre con el fin de animarnos a escoger el camino que lleva a la salvación).
55 Y ellos entonces dijeron: Sabemos con certeza que el Señor está contigo, pues sabemos que es el poder del Señor lo que nos ha sacudido; y se postraron ante mí, y estaban a punto de adorarme, pero no se lo permití, y les dije: Soy vuestro hermano, por cierto, vuestro hermano menor; por tanto, adorad al Señor vuestro Dios, y honrad a vuestro padre y a vuestra madre para que vuestros días sean largos en la tierra que el Señor vuestro Dios os dé.
























