Tu estudio de — El Libro De Mormón
Primera Parte:
1 Nefi Hasta Palabras de Mormón
Primer Nefi Capítulo 22
Una de las grandes bendiciones de tener el Libro de Mormón es que Nefi nos explica muchos capítulos de Isaías. Esto nos proporciona una gran ventaja sobre todas las demás personas en el mundo en lo referente a entender a Isaías. En este caso, Nefi explicará lo que Isaías dijo en los capítulos 20 y 21 del Primer Libro de Nefi. El hecho de tener a Nefi como nuestro maestro también nos ayuda a mejorar nuestra habilidad para entender otros capítulos de Isaías.
Por cierto, considerando que las planchas de bronce se crearon unos 100 años (o menos) después de Isaías, los escritos de Isaías contenidos en estas planchas pueden suponer una fuente mucho más original que los manuscritos más antiguos que se incluyeron en la Biblia. De hecho, las planchas de bronce contenían tres versículos que no están en nuestra Biblia. Estos tres versículos se encuentran en 1 Nefi 22:15-17- Nefi hace mención de estos al explicar el próximo segmento de Isaías.
A medida que continuamos, veremos cómo los hermanos de Nefi hacen buenas preguntas para entender a Isaías. Las respuestas de Nefi también nos son de gran ayuda. En algunas partes usaremos negrita por motivos de enseñanza.
1 Y aconteció que después que yo, Nefi, hube leído estas cosas (algunos de los escritos de Isaías) que estaban grabadas sobre las planchas de bronce, mis hermanos vinieron a mí, y me dijeron: (Pregunta): ¿Qué significan estas cosas que has leído? (Pregunta): He aquí, ¿deben entenderse conforme a cosas que son espirituales, que se verificarán según el espíritu, y no según la carne (son espirituales o literales)?
2 Y yo, Nefi, les contesté: He aquí, la voz del Espíritu las manifestó al profeta; porque por el Espíritu son reveladas a los profetas todas las cosas que acontecerán a los hijos de los hombres según la carne (durante nuestro tiempo mortal).
3 Por tanto, (Respuesta): lo que he leído tiene que ver con cosas temporales así como espirituales (son cosas que acontecerán literalmente a la casa de Israel, además de cosas que también tienen un significado espiritual); porque parece que la casa de Israel (la descendencia de Abraham, Isaac y Jacob) será dispersada, tarde o temprano, sobre toda la superficie de la tierra, y también entre todas las naciones.
4 Y he aquí, hay muchos de quienes ningún conocimiento tienen ya los que están en Jerusalén (como las Diez Tribus Perdidas, las cuales fueron dirigidas a otros lugares aproximadamente en el año 721 a.C.); sí, la mayor parte (la mayoría) de todas las tribus han sido llevadas; y se encuentran esparcidas acá y allá sobre las islas del mar (por todo el mundo); y dónde se hallan, ninguno de nosotros sabe, solo sabemos que se las han llevado.
5 Y desde que se las han llevado, se han profetizado estas cosas (las palabras de Isaías) concernientes a ellas, así como a todos aquellos que más tarde serán dispersados y confundidos (interrumpidos en su progreso) a causa del Santo de Israel, porque endurecerán sus corazones contra él (Cristo); por lo que (Israel) serán dispersados entre todas las naciones, y serán odiados por todos los hombres (especialmente los judíos; véase 1 Nefi 19:13-14).
6 No obstante, después que (el Israel dispersado) sean nutridos (reciban ayuda para reunirse) por los gentiles, y el Señor haya levantado su mano sobre los gentiles (los ha bendecido con el evangelio restaurado) y los haya puesto por estandarte (después de que el evangelio haya sido restaurado entre los gentiles por medio del Profeta José Smith), y sus hijos (los descendientes de Israel) hayan sido llevados en los brazos de los gentiles, y sus hijas (descendientes) sobre sus hombros (de los gentiles), he aquí, estas cosas de que se habla son temporales (literales; en verdad acontecerán físicamente a Israel); porque así son los convenios del Señor con nuestros padres (antepasados); y se refiere a nosotros (los lamanitas) en los días venideros, y también a todos nuestros hermanos que son de la casa de Israel (en otras palabras, todos aquellos que estén dispuestos serán reunidos para Dios);
7 y significa que viene el tiempo, después que toda la casa de Israel haya sido dispersada y confundida, en que el Señor Dios levantará una nación poderosa (los Estados Unidos de América) entre los gentiles, sí, sobre la superficie de esta tierra (América); y nuestros descendientes (los lamanitas) serán esparcidos por ellos (los gentiles que llegaron de Europa, etc. y colonizaron América).
A continuación, Nefi explicará y aplicará la profecía de Isaías de manera específica a los lamanitas.
8 Y después que nuestra posteridad haya sido dispersada, el Señor Dios procederá a efectuar una obra maravillosa entre los gentiles (la restauración del evangelio por medio de José Smith), que será de gran valor para nuestra posteridad (los lamanitas); por tanto, se compara a que serán nutridos por los gentiles (los miembros de la iglesia) y llevados en sus brazos y sobre sus hombros.
9 Y también (el evangelio restaurado) será de valor a los gentiles; y no solamente a los gentiles, sino a toda la casa de Israel, para dar a conocer los convenios del Padre de los cielos con Abraham, que dicen: En tu posteridad serán benditas todas las familias de la tierra.
Tal y como dijimos anteriormente, recordarás que la palabra “gentiles” tiene muchos significados, los cuales dependen del contexto. En los versículos 8 y 9, arriba, se refiere a la gente que lleva la sangre de Israel y cuyos antepasados no vinieron específicamente de la Tierra Santa en generaciones recientes (véase Gentiles en la Guía para el Estudio de las Escrituras).
10 Y quisiera, mis hermanos, que supieseis que no pueden ser bendecidas todas las familias (personas) de la tierra, a menos que el Señor desnude su brazo (muestre Su poder) a los ojos de las naciones. (En otras palabras, se requerirá una intervención incuestionable por parte de Dios para que tenga lugar el recogimiento profetizado).
11 Por lo que, el Señor Dios procederá a desnudar su brazo a los ojos de todas las naciones, al llevar a efecto sus convenios y su evangelio para con los que son de la casa de Israel.
Mientras que la definición literal y estricta de Israel contempla a todo aquel que tenga la sangre de Abraham, Isaac, Jacob (Israel) y las Doce Tribus de Israel en sus venas, podemos decir que en nuestros días prácticamente todas las personas tienen la sangre de Israel debido a la dispersión tan extensa de Israel sobre toda la tierra durante miles de años.
Por lo tanto, todos aquellos que se unen a la iglesia son considerados el Israel del convenio y les corresponden totas las responsabilidades y bendiciones propias de los descendientes de Abraham, Isaac y Jacob.
12 Por tanto, los sacará otra vez de su cautividad (esclavitud literal y espiritual), y serán reunidos en las tierras (no solo una tierra, sino muchas tierras) de su herencia; y serán sacados de la obscuridad y de las tinieblas; y sabrán que el Señor es su Salvador y su Redentor, el Fuerte de Israel.
13 Y la sangre de esa grande y abominable iglesia, que es la ramera de toda la tierra (el reino de Satanás, incluyendo a todos los inicuos que siguen sus senderos de maldad; véase el versículo 22), se volverá sobre su propia cabeza; porque guerrearán entre sí, y la espada de sus propias manos descenderá sobre su propia cabeza; y se emborracharán con su propia sangre. (Una descripción de las condiciones entre los inicuos, especialmente en los últimos días, antes de la Segunda Venida).
14 Y toda nación que luche contra ti, oh casa de Israel, se volverá la una contra la otra (esta profecía es muy específica, y la podemos reconocer en el presente a medida que continua cumpliéndose), y caerán en la fosa que cavaron para entrampar al pueblo del Señor. Y todos los que combatan contra Sión serán destruidos, y esa gran ramera (el reino de Satanás; los malvados) que ha pervertido (contaminado y tergiversado para satisfacer su propia lujuria) las rectas vías del Señor, sí, esa grande y abominable iglesia (la iglesia del diablo; véase 1 Nefi 14:10), caerá a tierra, y grande será su caída.
En los versículos 15 al 17, a continuación, parece que Nefi cita tres versículos de los escritos de Isaías los cuales no aparecen en ningún otro lugar de las escrituras. Damos por entendido que estos tres versículos estaban en las planchas de bronce, pero se excluyeron en la Biblia en algún momento de la historia. Parece ser que estos versículos encajan bien al final del capítulo 21 del Primer Libro de Nefi. Además, conectan bien los capítulos 49 y 50 del libro de Isaías en la Biblia (véase Antiguo Testamento: Manual del Alumno, Rel. 302-eI cual se utiliza en los institutos de religión de la iglesia).
Estos tres versículos apuntan hacia la Segunda Venida del Salvador y hacia las escenas inmediatamente previas a Su venida.
15 Porque he aquí, dice el profeta (Isaías), se acerca rápidamente el tiempo en que Satanás no tendrá más poder sobre el corazón de los hijos de los hombres; porque pronto se acerca el día en que todos los soberbios y todos los que obran inicuamente serán como rastrojo (que no aprovecha para nada); y está cerca el día en que han de ser quemados. (Serán quemados por la gloria de la venida de Cristo. Véase DyC 5:19 y también 2 Nefi 12:10, 19, 21).
16 Pues está próximo el tiempo en que la plenitud de la ira de Dios (la justicia de Dios) será derramada sobre todos los hijos de los hombres (todas las personas inicuas); porque no consentirá que los inicuos destruyan a los justos.
17 Por lo tanto, protegerá a los justos por su poder, aun cuando tuviese que venir la plenitud de su ira, y serán preservados los justos aun hasta la destrucción de sus enemigos por fuego. Por tanto, los justos no tienen por qué temer (un mensaje de gran importancia); porque así dice el profeta; Se salvarán, aun como si fuese por fuego.
A continuación. Nefi explicará el texto de Isaías que acaba de citar en los versículos 15 al 17, arriba.
Acuérdate de que Nefi todavía está respondiendo a las preguntas que sus hermanos le hicieron en el versículo 1. Estos querían saber cuáles de las profecías de Isaías eran literales y cuáles eran simbólicas o espirituales.
18 He aquí, os digo, mis hermanos, que estas cosas deben venir muy pronto (acontecerán poco después de la restauración del evangelio); sí, debe haber sangre y fuego y vapor de humo (estas son señales de los tiempos en los últimos días); y es menester que sea sobre la superficie de esta tierra (acontecerá literalmente sobre la tierra); y sobrevendrá a los hombres según la carne (le pasará literalmente a la gente), si es que endurecen sus corazones en contra del Santo de Israel (Cristo).
19 Pues he aquí, los justos no perecerán; porque ciertamente vendrá el tiempo en que todos los que combatan contra Sión serán talados (apartados, destruidos).
20 Y el Señor ciertamente preparará una vía para su pueblo, a fin de cumplir las palabras que habló Moisés, diciendo: El Señor vuestro Dios os levantará a un profeta (Cristo), semejante a mí (Moisés); a él oiréis en todo lo que os dijere. Y sucederá que todos aquellos que no quieran escuchar a ese profeta (Cristo) serán desarraigados de entre el pueblo (serán separados del pueblo del Señor).
21 Y ahora bien, yo, Nefi, os declaro que este profeta de quien habló Moisés era el Santo de Israel (el Salvador); por tanto, (Cristo) juzgará con justicia.
22 Y los justos no tienen por qué temer, pues ellos son los que no serán confundidos (no se les detendrá en su progreso hacia la exaltación). Mas es el reino del diablo (la “iglesia del diablo” en 1 Nefi 14:10), el cual será edificado entre los hijos de los hombres (el cual llegará a ser poderoso en la tierra), el cual está establecido entre aquellos que se encuentran en la carne; (en otras palabras, Satanás, literalmente ganará un gran poder entre los inicuos sobre la tierra durante los últimos días);
En los versículos de arriba (17, 19 y 22), Nefi menciona tres veces que “los justos no tienen por qué temer”. En realidad, este es un mensaje clave tanto de Isaías, como de Nefi y del Salvador.
Nefi describirá ahora los movitos (razones) que incitan a la gente y las organizaciones inicuas. Más nos valdría evitar tales motivaciones en nuestros propios pensamientos y conductas. Usaremos negrita para resaltar.
23 porque pronto llegará el tiempo en que todas las iglesias (organizaciones, bien sean religiosas, políticas, combinaciones secretas o lo que sea) que se hayan establecido para obtener ganancia, y todas las que hayan sido edificadas para lograr poder sobre la carne (para ejercer injusto dominio sobre las personas), y las que se hayan fundado para hacerse populares ante los ojos del mundo, y aquellas que busquen las concupiscencias(placeres y lujuria) de la carne, y las cosas del mundo, y cometan toda clase de iniquidades, en fin (en resumen), todos los que pertenezcan al reino del diablo son los que deberán temer, temblar y estremecerse; ellos son los que deben ser humillados hasta el polvo (debido a la ley de la justicia); ellos son los que deben ser consumidos como el rastrojo (los que serán quemados como balas de paja seca); y esto según las palabras del profeta (Isaías).
A continuación, Nefi describe las condiciones que se darán durante el Milenio.
24 Y rápidamente se acerca el tiempo en que los justos han de ser conducidos como becerros de la manada (tendrán paz y protección), y el Santo de Israel ha de reinar con dominio, y fuerza, y potestad, y gran gloria (Cristo reinará y gobernará sobre la tierra; Milenio).
25 Y recoge a sus hijos de las cuatro partes de la tierra (aquellos que están dispuestos a seguir a Cristo serán reunidos de todas las partes de la tierra); y cuenta a sus ovejas (a sus seguidores fieles), y ellas lo conocen (escuchan y siguen la voz del Espíritu y así reciben un testimonio de la verdad); y habrá un redil y un pastor; y él apacentará a sus ovejas, y en él hallarán pasto.
26 Y a causa de la rectitud del pueblo del Señor, Satanás no tiene poder; por consiguiente, no se le puede desatar por el espacio de muchos años (mil años); pues no tiene poder sobre el corazón del pueblo, porque el pueblo mora en rectitud, y el Santo de Israel reina.
Algunas personas consideran que la «rectitud de Su pueblo” (versículo 26, arriba) durante el Milenio constituirá la única razón por la cual el poder de Satanás estará limitado durante estos mil años. Pero esto no es así. En DyC 101:28 se nos enseña que Satanás ni siquiera tendrá el poder para tentarnos durante el Milenio. Si bien es cierto que nosotros podemos limitar su poder sobre nosotros al no ceder a sus tentaciones, también es cierto que ahora no podemos detenerlo o evitar que nos tiente. Cristo es el único que lo puede detener completamente. Y Él lo hará cuando venga de nuevo en Su gloria. Esta doctrina se enseña claramente en Doctrina y Convenios: Manual del Alumno de instituto (1981). En los próximos párrafos podremos leer la explicación de dicho manual:
“Hablando en cuanto a la época del Milenio, Nefi dijo que ‘a causa de la justicia del pueblo del Señor, Satanás no tiene poder; por consiguiente, no se le puede desatar por el espacio de muchos años; pues no tiene poder sobre el corazón del pueblo, porque el pueblo mora en justicia, y el Santo de Israel reina’ (1 Nefi 22:26).
“El presidente Joseph Fielding Smith enseñó con respecto a este punto: ‘Hay muchos entre nosotros que enseñan que las ataduras de Satanás se limitarán al hecho de que quienes moren en la tierra rehusarán escuchar sus artimañas. Pero esto no es así, porque durante ese período él no tendrá el privilegio de tentar a ninguna persona. (D. y C. 101:28)’ (Church History and Modern Revelation, 1:192).
“A primera vista, estas dos declaraciones pueden parecer contradictorias, pero en realidad no lo son. Cierto es que el resultado de la rectitud de los santos es que Satanás no puede ejercer poder sobre ellos. Además, las restricciones a que se verá sometido Satanás serán consecuencia de dos pasos importantes que dará el Señor: (1) desterrará la maldad telestial de la tierra en el momento de su segunda venida; y (2) como recompensa por haber escuchado sus consejos, el Señor derramará su Espíritu sobre los justos que queden, hasta el punto de que el poder de Satanás será derrotado. En esa forma, éste no tendrá poder para tentar ni influir negativamente en el pueblo del Señor. Tanto la rectitud de los santos como la aplicación del poder del Señor son necesarias para sujetarlo: Si aquéllos no prestan atención a la palabra de Dios, Él no les dará su Espíritu; y sin la influencia del Señor para ayudarlos, los santos, por sus propios medios, no pueden soportar la fuerza del adversario (Doctrina y Convenios Manual, p.89.)
27 Y ahora bien, he aquí, yo, Nefi, os declaro que todas estas cosas deben acontecer según la carne (todas estas cosas se cumplirán literalmente).
28 Pero he aquí, todas las naciones, tribus, lenguas y pueblos vivirán con seguridad en el Santo de Israel, si es que se arrepienten. (La paz y la seguridad que vienen por la expiación de Cristo y Su evangelio están disponibles a todas las personas, sin importar el linaje u otros factores, cualesquiera que sean).
Al final, bien sea en esta vida o en el mundo de los espíritus que sigue, todos recibiremos un conjunto completamente justo de oportunidades para que podamos usar nuestro albedrío y podamos (si así lo escogemos) seguir a Cristo (véase DyC 138).
Por lo tanto, todos «vivirán con seguridad en el Santo de Israel” si así lo escogen (véase el versículo 28, arriba).
29 Y ahora, yo, Nefi, concluyo, porque no me atrevo aún a hablar más tocante a estas cosas (esto es todo lo que me he atrevido a decir a mis hermanos por ahora).
30 Por tanto, mis hermanos, quisiera que consideraseis que las cosas (Isaías en particular) que se han escrito en las planchas de bronce son verdaderas; y testifican que el hombre debe ser obediente a los mandamientos de Dios.
31 Por lo tanto, no debéis suponer que mi padre y yo somos los únicos que las hemos atestiguado y también enseñado (Isaías y otros también las han enseñado). Por tanto, si sois obedientes a los mandamientos, y perseveráis hasta el fin, seréis salvos en el postrer día. Y así es. Amén.
























