Su Palabra Recibiréis

Conferencia General de Abril 1959

Su Palabra Recibiréis

Por el Élder Mark E. Petersen
Del Quórum de los Doce Apóstoles


El Presidente es un hombre muy generoso y maravilloso.

Cada vez que escucho al Presidente de la Iglesia, mi mente siempre regresa a la sección 21 de Doctrina y Convenios. Quiero hablar sobre esa sección en los momentos que se me han asignado.

Recuerden que esta sección fue dada por revelación al Profeta José Smith el día de la organización de la Iglesia. Las personas que estaban allí reunidas provenían de varias religiones de la época y no estaban acostumbradas a los procedimientos y principios que una vez fueron conocidos por los Santos y que ahora estaban siendo restaurados. Por lo tanto, se hizo necesario que el Señor anunciara nuevamente la importancia de tener a la cabeza de la Iglesia a un profeta, vidente y revelador.

Por esa razón, al dar esta revelación, el Señor hizo saber a los que estaban reunidos que José Smith, como Presidente de la Iglesia, también era profeta, vidente y revelador. Fue una gran lección para la Iglesia, que ahora nuevamente el liderazgo de la Iglesia estuviera investido en un profeta inspirado por Dios y que este profeta fuera el Presidente de la Iglesia.

Luego, el Señor habló directamente a los miembros de la Iglesia y dijo:

“Porque, al decir la iglesia, darás oído a todas sus palabras y mandamientos [es decir, los del Presidente de la Iglesia] que él te dará al recibirlos, andando en toda santidad delante de mí;
“Porque recibirás su palabra como si fuera de mi propia boca” (D. y C. 21:4-5).

¿No es esto algo extraordinario? Así designó el Señor al Presidente de la Iglesia como su portavoz en estos, los últimos días.

Nos dio este mandamiento con una promesa maravillosa, y esta es la promesa:

“Porque al hacer estas cosas, las puertas del infierno no prevalecerán contra ti; sí, y el Señor Dios dispersará los poderes de las tinieblas de delante de ti y hará temblar los cielos para tu bien y para la gloria de su nombre” (D. y C. 21:6).

Estamos viviendo en tiempos peligrosos. Estamos enfrentando toda clase de dificultades. En medio de estos tiempos, ¿les gustaría tener la seguridad de que las puertas del infierno nunca prevalecerán contra ustedes? En estos tiempos peligrosos, ¿les gustaría tener la confianza de que los mismos cielos temblarán para su bien? Pueden recibir estas bendiciones al guardar este mandamiento.

“Porque, al decir la iglesia, darás oído a todas sus palabras y mandamientos [los del Presidente de la Iglesia] que él te dará al recibirlos, andando en toda santidad delante de mí;
“Porque recibirás su palabra como si fuera de mi propia boca” (D. y C. 21:4-5).

Este es mi testimonio para ustedes en el nombre del Señor Jesucristo. Amén.

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