Antiguos Templos y sus Usos

Antiguos Templos y sus Usos

Por Sidney B. Sperry, Ph. D.
Tomado del «Improvement Era», de abril de 1953.


¿Que tan temprano en la historia de la humanidad fueron construidos templos al Señor? ¿Fué el templo de Salomón, por ejemplo, la estructura más primitiva en la que dotes sagrados fueron dados a los hombres? Las contestaciones a éstas y otras preguntas similares no siempre son fáciles, pero sí tenemos datos que quizás nos guiarán a algunas conclusiones razonables.

Sabemos que Adán está a la cabeza de la raza humana y que él está próximo al Salvador mismo en cuanto a las llaves del sacerdocio.1 El conocimiento de este hecho hace razonable suponer que nuestro padre Adán fué enterado acerca de todas las ordenanzas necesarias para la salvación de la humanidad. Su conocimiento naturalmente encerraría las ordenanzas ahora practicadas en nuestros templos actuales. Debe ser notado que el profeta José Smith, al hablar de Adán, dijo que «él fué el primero y padre de todos, no sólo por progenie, sino que fué el primero que recibió las bendiciones espirituales, y a quien le fué hecho saber el plan de ordenanzas para la salvación de su posteridad hasta el fin. . .»2 Las ordenanzas del sellamiento del Sagrado Sacerdocio, incluyendo las que pertenecen al casamiento, deben de haber sido conocidas por Adán y los grandes patriarcas que le sucedieron. Serla disparatado dudar que algunos, si no todos, los santos convenios fueron conocidos por y conferidos sobre estos hombres. Nótese la importancia de estas palabras del profeta José Smith:

A algunos les parecerá muy atrevida esta doctrina que discutimos: un poder que registra o liga en la tierra y también en los cielos. Sin embargo, en todas las edades del, mundo, cada vez que el Señor ha dado una dispensación del sacerdocio a un hombre o grupo de hombres, por revelación efectiva, siempre se ha dado este poder. De manera que, todo cuanto esos hombres autorizadamente hicieron, con verdadero y fiel cumplimiento, en el nombre del Señor, llevando un registro debido y preciso de ello, llegó a ser ley en la tierra y en el cielo; y no pudo anularse, de acuerdo con los decretos del gran Jehová.3

El lector debe examinar las explicaciones dadas para las figuras 3, 7 y 8 en el segundo grabado publicado en el Libro de Abraham si queda alguna duda en su mente de que los antiguos patriarcas tenían reveladas a ellos muchas verdades pertenecientes a los sagrados dotes para los vivos. Las Doctrinas y Convenios 132:29, 38, 39 deben confirmar también la convicción que los antiguos conocían y recibían muchas bendiciones, tales como las que se pueden obtener solamente en nuestros templos. ¿Por qué serían diferentes los requisitos para la salvación para los antiguos patriarcas que para nosotros?

Si los dotes para los vivos fueron conocidos y gozados por los antiguos patriarcas, parece ser una suposición razonable que fueron administrados en alguna estructura sagrada o templo construido específicamente para ese propósito tal como entre nosotros. El presidente Brigham Young debe de haber tenido en mente mucha de esta misma línea de razonamiento durante la dedicación de ciertas porciones del Templo de St. George, cuando dijo: «No diré que Enoc tenía templos en los cuales ofició. Su pueblo llegó a ser tan perfecto, que el Señor los llevó a otro lugar que les quitó de la presencia de los inicuos».4 Aunque nos parece lógico creer que los antiguos antes del tiempo de Moisés tenían templos o estructuras sagradas de algún tipo en los que dotes fueron dados, no hay referencias específicas en las escrituras acerca de ellos.

Muchos pueblos antiguos tuvieron templos, pero podemos estar seguros que los ritos que se hicieron en ellos fueron en mayor parte, si no en total, grandes perversiones o imitaciones completas del orden verdadero, a menos que fueran practicados bajo la dirección o sanción de los patriarcas que tenían el sacerdocio según el Orden del Hijo de Dios. Como ejemplo de pueblos que tuvieron templos, llamaremos la atención a los antiguos egipcios. Los egipcios fueron notados por el gran número de sus dioses y diosas, todos teniendo sus sacerdocios respectivos. Especialmente notados por su naturaleza elaborada de sus sacerdocios fueron los cultos de Osiris, Horus, Te, Ptah, Neit, Anubis, Hathor, Min, Soker, Amun, y otros. En los anales de la Piedra de Palermo,5 son mencionados templos como ya fundados durante la Segunda Dinastía Egipcia (c. 2800 A.C.). La palabra egipcia común por templo fue h. t ntr, «casa de dios», pero el nombre pr-ntr, con el mismo significado, también era común. Cada dios egipcio tenía su «casa», dentro de la que moraba y en donde era adorado; en verdad, algunas deidades, como Osiris (o Horus), tenían muchas —una en casi cada pueblo o ciudad.

Durante la Quinta Dinastía (c. 2200 A.C.) fueron construidos los primeros grandes templos egipcios de Re cerca de Menfis. Estos edificios enormes, seis en número, y construidos de piedra, fueron abiertos al cielo. Eran rectangulares en forma, como eran la mayor parte de los templos egipcios. El Dr. Mercer describe su arreglo en estas palabras:

En un patio céntrico había una capilla mortuoria, superada por un enorme y pesado obelisco de piedra blanca, en frente del que había un altar, o mesa de ofrendas. . . Muros altísimos, adornados con escenas, separaban el edificio sagrado de la calle. En frente, dentro de los muros, había, un gran patio exterior. Entonces una entrada, entre dos pilones grandes, daba al patio interior, el que estaba abierto al cielo. Entonces otro portal, opuesto a la gran entrada, daba al salón hipóstilo. Este salón, surtido con muchos vastos pilares, era el salón de procesiones. Luego vino el Santo de los Santos, una obscura, angosta cámara donde la deidad moraba. Nadie más que los sacerdotes fueron admitidos a ella. En el santo de los santos había un pequeño relicario o «naos» con puertas dobles, dentro del que había un buque ricamente decorado, conteniendo una estatua de la deidad.

A veces había tres o más santos de los santos o «capillas de templo».6

Los templos egipcios generalmente eran de dos tipos: los que fueron usados para la adoración de un dios y los que fueron limitados a la adoración de un rey fallecido. Estos usualmente son llamados templos mortuorios.7

El rito en los templos egipcios es descrito por la Srita. Margaret Murray como sigue:

El rito diario en un templo variaba muy poco de un templo a otro, excepto en algunos detalles que diferenciaban las vidas de dioses o diosas. Fué casi lo mismo que el de su codeidad, el Faraón. En la mañana el dios fue despertado por el canto de un himno de alabanza; entonces siguió el acto de vestirlo, de perfumarlo con incienso u otros perfumes, de ataviarlo con mantos y coronas; después de lo cual vino la primera comida del día, o en otras palabras el sacrificio de la mañana. Terminado eso, el dios fué llevado afuera con sonsonetes e himnos a la parte principal del templo para tramitar negocios por medio de recibir peticiones, dando juicio en casos difíciles, recibiendo y reconociendo ofrendas; en la tarde se retiró a sus apartamentos privados, donde descansó o fué entretenido con música y bailarines; en la noche apareció otra vez y tuvo su cena (el sacrificio de la noche), entonces se retiró por la noche, los mantos y corona le fueron quitados, incienso fué quemado delante de él, el himno de la noche fue cantado, las puertas del templete le fueron cerradas, y fué dejado pasar la noche en paz. En ciertos festivales especiales el dios fue llevado en procesión. En estas ocasiones no era raro llevar la imagen del dios a algún lugar donde había una disputa sobre terreno, la cual la deidad había suplicado resolver. Así el dios podía tener la oportunidad de ver la propiedad disputada y podría dar una decisión más razonable.8

Abraham nos dice que el primer Faraón egipcio fué un buen hombre que intentó imitar el orden verdadero del sacerdocio. Aquí está el relato de Abraham:

Faraón, el hijo mayor de Egiptus, la hija de Cam, estableció el primer gobierno en Egipto, y fué a semejanza del gobierno de Cam, que era patriarcal.

Faraón, siendo hombre justo, estableció su reino y juzgó prudente y justamente a su pueblo todos sus días, sinceramente tratando de imitar el orden que los patriarcas establecieron en las primeras generaciones, en los días del primer reino patriarcal, aun en el reino de Adán, y también en el de Noé, su padre, quien lo bendijo con las bendiciones de la tierra y con las bendiciones de sabiduría, más lo maldijo en cuanto al sacerdocio.

Siendo, pues, Faraón de ese linaje que le impedía tener derecho del sacerdocio, aun cuando los Faraones de buena gana lo reclamarían de Noé por medio de Cam, resultó que mi padre fué descarriado por su idolatría. . .9

Es posible que en los templos construidos por los primeros Faraones, fueron hechos intentos para imitar los sagrados dotes, pero de esto tenemos poco o ningún conocimiento seguro todavía.

Sería interesante estudiar los templos de otros pueblos antiguos, si la extensión de este artículo lo permitiera: el templo babilónico, con su zikurat (ziggurat) construcción de torres; el templo griego, con su belleza casta; y el templo medio americano, con su parecido al tipo babilónico. Nuestro interés aquí está mayormente en templos o sagradas estructuras en los cuales estamos seguros que el verdadero sacerdocio tomó parte. Esto nos limita casi totalmente a los de los antiguos hebreos.

Ahora vamos a ver al Tabernáculo hebraico, que fué construido en el desierto y usado por los israelitas en aquella tierra desolada tal como en Palestina antes de la construcción del Templo de Salomón. La descripción del tabernáculo se encuentra en Éxodo, capítulos 25-28 y 36-39. Cuando el Señor dio el mandato que se levantara el tabernáculo, dijo: «Y hacerme han un santuario, y yo habitaré entre ellos».10 Esta declaración le da al tabernáculo un interés más que ordinario para nosotros.

La atención del lector es llamada a las fotografías de las reconstrucciones del Dr. Baurat C. Schick del tabernáculo y sus recintos inmediatos. Estas reconstrucciones nos evitarán el dolor de largas descripciones. El espacio abierto en el cual el tabernáculo es mostrado, fué de cien codos de largo y cincuenta codos de ancho. Estas dimensiones, según nuestras unidades usuales de medir, serían aproximadamente cuarenta y cinco metros por veintitrés metros, asumiendo que un codo sea aproximadamente de cuarenta y seis centímetros.

La cortina blanca de lienzo mostrada alrededor del patio exterior, fué sostenida en posición por sesenta postes con tapas de plata y encajes de bronce. La entrada del patio daba al este, y sus colgaduras fueron bordadas en azul, morado y escarlata. En el patio exterior será visto (véase la ilustración) el altar de ofrendas quemadas, qué fué hecho de madera de acacia o sittim cubierto con bronce. Era hueco para facilitar su removimiento durante las jornadas de los israelitas; cuando lo levantaban, fué llenado de tierra, y sacrificios fueron quemados encima de él.

El mero tabernáculo (véase la ilustración) era de treinta codos de largo, diez de ancho y diez de alto, lo que sería equivalente a catorce metros por cinco metros por cinco metros. Su tamaño pequeño quizás sorprende a muchos. Fué dividido en dos partes principales: la división del frente llamada el Santuario y la parte de atrás el Santo de los Santos. El tabernáculo fue dividido por un velo de lienzo blanco bordado con hojas, flores y figuras de querubines en hilo azul, morado y escarlata. Al sur del Santuario había estacionado un candelero de siete brazos hecho de oro, y en el lado norte estaba la mesa del pan de la proposición, hecha de madera de sittim y cubierta con oro, conteniendo doce bandejas, cada una de las cuales contenía una hogaza de pan, de manera que todas las doce tribus de Israel fueron representadas. Las hogazas de pan fueron conocidas como hogazas de proposición; nadie más que los sacerdotes y sus familias debían participar de ellas. El arca del testimonio, conteniendo las dos tablas de piedra sobre las cuales fueron escritos los diez mandamientos y la vara de Aarón que brotó, fué puesta dentro del Santo de los Santos. La tapa del arca fué conocida como el Asiento de Misericordia; encima de él estuvieron dos querubines con alas extendidas. El Señor dijo estas palabras a Moisés:

. . .me declararé a ti, y hablaré contigo sobre la cubierta, de entre los dos querubines que están sobre el arca del testimonio, todo lo que yo te mandaré para los hijos de Israel.11

Aprendemos de estas palabras que una función grande del tabernáculo era de proveer un lugar apropiado en donde los grandes líderes pudieran hablar con su Dios. ¿Tenía el tabernáculo otras funciones importantes? Que sí las tenía es implicado por estas palabras del Señor al profeta José Smith:

Además, de cierto os digo, ¿cómo podré aceptar vuestros lavamientos, si no los hacéis en una casa que hayáis levantado en mi nombre?

Porque por esta causa le mandé a Moisés que construyera un tabernáculo, que lo llevaran consigo por el desierto y que construyera una casa en la tierra de promisión, a fin de que se pudieran revelar aquellas ordenanzas que habían sido escondidas desde antes que el mundo fuese.12

De esta revelación es obvio que ciertas ordenanzas o dotes para los vivos fueron dados en el tabernáculo y subsiguientemente en los templos de los hebreos. Qué tanto del dote sagrado fué dado al pueblo hebreo bajo la Ley de Moisés, no estamos en posición de decir. Con respecto a esto debemos examinar otra escritura; en otra revelación dada a José Smith, el Señor le dio esta explicación:

David también recibió muchas mujeres y concubinas, y también Salomón y Moisés, mis siervos, así como muchos otros de mis siervos desde el principio de la creación hasta hoy; y en nada pecaron sino en aquellas cosas que no recibieron de mí.

Yo le di a David sus mujeres y concubinas por la mano de Natán, mi siervo, y de otros profetas que tenían las llaves de esta potestad…13

Estas palabras llevan a uno a creer, con mucha razón, que las llaves del poder de sellamiento residieron en Natán y los otros profetas por las cuales Moisés, David, Salomón y otros recibieron sus esposas y concubinas por tiempo y toda la eternidad. ¿Y no podemos suponer que, tal como ahora, los sagrados ritos necesarios fueron conducidos siempre que fuera posible en el tabernáculo o en el Templo de Salomón? Nótense estas palabras de la boca de José Smith:

. . . ¿Qué fué el objeto del recogimiento de los judíos, o el pueblo de Dios en cualquier época del mundo? . . .

El objeto era para construir una casa del Señor por la que El pudiera revelar a su pueblo las ordenanzas de su casa y las glorias de su reino, y enseñar al pueblo el plan de salvación, porque hay ciertas ordenanzas y principios que, cuando son enseñados y practicados, tienen que ser llevados a cabo en un lugar o casa construida para ese propósito.

Era la intención de los concilios del cielo antes que el mundo fuese, que los principios y leyes del sacerdocio estuvieran basados sobre el recogimiento del pueblo en cada época del mundo. Jesús hizo todo lo posible para recoger el pueblo, y no quisieron ser recogidos, y por lo tanto El derramó maldiciones sobre ellos. Ordenanzas instituidas en los cielos antes de la fundación del mundo, en el sacerdocio, para la salvación de los hombres, no deben ser alteradas ni cambiadas. Todos tienen que ser salvados mediante los mismos principios.14

Que los fieles en Israel desde los días de Moisés hasta el tiempo de Salomón recibieron dotes importantes en el tabernáculo, existe muy poca duda. El tabernáculo fué usado para ordenanzas sagradas hasta que el pueblo estuvo en posición para construir un templo hermoso al Señor.

Ahora vamos a poner nuestra atención en fil Templo de Salomón. No necesitamos decir mucho concerniente a las ordenanzas llevadas a cabo en este y templos sucesivos en Israel. Aparentemente ellas eran las mismas que practicaban en el tabernáculo. Evidentemente el Templo de Salomón fué construido según el mismo modelo general que el tabernáculo, pero en cada parte sus dimensiones fueron casi dos tantos más grandes. En dimensiones modernas, sus dimensiones serían aproximadamente veintinueve metros de largo, nueve metros de ancho y catorce metros de alto. Así se ve que el Templo de Salomón era sorprendentemente chico. No obstante, sus decoraciones fueron excesivamente profusas, y por esa razón ha sido llamado una «joya».

Hasta recientemente, la reconstrucción del Dr. Schick ha tenido primer lugar (véase la ilustración). Este modelo famoso ahora está en el Harvard Semitic Museum (El Museo Semítico de Harvard). Sin embargo, hace algunos años un modelo más científico fué construido cuando dos hombres, el Sr. E. G. Howland, de Troy, Edo. de Ohio, y el Dr. Paul Leslie Garber, profesor de la Biblia en el Colegio de Agnes Scott, en Decatur, Edo. de Georgia, colaboraron en este proyecto comendable. Su trabajo continuó sobre un período de cuatro años y medio. Fueron ayudados por una donación del Carnegie Foundation, y muchas instituciones educativas y escolares bíblicos dieron consejos y les animaron en sus esfuerzos. Su modelo incorpora las vistas más recientes de escolares del texto bíblico y usa datos pertinentes de la arqueología adquiridos durante los últimos veinticinco años. Mientras que el modelo de Schick incluyó ambos, el templo y sus contornos inmediatos, la reconstrucción de Howland y Garber está restringida casi al templo solamente. Por cortesía del Sr. Howland, un hacedor profesional de modelos, me es posible presentar a los lectores un número de fotografías del modelo que él construyó. Estas ilustraciones pueden decir más al lector en una mirada que lo que yo puedo impartir en muchos párrafos de descripción.

Templo de Salomón

El Único rasgo de estas fotos sobre el que quiero comentar mucho es el «mar de fundición» o la fuente sostenida por doce bueyes. La fuente es mostrada en el patio del templo, poco distante de la esquina sudeste de él. Muchos de los Santos de los Últimos Días, estoy seguro, siempre han estado bajo la impresión de que esta fuente estaba debajo del templo y que era una representación simbólica del hecho que la obra bautismal por los muertos seria hecha algún día. Que tal no fué el caso es mostrado .en II de las Crónicas y Josefus. Nótense estas palabras:

. . .el mar era para lavarse los sacerdotes en él. . . y (Salomón) asentó el mar al lado derecho hacia el oriente, enfrente del mediodía.15

Josefus dice:

Ahora, él (Salomón 1 designó que el mar fuese para el lavamiento de las manos y los pies de los sacerdotes cuando entraban en el templo y estaban para subir al altar. . .16

Está bastante claro que Josefus consideraba que la fuente estaba afuera del mero templo.

Durante el reinado de Ahaz (736-721 A.C.), el rey quitó el «mar» de encima de los bueyes de latón y lo puso sobre un pavimento de piedra.» Cuando Nabucodonosor capturó a Jerusalén en 590 A.C. (cronología del Libro de Mormón), hizo pedazos la fuente.18

A nosotros es de interés adicional que escolares afirman el hecho que «mares» fueron construidos en templos babilónicos.19

El templo de Salomón estuvo de pie por varios siglos, pero por fin fué destruido por los babilónicos bajo Nabucodonosor.

Templo de Zorobabel

Cuando los judíos volvieron de la cautividad babilónica, construyeron otro templo, que fué llamado el segundo templo o el Templo de Zorobabel. Sabemos que Ciro, el rey persa, autorizó la construcción de una estructura de sesenta codos (27 metros) de ancho y de altura,20 pero las dimensiones de las varias partes del templo no son conocidas. Por lo general, sin embargo, el plan del templo de Salomón fué seguido, pero en una escala mucho menos profusa. Cuando los cimientos fueron puestos, el pueblo cantó y gritó, pero muchos de los viejos sacerdotes y hombres que habían visto al templo de Salomón, lloraron en voz alta cuando contemplaron el hecho de que la nueva estructura no sería tan grandiosa como la primera casa.21 El segundo templo fué completado en el sexto año de Darius, que fue aproximadamente 515 A.C. El Santo de los Santos en este santuario estaba vacío, porque el arca del testimonio había desaparecido cuando Jerusalén fué destruida por Nabucodonosor. No muchos años después de la terminación de este templo (véase la foto de la reconstrucción de Schick), los judíos habían llegado a ser mundanos e indignos de administrar los sagrados ritos del templo. El libro de Malaquías (1:2, 2:17, 3:5-18) es una gran protesta en contra de la corrupción e indignidad del pueblo. No estamos en una posición para decir qué tanto tiempo el Señor estaba dispuesto a aceptar las ordenanzas hechas en el segundo templo después de su dedicación, pero no puede haber sido muchos años.

Templo de Herodes

El templo de Herodes reemplazó al templo de Zorobabel. Estamos endeudados a Josefus22 por descripciones completas de la estructura, con que estuvo completamente familiarizado. El Mishnah (parte del Talmud hebraico) también contiene descripciones del edificio. Los materiales para el nuevo templo fueron juntados antes que el segundo templo fuese desmantelado. El trabajo en el templo de Herodes fué comenzado en el año décimo octavo del reinado del rey, y la estructura principal fué construida por sacerdotes, como en un año y medio. Los claustros fueron terminados en ocho años, pero el área entera de patios y edificios no fué terminada hasta como en 64 D.C., durante el tiempo que Albinus era procurador.23 El mero templo fué construido de grandes bloques de piedra blanca. Su longitud y anchura eran iguales al templo de Salomón, pero su altura era mayor, siendo de cuarenta codos (20 metros). Era aún más profuso en sus accesorios. El templo de Herodes fué dividido en el Santo de los Santos y el Santuario en casi la misma manera de los templos anteriores. El Santo de los Santos estaba vacío y fué separado del Santuario por medio de un velo.24

Uno pregunta hasta qué grado los que ministraron en el templo tenían suficiente poder y autoridad. Debe de haber habido algunos sacerdotes buenos, aunque la mayoría de ellos eran merecedores de las denunciaciones del Señor. Zacarías, el padre de Juan el Bautista, es una buena ilustración de tal sacerdote justo.25

Durante el gran sitio de Jerusalén, en 70 D.C., el templo de Herodes fué destruido como el Señor mucho antes había predicho que sería.26

En el sitio del templo de Herodes, 136 D.C. o cerca de allí, el emperador Hadrian dedicó un templo. Las ruinas de esta estructura fueron vistas por el «Bordeau Pilgrim» en 333 D.C.

El emperador Julián emprendió la reconstrucción del templo, pero sus planes fueron frustrados. En 534 D.C. el emperador Justiniano construyó la Basílica (véase la reconstrucción de Schick) en honra de María, sobre el lugar en donde había estado el pórtico de Salomón. En. 637 D.C. los victoriosos mahometanos convirtieron la Basílica en una mezquita.

El sultán Abd-al-Malik construyó (691 D.C.) en el sitio del templo de Salomón la Cúpula efe la Piedra (no debe ser llamada la «Mezquita de Ornar») esencialmente como la vemos hoy día en Jerusalén (véase la ilustración).

Los nefitas, otra rama del pueblo hebreo construyeron templos sobre este continente (de América), pero el Libro de Mormón dice muy poco de ellos (véase las ilustraciones).

Cuando Nefi y los que creyeron como él se separaron de sus hermanos injustos, huyeron a una tierra en donde levantaron un templo según el modelo de Salomón. Aquí está el relato de Nefi acerca de la construcción:

Y yo, Nefi, construí un templo, según el modelo del de Salomón, excepto que no fue hecho con materiales tan preciosos, por no hallarse en el país; por tanto no pudo ser construido como el templo de Salomón. Pero la manera de su construcción era semejante a la del templo de Salomón; y su obra era excesivamente hermosa.27

Nefi, naturalmente, tomó las especificaciones del templo de Salomón de las planchas de bronce, donde indudablemente fueron dadas con una exactitud no encontrada en nuestras escrituras actuales.

Jacob, el hermano de Nefi, debe de haber enseñado en este mismo templo,28 pero la última predicación del rey Benjamín no puede haber sido dada de este mismo edificio, porque el templo en que él se paró estuvo en el país de Zarahemla, de donde su padre, el Mosíah mayor, había huido del cuerpo principal de los nefitas.29

El pueblo de Zeniff también parece haber construido un templo porque el rey Limhi mandó una proclamación a su pueblo para que se juntara allí. 30

Amulek también menciona la escritura de Dios sobre la pared de un templo, pero no tenemos manera de saber a cuál templo se refiere.31

Fué cerca del templo en el país de Abundancia32 que el resucitado, glorificado Señor se les apareció a los nefitas por tres días sucesivos y les enseñó las cosas mencionadas en los capítulos 11-38 de III Nefi.

Sabemos que hasta el tiempo de la venida de Cristo, los nefitas, como los judíos, fueron obligados a observar la ley de Moisés.33 Por lo tanto, lo que nosotros hemos observado en cuanto a las ordenanzas y dotes dadas en el antiguo tabernáculo probablemente se aplicaba a les templos levantados por los nefitas antes de la venida de Cristo. Durante la visita del Salvador a este pueblo en este continente, Él les citó y explicó los capítulos tres y cuatro del libro de Malaquías. 14 Siendo que tantas de las palabras de Malaquías tienen tanto que ver con la venida de Elías y los poderes de sellamiento del sacerdocio, nuestro Señor debe de haber explicado en total, la necesidad de tener templos y la naturaleza de las ordenanzas para ser hechas en ellos para los vivos y por los muertos. Después de la venida de Templo de Kukulcán (Quetzalcoatí), Chichón Itzá, Yucatán. Cristo, la obra de ordenanzas por los muertos podría ser hecha, porque Él había conquistado a la muerte mediante su resurrección. Antes de la resurrección, sólo la obra de ordenanzas para los vivos fué posible.

Desafortunadamente, muy poco se sabe acerca de la obra de ordenanzas para les vivos o muertos como llevado a cabo por los Santos en este continente o en Palestina y tierras de sus o en Palestina y sus alrededores después de la resurrección de nuestro Señor. El bautismo por los muertos es mencionado en 1 Corintios 15:29, pero poco o nada nos es dicho acerca de templos autorizados ni otras estructuras sagradas en las cuales ésta y otras ordenanzas sagradas pudieran haber sido realizadas.

FIN


  1. Véase Teachings of the Prophet Joseph Smith, por José Fielding Smith, pp. 158, 167-169.
  2. Ibid. p. 167.
  3. D. y C. 128:9.
  4. Véase Matthias F. Cowley, Life of Wilford Woodr-uff, p. 494.
  5. Este es un pedazo pequeño de diorita negra conteniendo anales del principio de la Primera Dinastía.
  6. The Religión of Egypt, pp. 342, 343.
  7. Una buena descripción popular de templos egipcios se encuentra en The Splendor That Was Egypt, por Margaret Murray; también en Egyptian Temples por la misma autora.
  8. Ibid. pp. 183, 184.
  9. Abraham 1:25-27.
  10. Éxodo 25:8.
  11. Ibid., 25:22
  12. D. y C. 124:37-38.
  13. Ibid., 132:38-39.
  14. José Fielding Smith, Teachings of the Prophet Joseph Smith, pp. 307-308.
  15. II Cron. 4:6, 10; I Reyes 7:39.
  16. Antiquities, VII 3, 6.
  17. II Reyes 16:17.
  18. Ibid. 25:13; Jeremías 17:19-22.
  19. Véase J. A. Montgomery en International Critical Conimentary, «Kings» p. 173.
  20. Esdras 6:3; Josefus, Antiquities, XI. 4, 6; cf. XV. 11, 1.
  21. Esdras 3:10-13.
  22. Antiquities, XV. 11; War V. 5.
  23. Josefus, Antiquities, XV. 15, 5 y 6; XX. 9, 7; cf. Juan 2:20.
  24. Josefus, War V. 5, 5.
  25. Lucas 1:5-23.
  26. Mateo 24:1-2; véase también la revisión de José Smith de Mateo 24 en «Escritos de José Smith», Perla de Gran Precio, versos 2-4.
  27. 2 Nefi 5:16.
  28. Jacob 1:17; 2:2, 11.
  29. Véase Omni 12-15; Mosíah 1:18; 2:8.
  30. Mosíah 7:17; véase también 11:10, 12; 19:5.
  31. Alma 10:2.
  32. 3 Nefi 11:1-2.
  33. Véase Jacob 4:5.
  34. Véase 3 Nefi 24:1; 26:1.
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