Una voz de amonestación

Una voz de amonestación

por el presidente Ezra Taft Benson

Tomado de un discurso que el presidente Benson pronunció en una ceremonia de la palada inicial de una capilla, llevada a cabo en Hiram, estado de Ohio, Estados Unidos, el 22 de marzo de 1986.

El libro Doctrina y Convenios es verdadero ya que su fuente principal es Jesucristo, y Su mensaje es para todos los hombres

Hace casi 162 años, cuando los élderes de la Iglesia estaban reunidos en una conferencia para determinar si las revelaciones debían publicarse al mundo, el Señor dio una revelación a la Iglesia, a la que se refirió como Su “prefacio” a Su libro de revelaciones. Esta revelación, la sección 1 de Doctrina y Convenios, prepara al lector, tal como lo hace el prefacio de cualquier otro libro, dando una explicación del propósito que tiene el Autor al dar las revelaciones que en él aparecen. El Autor de Doctrina y Convenios es el Señor Jesucristo, mediante el profeta José Smith. Entre los libros canónicos de la Iglesia, Doctrina y Convenios es singular no solamente por considerar quién es el Autor sino porque es un libro moderno de Escrituras.

La introducción del prefacio incluye una invitación a toda la humanidad, especialmente a los miembros de la Iglesia, a dar oído a las revelaciones, porque la “voz de amonestación” irá a todo pueblo (D. y C. 1:4).

El ángel Moroni le citó al Profeta varias profecías de la Biblia que indicaban que en los últimos días habrían de venir ciertos juicios, y que estas predicciones aún no se cumplían, pero que estaban por cumplirse:

“Escuchad, oh pueblo de mi iglesia, dice la voz de aquel que mora en las alturas, y cuyos ojos están sobre todos los hombres; sí, de cierto digo: Escuchad, pueblos lejanos; y vosotros los que estáis sobre las islas del mar, oíd juntamente.

“Porque, en verdad, la voz del Señor se dirige a todo hombre, y no hay quien escape; ni habrá ojo que no vea, ni oído que no oiga, ni corazón que no sea penetrado.

“Y los rebeldes serán traspasados de mucho pesar; porque se pregonarán sus iniquidades desde los techos de las casas, y sus hechos secretos serán revelados.

“Y la voz de amonestación irá a todo pueblo por boca de mis discípulos, a quienes he escogido en estos últimos días.

“E irán y no habrá quien los detenga, porque yo, el Señor, los he mandado.

“He aquí, ésta es mi autoridad y la autoridad de mis siervos, así como mi prefacio al libro de mis mandamientos que les he dado para que os sea publicado, oh habitantes de la tierra.

“Por tanto, temed y temblad, oh pueblo, porque se cumplirá lo que yo, el Señor, he decretado en ellos” (versículos 1-7).

En los tres versículos siguientes, el Señor proclama a todos los hombres el poder que les ha dado a Sus siervos que llevan el mensaje de esta dispensación:

“Y de cierto os digo, que a los que salgan para llevar estas nuevas a los habitantes de la tierra, les será dado poder para sellar, tanto en la tierra como en el cielo, al incrédulo y al rebelde;

“sí, en verdad, sellarlos para el día en que la ira de Dios será derramada sin medida sobre los malvados;

“para el día en que el Señor venga a recompensar a cada hombre según sus obras, y medir a cada cual con la medida con que midió a su prójimo” (versículos 8-10).

En los versículos siguientes se manifiestan las razones por las que el Señor dirige Su mensaje a esta generación: “Por tanto, la voz del Señor habla hasta los extremos de la tierra, para que oigan todos los que quieran oír: “Preparaos, preparaos para lo que ha de venir, porque el Señor está cerca;

“y la ira del Señor está encendida, y su espada se em­briaga en el cielo y caerá sobre los habitantes de la tierra.

“Y será revelado el brazo del Señor; y vendrá el día en que aquellos que no oyeren la voz del Señor, ni la voz de sus siervos, ni prestaren atención a las palabras de los profetas y apóstoles, serán desarraigados de entre el pueblo;

“porque se han desviado de mis ordenanzas y han violado mi convenio sempiterno.

“No buscan al Señor para establecer su justicia, antes todo hombre anda por su propio camino, y en pos de la imagen de su propio Dios, cuya imagen es a semejanza del mundo y cuya substancia es la de un ídolo que se envejece y perecerá en Babilonia, sí, Babilonia la grande que caerá” (versículos 11-16).

El Señor revela a continuación la razón por la que José Smith fue llamado a restaurar el evangelio; señala además la manera en que este llamamiento será una bendición para la humanidad:

“Por tanto, yo, el Señor, sabiendo las calamidades que sobrevendrían a los habitantes de la tierra, llamé a mi siervo José Smith, hijo, y le hablé desde los cielos y le di mandamientos;

“y también a otros di mandamientos de proclamar estas cosas al mundo; y todo esto para que se cumpliese lo que escribieron los profetas:

“Lo débil del mundo vendrá y abatirá lo fuerte y poderoso, para que el hombre no aconseje a su prójimo, ni ponga su confianza en el brazo de la carne;

“sino que todo hombre pueda hablar en el nombre de Dios el Señor, el Salvador del mundo;

“para que también la fe aumente en la tierra;

“para que se establezca mi convenio sempiterno;

“para que la plenitud de mi evangelio sea proclamada por los débiles y sencillos hasta los cabos de la tierra, y ante reyes y gobernantes” (versículos 17-23).

La Iglesia tenía un año de haberse organizado, y muchos habían recibido bendiciones por haber aceptado el evangelio restaurado de Jesucristo. En los siguientes versículos, el Señor manifiesta la manera en que las revelaciones habían cambiado la vida de las personas, una bendición que los lectores de Doctrina y Convenios pueden recibir en la actualidad:

“He aquí, soy Dios, y lo he declarado; estos mandamientos son míos, y se dieron a mis siervos en su debilidad, según su manera de hablar, para que pudieran alcanzar conocimiento.

“Y en cuanto errasen, pudiera ser manifestado;

“y en cuanto buscasen sabiduría, se les pudiera instruir;

“y en cuanto pecasen, se les pudiera castigar para que se arrepintieran;

“y en cuanto fuesen humildes, pudieran ser hechos fuertes y bendecidos de lo alto, y recibir conocimiento de cuando en cuando” (versículos 24-28).

En los dos versículos siguientes, el Señor menciona que ha dado poder a Sus siervos para sacar a luz el Libro de Mormón, para recibir revelación y para establecer “la única iglesia verdadera y viviente sobre la faz de toda la tierra”:

“Y para que mi siervo José Smith, hijo, después de haber recibido los anales de los nefitas, tuviera el poder para traducir el Libro de Mormón mediante la misericordia y el poder de Dios.

“Y también, para que aquellos a quienes se dieron estos mandamientos tuviesen el poder para establecer los cimientos de esta iglesia y de hacerla salir de la obscuridad y de las tinieblas, la única iglesia verdadera y viviente sobre la faz de toda la tierra, con la cual yo, el Señor, estoy bien complacido, hablando a la iglesia colectiva y no individualmente” (versículos 29-30).

El Señor Jesucristo amonesta a los miembros de Su iglesia que si no se arrepienten de sus pecados, perderán el Espíritu:

“Porque yo, el Señor, no puedo considerar el pecado con el más mínimo grado de tolerancia.

“No obstante, el que se arrepienta y cumpla los mandamientos del Señor será perdonado;

“y al que no se arrepienta, le será quitada aun la luz que haya recibido; porque mi Espíritu no contenderá siempre con el hombre, dice el Señor de los Ejércitos” (versículos 31-33).

Leemos después que la paz será quitada de la tierra y que Satanás reinará; pero el Señor tendrá poder sobre Sus santos:

“Y de nuevo, de cierto os digo, oh habitantes de la tierra: Yo, el Señor, estoy dispuesto a hacer saber estas cosas a toda carne;

“porque no hago acepción de personas, y quiero que todo hombre sepa que el día viene con rapidez; la hora no es aún, mas está próxima, cuando la paz será quitada de la tierra, y el diablo tendrá poder sobre su propio dominio.

“Y también el Señor tendrá poder sobre sus santos, y remará en medio de ellos, y bajará en juicio sobre… el mundo” (versículos 34-36).

Por último, el Señor testifica que las revelaciones son verdaderas y que las profecías que ellas contienen se cumplirán. Además, declara que aquello que dé a Sus siervos escogidos será Su voz, y que el Espíritu da testimonio de la veracidad de las revelaciones y los mandamientos del Señor:

“Escudriñad estos mandamientos porque son verdaderos y fieles, y las profecías y promesas que contienen se cumplirán todas.

“Lo que yo, el Señor, he dicho, yo lo he dicho, y no me disculpo; y aunque pasaren los cielos y la tierra, mi palabra no pasará, sino que toda será cumplida, sea por mi propia voz o por la voz de mis siervos, es lo mismo.

“Porque he aquí, el Señor es Dios, y el Espíritu da testimonio, y el testimonio es verdadero, y la verdad permanece para siempre jamás. Amén” (versículos 37-39).

El propósito de repasar estas palabras del Señor en cuanto a las condiciones el mundo en estos últimos días es el siguiente:

Hoy día, nuestra Iglesia está proclamando la voz de amonestación mediante nuestros misioneros a todas las naciones de la tierra; enviamos a nuestros misioneros a proclamar el evangelio a los que estén dispuestos a recibir nuestro mensaje. Es nuestra esperanza que todo joven que me esté escuchando tenga planes de ser un mensajero del Señor.

Nos esperan días difíciles. El Señor ha predicho que las calamidades caerán sobre las naciones del mundo a causa de su desobediencia e indiferencia a Sus mandamientos y revelaciones. Debido a Su gran amor y misericordia, ha levantado al profeta José Smith y a otros siervos para que proclamen Su evangelio a fin de que la fe aumente y el Señor establezca Su convenio sempiterno entre la humanidad.

El convenio sempiterno es Su evangelio.

Varias declaraciones que aparecen en esta revelación (sección 1) fortalecerán a cada miembro de la Iglesia si tan sólo damos oído a ellas. Recuerden que éstas son las palabras del Señor a Su Iglesia hoy en día.

Primero: La misión del profeta José Smith se llevó a cabo bajo la inspiración de Dios.

Segundo: Las revelaciones que José Smith recibió son mandamientos del Señor mismo.

Tercero: Estos mandamientos fueron dados a los siervos de Dios “en su debilidad, según su manera de hablar, para que pudieran alcanzar conocimiento” (versículo 24).

Cuarto: El Libro de Mormón fue traducido mediante la misericordia y el poder de Dios.

Quinto: A José Smith y a sus sucesores se les mandó organizar la única iglesia verdadera y viviente, después de haber estado un largo período en la obscuridad y las tinieblas. La Iglesia, como se encuentra restaurada en la actualidad, es reconocida como una gran influencia para el bien.

Sexto: El Señor está complacido con la Iglesia colectivamente, pero no necesariamente con todos los miembros en forma individual. Únicamente lo com­placemos cuando obedecemos Sus mandamientos.

Séptimo: No obstante que la paz ha sido quitada de la tierra y Satanás tendrá gran poder, el Señor tendrá poder sobre Sus santos “y reinará en medio de ellos” (véanse los versículos 35-36).

Por último: Todas las palabras del Señor se cumplirán, ya sea que El mismo las hable, o las declare mediante la inspiración y revelación a Sus siervos; y el Espíritu Santo da testimonio a todos los que desean saber la veracidad de las revelaciones y los mandamientos.

Mis hermanos y hermanas, les doy mi testimonio de que esta Iglesia, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, es la Iglesia del Señor; Él está complacido con su progreso.

Testifico que Él se mantiene cerca de Sus siervos, que El reina en medio de nosotros mediante Sus siervos escogidos. Testifico que hoy día la Primera Presidencia recibe la guía del Señor.

José Smith es un profeta verdadero; él puso los cimientos de esta Iglesia, y el Señor lo ha bendecido y alabado.

El libro Doctrina y Convenios es verdadero ya que su fuente principal es Jesucristo, y Su mensaje es para todos los hombres.

Dios nos bendiga para que seamos fieles y leales a los mandamientos del Señor. □

Esta entrada fue publicada en Sin categoría y etiquetada . Guarda el enlace permanente.

3 Responses to Una voz de amonestación

  1. Avatar de Victor Hugo Victor Hugo dice:

    Muy Amados Hermanos míos, soy Víctor Hugo Alberto Panosian de la República Argentina barrio Chacarita Estaca Belgrado. Quiero transmitirles mi Amor por nuestro profeta viviente RUSSELL M. NELSON, les ruego oren por mi para poder visitarles en El Templo de Utah, y por favor soy un miembro de sesenta años Bautizado hace seis meses , oren para que pueda trabajar en la Gestión del Gobierno Argentino con la experiencia de toda mi vida, sabiendo por Revelación que puedo serle muy útil a nuestro Presidente para poder atravesar él mal momento que pasamos. Le envío todas mis Bendiciones en el Sagrado Nombre de JESUCRISTO AMÉN.

    Me gusta

  2. Avatar de Victor Hugo Victor Hugo dice:

    Amo a la IGLESIA DE JESUCRISTO DE LOS SANTOS DE LOS ÚLTIMOS DÍAS amo el Libro del Mormón Amo a nuestro profeta viviente Rusell M.Nelson Amo a mi Padre CELESTIAL y todo esto lo dejo escrito en nombre del Sagrado JESUCRISTO AMÉN.

    Me gusta

  3. Avatar de Victor Hugo Victor Hugo dice:

    Queridos Hermanos les envió mi eterna Fe en nuestro PADRE CELESTIAL Y SU HIJO JESUCRISTO del cual testifico por revelación los Dones que me fueron concedidos son únicamente usados para magnificar su Obra. Quiero exportarlos a leer él Libro del Mormon y las Sagradas Escrituras para recibir la respuesta de la cual hoy yo gozo. Amado Profeta Rusell M.Nellson queridos Apóstoles Hermanos de todos los Continentes les ruego que Oren al Padre CELESTIAL en Nombre de Su Hijo JESUCRISTO para comprender mejor de que esta Ocurriendo en estos los Últimos Días. Tengan Fe y sostengan él pilar de la Humildad y de la Caridad para orar aDIOS. Les dejo mi humilde mensaje en el Sagrado Nombre de Jesucristo Amén.

    Me gusta

Deja un comentario