Respetar el albedrío en la intimidad física
Por Benjamin M. Ogles, psicólogo y profesor de la Universidad Brigham Young, y
Melissa K. Goates-Jones, psicóloga y profesora adjunta de la Universidad Brigham Young
Nota del editor: Si el mundo tuviera un claro entendimiento de los propósitos divinos de la intimidad sexual y de la función esencial que tiene el respetar el albedrío para lograr esos propósitos, los matrimonios y las familias se fortalecerían, y muchos problemas, tales como la agresión sexual, podrían reducirse o eliminarse. En este artículo analizamos el albedrío y el concepto del consentimiento en las demostraciones de afecto físico y en la intimidad sexual desde la perspectiva del Evangelio, a fin de ayudarnos a ver la manera en que la falta de egoísmo y el respeto mutuo en nuestras relaciones físicas pueden ayudarnos a alcanzar nuestro potencial divino.
Los aspectos físicos de nuestras relaciones íntimas deben ser guiados por nuestro compromiso de obedecer la ley de castidad, que reserva la intimidad sexual para el esposo y la esposa (véase Doctrina y Convenios 42:22–23), así como por nuestro compromiso de respetar el albedrío de los demás. Seguir leyendo