Decálogo lamanita
(Para jóvenes y señoritas)
- Soy un(a) hijo(a) de Dios.
- Soy de la Casa de Israel.
- Antes de nacer supe de la misión de la Casa de Israel. Y entendí mi misión como lamanita mestizo.
- Antes de nacer acepté la misión de ayudar a Jesucristo a salvar a los gentiles.
- Cuando acepté esa misión entendí bien el costo de cumplirla. El sufrimiento sería a veces casi intolerable.
- También entendí bien que el costo de cumplirla, fuese lo que fuese, valdría toda la pena y dolor.
- En el Gran Concilio entendí bien que todo lo negativo, toda maldición relacionada con la misión, se tornaría en bendición, de acuerdo con mi actitud y comportamiento.
- La misión que tengo en esta vida la puedo aprender de las escrituras.
- Voy a obedecer aún sin comprender porque no solamente creo en Cristo, sino que le creo a Cristo.
- Voy a cumplir mi misión. Voy a educarme para pensar. Voy a creer en mí mismo. Y voy a recobrar totalmente mi identidad. Dos naciones dependen de mí y nací para ayudar a llevarlos a Cristo. Con la gracia del cielo, voy a cumplir mi misión. Porque sé quién soy: Soy de la Casa de Israel.